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La décima amplía su familia (+Fotos)

Por Roly Ávalos Díaz y Pedro Péglez González

Invitado al VII Festival Toda luz y toda mía por la investigadora espirituana Saylí Alba Álvarez, de la coauspiciadora Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, el destacado historiador Ernesto Limia Díaz se sintió vivamente impresionado por el evento, al punto de escribir en su página en Facebook: “He resuelto abandonar la Historia, ya me aburrí. Me voy a meter a repentista para irme de gira con Papillo y el Jilguerito”.

Un momento de la gala inaugural, en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera. Los improvisadores Papillo, Maikeidlys y Abel Amador, acompañados por Síncopa Son. Foto: Irasema Cruz

Por supuesto que lo decía en broma, porque en realidad estaba dando fe de un nuevo capítulo de fortalecimiento de la imprescindible articulación entre Historia y Cultura, y muy en particular de un área totalmente inherente a la identidad nacional. De esta forma jocosa daba testimonio de cómo gana constantemente adeptos este complejo artístico-literario de la poesía en estrofas de diez versos, con sus dos columnas vertebrales: la décima oral improvisada y la décima escrita, complejo del cual fue deslumbrante reflejo este VII Festival.

El encuentro se dedicó a los decimistas espirituanos Reinol Cruz (escritor) y Diosdado Naranjo (improvisador), y a los aniversarios 130 de La Edad de Oro y 120 de Rubén Martínez Villena. Esta séptima edición de los festivales Toda luz y toda mía, evento anual de la agrupación decimística homónima, de Sancti Spíritus —la cual preside la escritora Merari Mangly Carrillo y es un proyecto perteneciente al Centro Provincial del Libro y la Literatura— fue coauspiciada por la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez e incluyó el VI Taller de Estudios de la cultura campesina, espacio de análisis que abrió precisamente Ernesto Limia con una conferencia magistral (Papel de los campesinos cubanos en la gesta independentista) y la presentación de su libro Cuba libre. La utopía secuestrada.

El inicio del espacio teórico con el historiador Ernesto Limia. Foto: Irasema Cruz

Le siguieron el lanzamiento del volumen Décima improvisada y punto cubano. Cronistas de identidad: Luis Martí y Chicho, de Merari Mangly; y conferencias de Yasmani Castro, de Santiago de Cuba (El canto de Celina González); Jesús Arencibia, de Pinar del Río (Apuntes sobre el vínculo entre creación poética y periodística); la anfitriona Saylí Alba con su multimedia Con el sabor de mi punto; los también espirituanos Dariel Enrique Martín (sobre los homenajeados Reinol Cruz y Diosdado Naranjo) y José Trinidad (sobre la parranda Manacanabo); así como la presentación del documental Casablanca, el abrazo de un amigo, sobre un encuentro de poesía oral en Chile, por Luis Paz Esquivel (Papillo), director del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado.

Los decimistas en escena

En correspondencia con el significativo predominio que en la provincia espirituana tiene la vertiente oral de la décima —repentismo y todos sus enlaces con la cultura musical y danzaria de origen campesino— concibe su quehacer el Grupo Toda luz y toda mía, iniciativa de los creadores de la vertiente escrita (su nombre es el de la primera antología decimística publicada en el territorio, a fines de los 90), quienes cristalizaron ese empeño en noviembre del 2011. Eso desde luego se expresa en sus festivales anuales, y este no fue una excepción.

El elenco en escena fue de primera línea. A los improvisadores locales —el homenajeado Diosdado Naranjo, Abel Amador, Raúl Herrera y Maikeidlys Díaz Coca, se sumaron los visitantes Papillo, Yeny González, Tony Iznaga, el Jilguerito, y Roly Ávalos, quien además de escritor es repentista. Las  agrupaciones musicales espirituanas, como siempre, estelares: Síncopa Son, el Coro de Claves, el Cuarteto Toledo, la Parranda Manacanabo… y mención aparte para los solistas Nicomedes García y Yaidelín Álvarez.

