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Las «extratallas» del uniforme escolar

Entre patrones, cortes y costuras permanecieron alrededor de 12 horas diarias los últimos tres meses, las 103 costureras espirituanas que laboran en los cuatro talleres pertenecientes a la unidad empresarial de base Confecciones Cumbre de Sancti Spíritus, donde se elaboraron más de 204 mil prendas destinadas a los estudiantes de esta central provincia, y a algunos de Cienfuegos, Villa Clara y Camagüey.

Más de 204 mil prendas correspondientes al uniforme escolar de todas las enseñanzas elaboraron las 103 costureras espirituanas que trabajan en los talleres de la UEB Confecciones Cumbre. Foto: Yuleiky Obregón Macías

“Hemos respondido al pedido del país y nos sentimos orgullosas de haber cumplido. Estamos cansadas, pero a la vez satisfechas, porque como madres y abuelas conocemos la alegría de ver a nuestros niños uniformados, sobre todo aquellos que lo usan por primera vez”, expresó Aleida González Rodríguez, trabajadora del taller Fe del Valle, ubicado en el poblado de Guayos, quien con la agilidad de 22 años de experiencia no apartó la vista ―ni siquiera para el diálogo― de la máquina en la que cosía camisas del encargo correspondiente al presente año.

“Tradicionalmente las producciones del escolar se realizan en siete meses, en esta ocasión debido a la entrada tardía de las materias primas tuvimos que reducir ese tiempo a la mitad. Para lograr cumplir el pedido de 196 mil 609 unidades fue necesario incrementar los planes en los talleres. Eso conllevó habilitar horas extras, fines de semana y feriados, y, especialmente, trabajar con mayor intensidad y calidad.  Las costureras mostraron disposición y nunca se fueron hasta que no terminaron la norma diaria, eso permitió sobrecumplir y apoyar a otros territorios como Villa Clara y Camagüey”, explicó Leandro León Maestri, especialista principal del Grupo Técnico-Productivo de la referida entidad espirituana.

Con más de tres décadas de quehacer en el Fe del Valle, Odalis Díaz Vera asegura estar acostumbrada a las faenas intensas. En ese taller especializado en la confección de camisas y blusas para las enseñanzas primaria y secundaria, remata, pone botones y plancha.  “Todas vinimos, en ocasiones de madrugada para salir de noche. A veces tuve ganas de quedarme en la casa pues la familia te exige presencia, pero una se llama a la reflexión y si tus compañeras vinieron no puedes ser la excepción”, acotó.

Al unísono, las máquinas de coser funcionan como una sinfonía, que además de emitir un sonido musical, marcan la rutina constante de esfuerzo y trabajo. Dania Martín Valle, quien dirige esa orquesta en la fábrica ubicada en Guayos, describe las jornadas como continuas, donde una depende de la otra. “La confección del uniforme fue difícil. Habitualmente se hace de diciembre a abril y ahora fue imprescindible subir el ritmo porque estábamos contrarreloj. Las indirectas nos sumamos al proceso productivo y así nos dimos la mano para cumplir”.

El salario que reciben los trabajadores de confecciones es uno de los más bajos del Ministerio de Industrias, en particular en Cumbre, que casi la totalidad de las producciones responden a un encargo estatal y generan poco valor agregado. Aunque el salario medio se incrementó a 494 pesos en los últimos meses y las costureras reciben pagos a destajo, el sueldo aún no compensa las faenas. Así lo hizo saber Daimarelis Pérez, secretaria de la sección sindical del Fe del Valle, durante la II Conferencia Provincial del Sindicato de Industrias.

También enfatizó la motivación que caracterizó a su colectivo por terminar con prontitud el uniforme. “Lo hicimos venciendo contratiempos, con los niños de vacaciones, se fue la corriente varias veces, y en ese momento nos íbamos a adelantar los quehaceres hogareños y regresábamos al trabajo a la hora que volvía la electricidad, cumplir ha sido una recompensa”, dijo la joven.

“Es meritorio recalcar el rol de las costureras, aunque entre ellas se catalogan por su rendimiento como cortas, medias o largas, todas fueron «extratallas». En un taller dijeron que ellas serían Marianas en esta tarea, y así los han demostrado”, ponderó León Mestri.

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