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Cuando no se entiende de trabas (+Fotos)

La zafra azucarera en Camagüey desde hace años no ha podido cumplir con las cifras pactadas; sobrevive en un vaivén de éxitos y desafíos. No obstante, la constancia del personal que protege las piezas de repuesto, controla el combustible, o que simplemente garantiza los recursos necesarios, ha permitido sostener un oficio, que es también tradición en estos lares.

Mientras recibían la condición de Vanguardia Nacional, los trabajadores se comprometían a trabajar más. Foto: Gretel Díaz Montalvo

Los cerca de 400 trabajadores de la Sucursal Camagüey de la Empresa de Logística Azumat bien entienden eso de ser el “aparto logístico por excelencia”. Se saben sostén de la economía por su quehacer; se sienten familia y aseguradores natos de lo que la zafra azucarera necesite. Por eso cuando le anunciaron que, por cuarta ocasión desde su fundación, ondearían la bandera de Vanguardia Nacional, se alegraron, pero lo sintieron realmente como un compromiso para trabajar más.

Éxitos que se premian

“El ciento por ciento de lo que necesiten los azucareros lo ponemos nosotros. No importa si es calzado, ropa, piezas de repuesto o combustible, lo que haga falta”, asegura Sergio Corrales Casas, director de la entidad.

Para ello, alega, se realiza un parte diario de las urgencias, “ya que contamos en cada municipio azucarero de la provincia con una agencia y a través de un sistema que tenemos realizamos las entregas.

“Pero el país sufre limitaciones económicas que nos guían a buscar alternativas y crear vínculos con otras empresas para crear piezas y para que no nos suceda, como en una ocasión, que perdimos 20 horas de tiempo por malos procedimientos en el trabajo diario”, explica.

Sergio Corrales Casas, director de la entidad, asegura que ahora toca trabajar más. Foto: Gretel Díaz Montalvo

Los camiones y las pipas son el pulmón de la sucursal agramontina, por eso mantenerlos en pie es una de las tareas esenciales que no dejan de lado. Ramón Rodríguez Cardó, secretario de la sección sindical de los almacenes centro, una de las ocho agencias con que cuenta la sucursal, asegura que el secreto está en la constancia en el trabajo. “Desde que llegamos nos enfocamos en hacer lo que nos toca: limpiar, revisar lo que tenemos en almacén, distribuir a los centrales lo que necesitan, reparar un equipo; hacemos lo que sea necesario”.

Y tan así, que solo durante el año pasado acumularon más de 11 mil horas de trabajo voluntario, fueron la mejor sucursal del país, sobrecumplieron ventas, utilidades y productividad; ostentan estabilidad en su personal con un promedio de salario de mil pesos y no cuentan con hechos delictivos.

“Lo que hacen estos trabajadores es muestra de lo que no le debe faltar al cubano, porque ellos no se detienen ante las dificultades y no entienden de trabas”, aseveró Enrique Sosa Nieves, secretario provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros, durante el acto de entrega del estandarte.

Ir más allá

Después de que te reconocen, queda, como comenta  Rodríguez Cardó, esforzarse más “porque lo recursos deben llegar a tiempo, y somos nosotros los encargados también de ayudar a la zafra”.

“Recibir la condición de Vanguardia Nacional en condiciones difíciles es un compromiso mayor que nos exige un mejor control interno, sobre todo del combustible”, asegura Corrales Casas.

Foto: Gretel Díaz Montalvo

Pero la posibilidad de repetir el éxito radica en manos de cada uno de los trabajadores, esos que pretenden, aunque no sea su objeto social, continuar entregando las ocho toneladas de carne de cerdo que producen en una de sus unidades.

Esos, que como el director, llevan unos 50 años de trabajo, que se sienten familia y que instan a los nuevos a seguir su máxima no escrita de ser eficientes y no detenerse ante nada.

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