Respaldados por el Cuarteto Toledo, cuatro improvisadores actuaron en la sede de la Universidad de Sancti Spíritus: De izquierda a derecha, Oihana, Yeny, Papillo y Nicasio. Foto: Ernesto Limia

Pero el broche de oro para la escenificación poética oral la pusieron los hermanos de otras latitudes que acudieron a la cita: Oihana Iguaran, una joven bertsolari (que son los improvisadores en el País Vasco) y Nicasio Luna, payador (que así se llaman los repentistas en Sudamérica), procedente de Chile.

Las presentaciones fueron varias y con diversos públicos, siempre los improvisadores en interacción con los escritores, en las llamadas contralecturas, que es la “controversia” entre repentista y escritor. Los creadores de la vertiente escrita, tanto del patio como visitantes, además de participar del programa en general, tuvieron sus espacios específicos en diversos lugares, con lecturas de poemas y presentaciones de libros. Entre los escritores espirituanos estuvieron los infaltables Ramón Díaz Medina (Premio de décima en el concurso 26 de Julio 2018), Freda González, Reinol Cruz, María del Rosario Basso, Pável Esquerra (también trovador), Pedro Mendigutía y Noelio Ramos.

En la sede de la Uneac, una contralectura entre el escritor Ramón Díaz Medina y el repentista Diosdado Naranjo. Foto: Irasema Cruz

Entre los escritores invitados, además de los ya mencionados procedentes de La Habana, Pinar del Río y Santiago de Cuba, estuvo la poetisa Indira Lisy Pérez Peña, de Camagüey, que en abril había recibido en Guáimaro el Gran Premio del XII concurso Décima al filo, dado a conocer en el XIV Encuentro de esa agrupación de mujeres decimistas.

En el bulevar, delante del Centro de Interpretación de la Ciudad, transcurrió el llamado Matutino Versoluz, dedicado a José Martí, con niños y adolescentes del proyecto artístico Espíritu de Ismaelillo, auspiciado por sus progenitores y otros familiares. Estos noveles artistas actuaron para los escritores e improvisadores invitados al VII Festival Toda luz y toda mía, quienes reciprocaron el gesto con sus actuaciones, mientras los gestores del proyecto tuvieron el lindo gesto de entregar a Merari Mangly la Distinción Espíritu de Ismaelillo. También por estos días, en la galería de la sede de la Uneac, volvieron a actuar integrantes de esta alineación infantil, durante la inauguración de la exposición Música y pincel por La Edad de Oro, ilustraciones de Carlos Serra para el CD Desde la Edad de Oro, con canciones de Rita del Prado.

Improvisadores y escritores compartieron una noche con los pobladores del municipio de La Sierpe, en una actividad coordinada por el CAI arrocero Sur del Jíbaro. En la imagen, una de las actuaciones de esa velada, la controversia entre Raúl Herrera y Papillo. Foto: Irasema Cruz

La Casa de Cultura de la ciudad de Sancti Spíritus acogió el sencillo homenaje a Rubén Martínez Villena en el año del aniversario 120 de su nacimiento, mediante una charla de la investigadora Saylí Alba, además de presentaciones de libros y lecturas poéticas, con la participación del poeta Marco Antonio Calderón, presidente del Comité Provincial de la Uneac. Similares acciones se llevaron a cabo en la sede de Radio Sancti Spíritus en tertulia conducida por Reinol Cruz y con la participación del poeta Manuel González Busto.

 

Los premiados del concurso

La sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia, en una cita nocturna conducida por el reconocido poeta Pedro Mendigutía, fue el espacio escogido para la premiación del VIII Concurso nacional de décima escrita Toda luz y toda mía, cuyo jurado estuvo integrado por los poetas Miguel Mariano Piñero, Antonio Rodríguez Salvador (Chichito) y Pedro Péglez González.

El escritor y repentista Rolando Ávalos recibió el principal lauro del octavo concurso de décima escrita Toda luz y toda mía, de manos de Merari Mangly, presidenta del grupo homónimo, después del anuncio del presidente del jurado, Pedro Péglez González. Foto: Oscar Alfonso Sosa / ACN

El jurado dejó “constancia de que, no obstante la calidad literaria general de las obras presentadas al concurso, se requiere insistir en la necesidad permanente de un mayor cuidado de los escritores decimistas por la estructura, en términos de los recursos métricos y rítmicos, entre otros procederes escriturales”, y decidió otorgar el galardón principal al conjunto El mar es el bar de un par, cuyo autor, una vez abiertas las plicas, resultó ser el escritor y repentista habanero Rolando Ávalos Díaz.

