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Pierrot Lunaire en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís

Un interesante concierto donde será ejecutada íntegramente la obra emblemática del siglo XX Pierrot Lunaire Op.21, se realizará el venidero miércoles 31 de Julio, a las 6.00 p.m., en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, en La Habana Vieja, con dirección artística de Helson Hernández, dirección musical de la maestra francesa Nathalie Marín, y la conducción orquestal será compartida por varios de los más destacados jóvenes directores participantes.

La obra fue compuesta en 1912 por el austríaco Arnold Schoenberg, con textos del poeta belga Albert Giraud traducidos por Otto Erich Hartleben. En el concierto previsto para el último día de julio actuará la soprano Cristina Sánchez, acompañada por los instrumentistas Ariel Sarduy (violín), Amaya Fuentes Sarría  (viola), Carolina Rodríguez (cello), José Lázaro Álvarez (flauta y Piccolo), Maryolis Rivas (clarinete) y Sunlay Almeida (piano).

Este espectáculo servirá de escenario, además, para  la culminación de un curso para jóvenes directores de orquesta, auspiciado por el Teatro Lírico Nacional de Cuba que dirige el maestro Giovanni Duarte, y la Embajada de Francia en La Habana, el cual cuenta con la participación de exponentes cubanos y extranjeros de dicha disciplina artística. Los diversos talleres y clases magistrales con sede en los salones de la referida compañía nacional de la ópera cubana entre el 15 y 31 de julio, cuentan con la guía pedagógica y dirección musical de la maestra francesa Nathalie Marín, quien anteriormente ha asumido la batuta de reconocidas formaciones musicales en nuestro país como la orquesta Sinfónica Nacional y la del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.

Helson Hernández informó además que Pierrot Lunaire  es una pieza virtuosa recreada en un ambiente de cabaret, construida en tres partes y divididas en 7 números cada una. Los solistas, violín, viola, flauta, piccolo, clarinete, violoncelo, piano y soprano, son todos protagonistas en esta creación.

La cantante utiliza —agregó Helson— una técnica muy particular: el “sprechgesang”, conocido como el canto hablado, una declamación muy expresiva y teatral, heredada del estilo de grandes luminarias de finales del siglo XIX como Sarah Bernhardt. Las sonoridades, las melodías, crean una atmosfera feérica y transporta al público a un mundo poético, que marcó una etapa importante en la historia de la música.

Dijo asimismo que Pierrot Lunaire presenta un gran interés artístico, es una obra que ha sido muy poco interpretada en Cuba, además del valor pedagógico que supone para los jóvenes directores de orquesta, los cuales profundizarán sobre la obra en particular, y tendrán una experiencia interpretativa inédita en la isla.

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