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El consultorio de El Ramón

En la joven doctora Lázara Pérez Pérez, se evidencia la consagración que distingue a los trabajadores de la salud en Cuba. Foto: Juan Pablo Carreras

“A veces un paciente no necesita medicinas, sino amor, y eso ha tenido de sobra los médicos nuestros para atender a la población”. Así reconoce Freddy Blett Gómez, presidente del Consejo Popular 3, del municipio de Antilla, la labor que a lo largo del tiempo ha desplegado un grupo de galenos en el Consultorio No.1, enclavado en la intrincada comunidad El Ramón, de más de 400 habitantes.

Este representante del pueblo asegura que el Consultorio del Médico de la Familia, fundado en 1987, ha sido un centro vital para la comunidad. Resalta que los pobladores han tenido asegurada la atención primaria de salud, que aquí adquiere una mayor importancia si se tiene en cuenta que El Ramón está a 23 kilómetros del centro de Antilla, e históricamente padeció el deterioro de los caminos, que a menudo se tornaban intransitables con la lluvia, situación que por suerte ha mejorado en los últimos tiempos con el avance de los planes turísticos en la zona.

Para sortear la fatalidad geográfica, la joven doctora Lázara Pérez Pérez, que lleva tres años en el consultorio, asegura que allí existen las condiciones necesarias para brindar un servicio efectivo a ese nivel. “Estamos alejados de la atención secundaria, en la que están la mayoría de los recursos, pero tenemos un stock de medicamentos para actuar ante cualquier urgencia o accidente”, asegura.

“Contamos con analgésicos, sedantes, balones de oxígenos e incluso con un maletín dispuesto con los medios necesarios por si hay que trasladarse de forma urgente, porque aquí muchos trabajan en el mar o en sitios alejados. El mejoramiento de los accesos hacia Antilla ha impactado positivamente en la atención. Antes aquí para salir era muy difícil. Solo había una guagua tres veces a la semana y el resto de los días la opción era una lancha que se demoraba mucho tiempo para llegar a la ciudad”, explica.

 

Pero la disposición del personal médico hace posible que las cosas fluyan adecuadamente. Sobre todo, plantea la galena, si se cuenta con la ayuda de una experimentada enfermera como Ramona Medina, quien lleva más de dos décadas aquí y se conoce a todos sus pobladores, e incluso, ayudó en tiempos pasados a llevar a buen término dos partos que tuvieron lugar en el consultorio.

La propia población es también constante protagonista de acciones altruistas. Ante urgencias, en las que se han tenido que trasladar a pacientes, lo mismo en tractores que en carretas o en cualquier otro medio alternativo, ahí han estado los vecinos para brindar su mano solidaria ante la adversidad.

Lo intrincado de la zona de El Ramón, no impide que los diferentes grupos etarios tengan la asistencia médica que requieren. Foto: Juan Pablo Carreras

El puesto médico desarrolla una labor esencial en lo que respecta a la prevención. Manifiesta la galena que las enfermedades más comunes en la zona, donde prevalece la población de la tercera edad, son la diabetes, la hipertensión, el asma y la artrosis. Una estrecha vinculación médico-paciente favorece un tratamiento adecuado a la comunidad.

Freddy Blett Gómez resalta que para contribuir a que la atención se siga perfeccionando, hace dos años por fin se logró colocar un teléfono en el consultorio, medio que ha sido de invaluable ayuda para facilitar la comunicación con el puesto de ambulancia y el hospital.

Resume que, sin lugar a dudas, los pobladores agradecen infinitamente la labor dedicada de cada médico que ha pasado por estos lares. “Aquí en El Ramón hay un criterio muy bueno del consultorio, de sus dos doctoras y de la enfermera. No solo por el conocimiento, sino también por la forma y paciencia que tienen para atender a la población. Tradicionalmente por aquí han pasado los mejores médicos del municipio”, acentúa.

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