Los deliberadores además concedieron dos lauros colaterales: a la obra Extremaunción, de Irasema Cruz Bolaños (La Habana), para texto escrito por mujer, auspiciado por el Grupo Décima al filo, y a la obra Náufragos del tiempo, de Reinier Hernández Escalona (Las Tunas), para texto de autor menor de 35 años, respaldado por el Grupo Ala Décima.

 

El escritor laureado y su obra

Rolando Ávalos Díaz (La Habana, 1988) es Licenciado en Comunicación Social, poeta de amplio espectro —destacado por igual como escritor decimista y como repentista— narrador, editor, y se desempeña como corrector en el periódico Trabajadores. Cursó tempranamente estudios bajo el sistema aportado por su tío Alexis Díaz-Pimienta para el ejercicio de la poesía improvisada y en los cursos del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Recibió en el 2010 mención en el X concurso nacional Ala Décima por su cuaderno Fotos del otoño. En el 2011, invitado por nuestra agrupación, participó en la fascinante experiencia de la contralectura realizada en el Pabellón Cuba a propósito de las actividades de verano del Centro Iberoamericano de la Décima, y conquistó el relevante VIII concurso internacional de décima de Tuineje, Canarias, España, con su cuaderno titulado El mar que tiene raíces. En el 2013, mereció el Premio a autor joven y el Premio Célida Cortina de tema comunitario en el XIII concurso nacional Ala Décima, con su cuaderno Boca de lobo. También en ese año, recibió el Premio de la Casa de Cultura en el II concurso Toda luz y toda mía 2013, de Sancti Spíritus. En el 2014, con su texto en versos libres Poema para que me llames por teléfono, mereció en España el Premio El Buscón (para menores de 30 años) en el XXXIV concurso internacional Francisco de Quevedo. En el 2017 alcanzó el Premio Ala Décima en el VI concurso Toda luz y toda mía 2017 con su conjunto El mar en el espejo. Tiene publicado el poemario Mundo pañuelo, por la Editorial Guantanamera, de España. Es uno de los Poetas amigos de la peña sede de Ala Décima. En el XVIII Encuentro Nacional Ala Décima, tras recibir el lauro principal del certamen homónimo, solicitó con una décima improvisada su ingreso al Grupo Ala Décima y en ese mismo momento recibió su carné. En el 2019, integró el jurado del XIX concurso nacional Ala Décima, el cual sesionó en el periódico Trabajadores. En ese mismo año conquistó el importante Premio Francisco Riverón con su libro Boca de lobo, que será publicado por Ediciones Montecallado para la Feria del año próximo.

 

Anteriores ganadores del premio Toda Luz:

1.- 2012.- Espacio exterior, de Diusmel Machado Estrada.

2.- 2013.- Los trabajos distantes, de Pedro Péglez González.

3.- 2014.- Amar, temer, partir, de Junior Fernández Guerra.

4.- 2015.- Fugas, de Elizabeth Reinosa Aliaga.

5.- 2016.- Colmillos de costa, de Alexander Jiménez del Toro.

6.- 2017.- Pan nuestro de lo inasible, de Luisa Oneida Landín.

7.- 2018.- Infancia, bautismo y partida, de Miguel Mariano Piñero.

En la siempre impresionante ciudad de Trinidad, los participantes actuaron en el Patio Bécquer, de la colaboradora Empresa Aldaba. En la imagen El Jilguerito, acompañado por la Parranda Manacanabo. Foto: Irasema Cruz
La clausura del Festival, como ya se ha hecho habitual, fue la serenata, tradición rescatada que en esta ocasión, en la medianoche del último día, tocó a las puertas del músico espirituano José Ezequiel Cardoso (Lalito), estudioso de la obra del relevante compositor Ángel Rafael Gómez Mayea (Teofilito), autor entre otras de la conocida canción Pensamiento, joya de la trova espirituana y pieza de la cual se cumplían 104 años. Foto: Irasema Cruz
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