El mundo reconoce el prestigio de Cuba, su Revolución y su política exterior en el momento actual, «hasta el punto de que los Estados Unidos se ve obligado hoy a echarle a Cuba la culpa de todos los males», afirmó este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, en un aparte con la prensa acreditada a las sesiones del Parlamento Cubano en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
«El mundo avanza hacia un sistema de relaciones internacionales más multilateral frente al intento de Estados Unidos de imponer un orden unilateral» —aseguró el canciller.
Nadie puede subestimar la fuerza de los pueblos, añadió al valorar los últimos acontecimientos en varios países de América Latina, donde en su opinión se ha roto «la vitrina» del neoliberalismo.
¿Quién podía imaginarse que la actual oleada neoliberal iba a fracasar en tan poco tiempo?, se preguntó el ministro tras referirse a las protestas populares en el sur del continente.
«Es una coyuntura internacional compleja, pero en la cual hay una tendencia irreversible progresista» consideró.
Al referirse a los vínculos de Cuba con los Estados Unidos, el canciller manifestó que el elemento fundamental de esas relaciones es el bloqueo inmoral y genocida que imponen desde hace décadas los sucesivos gobiernos norteamericanos, y que ha recrudecido la actual administración.
«Sin embargo el pueblo norteamericano mantiene una posición mayoritaria favorable al levantamiento del bloqueo», reconoció.
«De manera que uno puede declararse, aún en estas circunstancias de mayor confrontación, históricamente optimista, pues hay un curso inevitable hacia cambios de la política estadounidense contra Cuba».
No hay que esperar en estos momentos una ruptura diplomática —dijo el canciller—, pero fieles a nuestros principios, no admitiremos ningún chantaje.
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