Cargando...Camagüey.- En el deporte de alto rendimiento los avances tecnológicos brindan un impulso significativo. Entre tanto progreso, la psicología es una de las parcelas de mayor impacto.
Las acciones de la 58 edición del Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón han servido para ratificar la importancia de todo lo anterior. Aprovechando un paréntesis en la acción Trabajadores conversó con Julio Arturo Ordoqui Baldriche, quien hace 10 años dirige los hilos de esta especialidad en el equipo nacional.
“El psicólogo deportivo se ocupa del diagnóstico de aquellas cualidades que están relacionadas con el entrenamiento y el rendimiento atlético. A este especialista le interesa el bienestar del deportista, sin embargo, destacan en su quehacer las cualidades que influyen directamente en los resultados. Sobresale la psicología clínica, que potencia los estados anímicos y los estados de intereses”, afirmó .
Agregó que para responder a un alto rendimiento deportivo hay que dedicarle mucho tiempo al perfeccionamiento técnico y táctico, dos enfoques diferentes del ser humano de acuerdo a la actividad que está realizando. Perfeccionar ese análisis tributa directamente en el rendimiento.
El pugilismo es un deporte rudo. La intensidad de la acción y sus resultados obligan ser muy precisos en las lecturas físicas y mentales.
“Las cualidades más sustanciales que se evalúan en el boxeo son el proceso de toma de decisiones, donde las capacidades técnicas y físicas asisten a situaciones problémicas. La capacidad intelectual y de razonamiento del atleta, así como ciertas percepciones son aspectos de vital peso. En el caso de los boxeadores alcanzan mejores resultados aquellos en los cuales predomina la eficacia, es decir, los que se retroalimentan de sus experiencias. No solo de las positivas, sino también, de cómo se perfeccionan en otros elementos de la actividad”, enfatizó el doctor.
¿La solidez psicológica del boxeador cubano está fuera de toda duda?. ¿Qué opina nuestro entrevistado?
“Por supuesto. Si nos remitimos a las más recientes evidencias internacionales podemos decir que en los dos últimos Juegos Olímpicos, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, cinco de nuestros muchachos fueron a la final y todos bajaron como campeones. Esto demuestra que su capacidad para manejar las diversas emociones de la alta competición está a la altura de su historia de triunfos”, sentenció.
