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Ecuador: levantamiento indígena frente al neoliberalismo

El pueblo unido jamás será vencido!, gritan los manifestantes que exigen la derogación de lo que se ha llamado el Paquetazo de Moreno. No más Fondo Monetario Internacional (FMI), es otra de las consignas de sectores indígenas, obreros, estudiantes, académicos, de mujeres y jóvenes.

Foto: Tomada del Facebook de Gabyss Llanos

El Gobierno ecuatoriano firmó un acuerdo con el FMI por 4 mil 200 millones de dólares, que recibirá paulatinamente durante tres años si cumple con exigencias establecidas como un ajuste del Producto Interno Bruto, despido de empleados del sector público, aumento de impuestos y rebajas a la inversión pública.

Entre las disposiciones gubernamentales está el Decreto 883 que eliminó el subsidio a la gasolina extra y al diésel, la reducción de salarios y del período vacacional para el sector público, cuyos trabajadores, además, aportarían el valor de un día de pago mensual. Al entrar en vigor la resolución que aumentó el precio de los combustibles, se elevó el costo del transporte público, de los alimentos de la canasta básica y otros productos, lo que desató la protesta.

Por su parte, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa llamó a la fuerza pública a detener la violencia contra el pueblo que se manifiesta de forma pacífica contra las medidas que perjudican a una amplia mayoría. Igualmente refirió que la Constitución contempla la celebración de elecciones anticipadas ante una crisis como la actual, con cientos de miles de personas protestando en las calles.

Después de 10 días de paro nacional, el Gobierno y el movimiento indígena sostuvieron ayer domingo conversaciones en Quito. La Conferencia Episcopal y la Organización de las Naciones Unidas estaban llamadas a mediar en el diálogo.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas, que liderea el levantamiento general, pidió públicamente al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas garantizar la intermediación y brindar la seguridad necesaria a los dirigentes que participarían en el encuentro, en medio de un toque de queda decretado desde el sábado, y que se levantó ayer temporalmente en Quito hasta las ocho de la noche.

A la mesa de negociación, el movimiento indígena llegaba con la demanda de que se derogara la regulación que desató la inconformidad popular, mientras que el ejecutivo planteaba alternativas. | RI con información de agencias

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