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La termoeléctrica Guiteras siempre responde (+ Fotos)

Domingo 21 de julio. 12:37 p.m. Sala de Control de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras. Con una alegría difícil de esconder, Pablo Piedra Díaz informa al Despacho Nacional de Carga: “Hemos llegado a 270 megawatt (MW) hora”, dice y brillan los ojos de los integrantes de la guardia número 2, la más joven entre las cuatro que laboran en tan estratégico sitio.

 

Los trabajadores Navarro, Panucia, Weekes y Manzanares observan el tubo causante de la paralización de la CTE Antonio Guiteras. Foto: Noryis

Cuando ayer a las nueve de la mañana el equipo dirigido por Piedra Díaz ocupó su puesto en la CTE, la planta generaba 260 MW. Tres horas después un exhaustivo ajuste en los parámetros de operación permitían ganar 10 MW, un aporte traducido en mayor disponibilidad de carga para el Sistema Electroenergético Nacional (SEN).

“Después de la sincronización al SEN, toca la estabilización de la carga y mejorar su eficiencia”, asegura Yadierquis Pérez Calunga, jefe de bloque. Ello supone, argumenta, la vigilancia constante de parámetros como la temperatura, la presión, el flujo o las vibraciones.

Luego de un mantenimiento donde tantas personas intervienen es normal el desajuste de una válvula de un equipo cualquiera. “Corregir esos imprevistos es nuestra misión”, confiesa Piedra Díaz. “En esta oportunidad resolvimos afectaciones relacionadas con el vacío, y eso provocó elevar la carga y la eficiencia, saldo muy conveniente tanto para la Guiteras como para la tranquilidad de la población, del país”.

Acostumbrado a ganar elogios por la pericia y la entrega del grupo por él dirigido, Piedra confirma estar siempre prestos a responder a situaciones extremas igual a la vivida tras la paralización de la planta, el pasado 16 de julio, un día en el que había amanecido laborando.

“Ya mi turno estaba en la casa cuando lo supimos. Enseguida llamé y me dijeron de qué se trataba. Uno ya se va preparando para la tarea. Lo siguiente es asumir y darlo todo para responder como se espera de una termoeléctrica como esta, que ha aprendido a salir airosa de los malos momentos”.

Cuando en septiembre del 2017 el huracán Irma azotó la Guiteras, precisamente cumplían jornada laboral Piedra y sus muchachos. Aún se recuerdan las historias de heroísmo por ellos protagonizadas.

“Es mucho el compromiso con un lugar que forma parte de nuestra familia. Y por la familia uno lo da todo”, afirma emocionado Yadierquis.

Ser de aquí entraña un especial vínculo, dice el veterano Piedra y los jóvenes Edel Scull, Yoandris Flores, Yariel Torrens y Raúl Rufín asienten moviendo la cabeza.

Aunque en la sala de control, conocida como BTG, Piedra y su equipo se ufanan por el prestigio ganado a base del buen hacer, reconocen que el sentido de pertenencia es un atributo propio de los más de 400 hombres y mujeres de la CTE.

Justamente esa entrega cotidiana realza la valía de lo hecho por quienes el propio martes 16 iniciaron la reparación de la avería causante de la salida de servicio de esta planta, considerada como bloque unitario la de mayor eficiencia en Cuba, debido a su bajo consumo de petróleo para generar electricidad.

Los trabajos de los integrantes de la guardia 2 lograron que al mediodía del domingo la CTE estuviera generando ya 270 MW-hora. Foto: Noryis

Estirpe de campeones

Una en febrero y otra en diciembre, dos paradas hizo la CTE el año pasado. Ninguna, sin embargo, afectó tanto como este desperfecto, agravado, en esencia, por varias circunstancias: el déficit de capacidad de generación producida por la salida de otras plantas del SEN, por mantenimientos planificados o por percances.

Adalberto Navarro Prada, jefe de caldera de la Empresa de Mantenimiento de Centrales Eléctricas (Emce), estima que en Guiteras cualquier problema se soluciona de inmediato. No obstante, la presión se duplica en un contexto semejante al que tuvimos, dice.

Rubén Campos Olmo, director de la planta, explicita las repercusiones de una avería que nada tiene que ver con un error operacional. Funcionaba de manera estable la planta cuando sucedió, argumenta, lo conocido como reventón. El salidero inicial de la caldera se produce por un pequeño agujero en un cordón de soldadura de uno de los tubos y ese chorrillo, a alta presión, incide en otro tubo y lo va debilitando, no resiste y explota…”.

Para poder entrar a la zona del desperfecto se necesitó un proceso de enfriamiento. El procedimiento, pronosticado entre 30 y 34 horas, se realizó en 24. Ese resultó el primero de los varios pasos que en un plazo de poco más de 72 horas sincronizaron la CTE al SEN, hecho logrado un poco antes del sábado, el día que se había anunciado.

Ver la planta en pleno servicio es un orgullo indescriptible, coinciden entrevistados como el soldador Javier Weekes Sosa; el dependiente de almacén Irán Julio Angeric Rodríguez; y Julio Panucia López, jefe de brigada de apoyo del área de caldera.

Desde el rol que representan, cada uno tuvo un desempeño protagónico. Según el ingeniero Campos Olmo, los soldadores trabajaron en condiciones de elevada complejidad y aportaron valiosas soluciones, en un sitio donde los cientos de tubos y su disposición dificultan el acceso y complejizaron los trabajos.

Tras el paso a la normalidad, de labor en equipo y de apoyo mucho se habla en un colectivo donde se agradece a las direcciones nacionales de la Unión Eléctrica (UNE) y la Emce, a los ministerios de Energía y Minas y de Industrias, así como también a las autoridades políticas y gubernamentales del municipio y de la provincia. Como ha sido común, nuevamente el sindicato en todos sus niveles volvió a movilizar a las fuerzas para emprender labores de recuperación y solucionar la avería en el menor plazo posible.

Fundada en marzo de 1988, al momento de su percance, la CTE había cerrado un exitoso primer semestre del año, etapa donde registró una cifra superior al millón de megawatt, consecuencia de haber aportado más de 160 mil MW por encima de lo planificado.

A esa cantidad se suma el positivo comportamiento de los indicadores de eficiencia, lo que permitió sobrecumplir la producción mercantil y tributar a la economía del municipio, de la provincia y de la nación.

A pesar de esta avería, estima el director Campos Olmo, el centro mantiene la posibilidad de cumplir sus metas productivas y de eficiencia del año, un compromiso al que nunca renunciarán.

En tiempos normales la CTE alcanza 280 MW-hora. Foto: Noryis
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