Tokío.- Una derrota por las veleidades del sorteo y otra por reveses sobre el tatami ante un equipo mongol que no es superior al nuestro, le costó a Cuba terminar séptima en la competencia por equipo del 38 Campeonato Mundial de Judo, con el que cerró las actividades de este certamen en la tierra que lo vio nacer de la mano del maestro Jigoro Kano.
Tras vencer al conjunto de Kazajastán (4-2, con Andy Granda como único perdedor sobre el tatami, pues Cuba no presentó 57 kg), las nuestras se enrolaron de tú por tú con el cuadro francés. Victorias de Iván Silva, Idalys Ortiz y Andy Granda, este último de manera espectacular en regla de oro, parecían avizorar una victoria parcial, que los hiciera avanzar a semifinal.
Sobrevino entonces el factor inesperado: dos derrotas en línea a la cuenta de Magdiel Estada frente a Guillaume Chaine y de Onix Cortés ante Margaux Pinot por descalificación en tiempo extra. Con el match igualado, todo se decidiría a través de un combate final, el cual al sortearte correspondió a la única división en que no presentamos representante.
Tocó ir a la ronda del repechage para el camino al bronce. Mongolia sería el adversario a vencer en un primer momento, pero tampoco pudimos con los asiáticos, a pesar de que Idalis inició el match con sonrisa. Andy, Magdiel y Maylín del Toro sucumbieron y todo quedó listo para un séptimo puesto que bien pudo mejorarse de haber sido otro el sorteo contra Francia.
A la postre, Japón completó su corona en ese apartado al disponer del conjunto galo, mientras Rusia y Brasil se quedaron con los terceros peldaños.
