“El 2019 ha resultado extraordinario para el pentatlón moderno, no solo por las tres medallas logradas en los Juegos Panamericanos de Lima, sino porque alcanzamos la clasificación olímpica por tercera ocasión”, afirmó Doris Mallorquín, comisionada nacional.
“Nuestra participación a ese nivel comenzó en Beijing 2008, se retomó en Río 2016 y se extenderá al año próximo en Tokio. Leydi Laura Moya (dos platas y un bronce en Perú) ya es una atleta consolidada. Su pronóstico no es de medalla, pero en Japón podrá ratificar su calidad ante las mejores del mundo”.
Los frutos que en la actualidad se recogen se deben a diversas variantes donde la base es pieza fundamental. “Contamos con varias fortalezas. La Liga Pioneril, los Juegos Nacionales Escolares y los Juveniles son las más valiosas. Sin descontar que ya 11 provincias participan en las justas que organizamos. Granma es la más destacada”.
El prestigio no se regala, se gana con entrega y sacrificio. A veces factores ajenos a la abnegación frenan ciertos dividendos. “Teníamos la solicitud del presidente de la Federación Internacional de realizar aquí en diciembre un torneo continental y de Norceca. Las actuales condiciones económicas impedirán su realización. Esta designación demostró que el trabajo rinde frutos”.
La directiva aplaudió el nivel alcanzado por los especialistas en casa, y más tratándose de una modalidad compleja. “Los colectivos de entrenadores han mejorado mucho. Su fuerza técnica es considerable. Hemos encaminado con inteligencia su superación, pues el reglamento del pentatlón es muy cambiante. Son muchas modalidades, y las principales autoridades de la disciplina están interesadas en mantener la calidad”.
Algunos pudieran pensar que no existe relevo para la camada actual. Craso error, la planificación acuña presente y futuro. “Poseemos una reserva deportiva bastante consolidada. En la región oriental tenemos un grupo importante de niñas que se vienen desarrollando gracias a las copas pioneriles y los Juegos Escolares. Fortalecimos el equipo nacional. En la actualidad son 12, siete hembras y cinco varones, que entrenan en el Cerro Pelado”.
Mallorquín recordó que Leydi es, sin discusión alguna, el principal referente; sin embargo sus compañeras no cejan en destacarse. “Actualmente ella es insuperable. La segunda figura continúa puliéndose, sin olvidar que la tercera ya se acerca a niveles interesantes”.
Tokio 2020 cada vez se aprecia más cerca. Para llegar afinados se precisará de mucha prudencia y astucia. “Hemos diseñado la preparación a partir de lo logrado hasta la fecha. Ahora el presupuesto está dirigido a los dos clasificados (Leydi Laura y Lester Ders), aunque quisiéramos lograr otro boleto por intermedio de José Ricardo Figueroa (segundo en predios peruanos junto a Laura), que es la primera reserva por América. Tenemos confianza.
Debemos realizar dos bases de preparación en la altura, que siempre nos rinden buenos dividendos. Ya nos respetan más. La calidad la teníamos, pero los avances son palpables y pensamos aprovecharlos”, certificó.
Material Relacionado
