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190 años y va por más

Central 14 de Julio. Foto: Periódico 5 de Septiembre

Amaury Rodríguez Depestre, director del central 14 de Julio. | Foto: Juan Carlos Dorado
Amaury Rodríguez Depestre, director del central 14 de Julio.  Foto: Juan Carlos Dorado

Hace 190 años molió por primera vez. Poco después de haber surgido en la geografía cubana la villa Fernandina de Jagua (hoy ciudad de Cienfuegos) montaron a poco más de 20 kilómetros un trapiche y comenzaron a  triturar la caña de azúcar, cortada y alzada por los esclavos, para extraerle el jugo dulce.

Lo ubicaron en una zona llana, privilegiada por su cercanía al río Damují, por donde resultaba fácil el trasiego de aquella melaza que era embarcada en bocoyes (tinas o pipas) que pesaban unas 60 arrobas (@)*. Producía además, aunque en menor escala, azúcar cristalizada que era envasada en cajas de 17 @.

Cuentan los más viejos que aún viven en el batey de lo que fuera el ingenio Manuelita  ─nombre dado en honor a la hija del acaudalado Tomás Hernández de Rivera, quien puso el financiamiento inicial─ que nunca ha dejado de moler, ni en las peores etapas.

Dentro de unos días el central 14 de Julio, llamado así después del triunfo revolucionario en honor a la Toma de la Bastilla, en Francia, iniciará su zafra azucarera número 190, la cual quieren hacer de manera eficiente.

 

Buenos augurios

El día que fuimos a buscar y recoger los elementos para estas líneas coincidimos con tres acontecimientos importantes: la realización del ejercicio de molienda en la industria, el abanderamiento de los colectivos que ejecutarán la cosecha y las operaciones fabriles, y la entrega de la bandera que le acredita por oncena ocasión consecutiva al colectivo del central la condición de Vanguardia Nacional (año 2019), del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros (SNTA).

Melba Avilés Mendoza, secretaria general del buró sindical. Foto: Juan Carlos Dorado

Una vez terminada lo que en la práctica constituye una prueba integral del equipamiento fabril nos encontramos con quienes intervinieron en ella. Se apreciaban rostros de alegría. Un viejo conocido de las lides azucareras me dijo con sano orgullo: “La presión en las calderas levantó rapidísimo”. Los entendidos aseguran que fue una jornada de buen augurio para la zafra azucarera a punto de comenzar.

Amaury Rodríguez Depestre, director de la unidad empresarial de base (UEB) del central 14 de Julio, precisó que “lo más importante es el sentimiento de pertenencia que tienen todos los trabajadores del ingenio. “La industria está lista para moler. Debemos arrancar el próximo día 25 y adelantarnos algo al programa para ganar tiempo. No debe haber dificultad alguna. Solo nos queda seguir pintando y limpiando”, agregó.

“La fuerza laboral es muy estable y todos están capacitados. El plan de la zafra chica (hasta el cierre de diciembre) es de 6 mil 459 toneladas (t) de azúcar. Y estamos seguros de que lo vamos a cumplir, al igual que el compromiso total de 30 mil 225 t. Existen condiciones para sobrepasar el rendimiento previsto. Se puede tener confianza en el 14 de Julio”, añadió.

Sindicato eficaz

La dirección sindical que organiza, representa y atiende tanto a los trabajadores industriales como a los que realizan la cosecha se ha caracterizado, a través de los años, por un trabajo eficaz que ha posibilitado resultados excelentes.

Melba Avilés Mendoza, secretaria general del buró sindical, manifestó que para el período de zafra se organizó la emulación, tanto para los pelotones de la cosecha como en el colectivo industrial. Informó que ya están establecidos los compromisos y el reglamento y que el chequeo y la estimulación funcionarán en la base, la provincia y a nivel de país.

Precisó que durante el corte y la molienda no dejarán de funcionar las secciones sindicales. Un ejemplo de ello es que realizarán las asambleas de afiliados y trabajadores como están programadas, aunque lógicamente, en horarios ajustados.

Sobre los medios de protección señaló que están garantizados al 95 %, pues faltan aún las botas de goma y el completamiento de los cascos para los técnicos y obreros de la fábrica, pero deben adquirirse antes del inicio de las operaciones.

“Está conformada una comisión que funciona desde la etapa de reparaciones, integrada por todos los factores, para garantizar y controlar la atención a los trabajadores. El sindicato se mantendrá muy atento a ese importante aspecto”, acotó.

Quienes laboran en el 14 de Julio quieren mantener a ese ingenio en el pelotón de vanguardia a nivel nacional, como tradicionalmente ha ocurrido. Realizarán la zafra número 190 y quieren ir por más.

 

*Una arroba equivale a 11,339 kilogramos.

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