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Continúa búsqueda de médicos cubanos secuestrados

Desde que se supo la triste y compleja situación de los médicos cubanos secuestrados en Kenya (Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez Hernández), el Gobierno y los Consejos de Gobernadores de ese país organizaron un dispositivo de rescate donde participan varias agencias de seguridad, declaró a la prensa local el portavoz del Servicio Nacional de Policía Charles Owino, quien aseguró que el Comité Asesor de Seguridad Nacional, el Secretario de Gabinete de Salud, Interior y Defensa, “siguen ocupados del asunto”.

Imagen de los doctores Assel y Landy publicada este domingo en www.nation.co.ke

El Sr. Owino también comentó que la Secretaria de Salud del Gabinete, la Sra. Sicily Kariuki, estaba en contacto con su homólogo en Cuba, «quien recibe informes regulares sobre los esfuerzos para localizar a los médicos».

«Estamos barriendo la ciudad en operaciones de puerta en puerta en busca de sospechosos que podrían estar relacionados con el secuestro», dijo el comandante de la policía del condado de Mandera, Jeremiah ole Kosiom, según nota aparecida este domingo en el diario keniano Daily Nation (www. nation.co.ke).

Entre las iniciativas de la población local destaca el envío de una misión de “ancianos del clan”, quienes se trasladaron hasta Somalia para interceder por la liberación de Assel y Landy.

Desde el inicio de su estancia en Kenya (junio del 2018), Landy y Assel habían atendido a casi 4 mil pacientes cada uno en sus consultas de cirugía y medicina general respectivamente, comentó la víspera a la televisión cubana el Dr. Damodar Peña, jefe de la Brigada Médica Cubana en el país africano. Ese trabajo les ganó el reconocimiento de las familias de Mandera, donde se encuentra el hospital al que estaban asignados. Esa fue una de las motivaciones del consejo de ancianos para participar de la búsqueda, liberación y regreso de los médicos, explicó.

El resto de los miembros de la brigada (99) continúan sus labores, agregó, mientras que el Gobierno y el Consejo de los Gobernadores han reforzado la seguridad de cada uno de los colaboradores en los últimos días.


Landy Rodríguez Hernández es natural de Placetas, provincia de Villa Clara. Al momento de salir hacia Kenya trabajaba como cirujano en el Hospital General de Remedios. Assel Herrera Correa, nacido en Puerto Padre, provincia de Las Tunas, antes había participado en  brigadas de colaboración médica en Botsuana, Brasil y Venezuela.

¿Qué dicen los pacientes de Assel y Landy?

“Es una gran pérdida. El secuestro de los médicos es lo que más perjudica a los pobres, ya que no pueden darse el lujo de volar (a otros países) cuando están enfermos «, declaró el directivo de salud de Mandera, Mahamud Eda, al diario kenyano Standard Media.

Los doctores Assel Herera Correa (izquierda) y Landy Rodriguez en el uno de los centros médicos en Mandera, Kenya. Imagen publicada en www.standardmedia.co.ke

El artículo reconoce que los médicos cubanos enfrentaron “la barrera del idioma, las disparidades culturales, la separación de sus familias y los lejanos rumores de inseguridad, para brindar servicios de calidad a las comunidades marginadas, hasta que los terroristas los atacaron ayer”.

“A raíz de este acto sin sentido, los pacientes, incluidos los de la vecina Somalia, quedaron visiblemente destrozados en los bancos del hospital, inseguros de lo que les espera con sus citas canceladas”, relata el sitio digital.

Según testigos, el Dr. Rodríguez salió del hospital la noche anterior al secuestro a las 9:30 p.m. Antes de partir, verificó la lista de pacientes del día siguiente, ordenó que dispusieran escalpelos, guantes y medicamentos para el caso previsto de apendicitis y prometió estar de regreso antes de las 9 a.m.: “Habían trabajado más de 10 horas, como era típico en el único hospital de referencia en el condado de Mandera”, narran los periodistas Mercy Adhiambo y Abdimalik Hajir.

“Se marcharon a casa con su guardaespaldas, el agente Katambo Ngala. Vivían a pocos kilómetros del gobernador de Mandera, Ali Roba”, afirman.

Katambo fue abatido la mañana siguiente durante el secuestro.

«Los médicos cubanos siempre habían llegado a tiempo y se encargaban de los casos más complejos», declaró Mahamud Eda, al comentar la extrañeza de los pacientes ante la demora del día del suceso.

En los meses que llevaban en Mandera, el cirujano Rodríguez había atendido a 3 mil 470 pacientes, mientras que el médico general Herrera había consultado a más de 4 mil 300 casos, precisó Eda, quien los describió como “firmes y alegres”.

El directivo recordó el caso del accidente en Banisa, cuando les llegó un paciente en estado crítico: “Tenía una hemorragia interna, recuperaba y perdía la conciencia constantemente, y el Dr. Rodríguez estuvo con él desde el mediodía hasta tarde en la noche, sin tomar un descanso”, narró.

“Ellos se dedicaron a salvar vidas. Nunca se quejaron”, insistió Eda.

Según el propio medio, el secuestro se produjo apenas horas después de que el comisionado regional Mohamed Birik anunciara el inicio de un plan de acción para prevenir y contrarrestar el extremismo violento en la zona.

Debido a la ubicación fronteriza con Etiopía y Somalia, los centros médicos de Mandera también prestan servicios a los ciudadanos de esos países. Según el gobernador local, Ali Roba, durante el 2018 los 20 centros de salud manderenses atendieron a más de 474 mil 000 pacientes etíopes y somalíes.

Standard Media se hizo eco además de la condena emitida por el Sindicato de Farmacéuticos y Odontólogos de Medicina de Kenya (KMPDU), al tiempo que su secretario general, Ouma Oluga, instó al Gobierno a garantizar la liberación segura de los secuestrados.

Finalmente, un editorial publicado por Standard Media, condenó enérgicamente el ataque y reclamó “aumentar la seguridad de todos los médicos cubanos que trabajan en Kenya. El gobierno debe ayudar a los médicos a operar en un entorno libre sin que tengan que velar por sus espaldas”. Insistió en que “mejorar la seguridad no debe significar dar a cada uno de los médicos una seguridad personalizada, sino mejorar la situación general, especialmente en áreas volátiles. Sería inútil tratar sólo los síntomas. Una mayor inteligencia y acción son la clave para lidiar con esta amenaza. Lo menos que puede hacer el gobierno ahora es actuar rápido, encontrar a los médicos secuestrados y castigar a los perpetradores”.

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