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Recuperación tras el tornado: Apoyo con motivación doble

Nelson López Goulet, albañil y dirigente sindical guantanamero, labora en la recuperación como parte de la brigada de trabajo socialista XXI Congreso de la CTC. Foto: Ramón Barreras Ferrán
Nelson López Goulet, albañil y
dirigente sindical guantanamero,
labora en la recuperación como parte
de la brigada de trabajo socialista
XXI Congreso de la CTC. Foto: Ramón Barreras Ferrán

Nelson López Goulet dejó atrás su querida tierra del Guaso, su siempre acogedora Guantánamo. Recogió ropa de trabajo y alguna de vestir, se despidió de la familia y acudió al sitio de encuentro. Un muy largo trayecto venció, junto con otros 12 constructores, hasta llegar a La Habana para incorporase a la recuperación por los daños ocasionados por el tornado ocurrido la noche del 27 de enero.

Él es miembro del buró municipal del Sindicato de la Construcción en el municipio cabecera de esa provincia oriental. Con orgullo afirmó: “Y también albañil”. En estos momentos está al frente del grupo de guantanameros que forma parte de la brigada de trabajo socialista XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), formada por 80 operarios de diferentes territorios del país, quienes permanecerán por 21 días en las labores de construcción y reparación de viviendas, motivados por la necesidad de los damnificados, y además, por la próxima celebración del importante evento del movimiento sindical cubano.

Explicó que forma parte del Movimiento Vanguardista de la Construcción, constituido hace más de 30 años y que mantiene mucha fuerza y arraigo en su provincia, a diferencia de otras del país. Su sentido fundamental radica en apoyar de manera voluntaria las inversiones y obras principales que se estén ejecutando. “Siempre hacemos trabajo voluntario dos domingos al mes”, aseguró.

Lo encontramos en un mediodía lluvioso, junto con operarios de Santiago de Cuba y jóvenes de la cooperativa no agropecuaria Concordia, de Matanzas, en la terminación de una casa en el municipio de Regla.

“De Guantánamo vinimos albañiles, plomeros, carpinteros y ayudantes. Es el segundo grupo de la brigada. Estamos concentrados en tres viviendas. Esta la terminaremos en pocos días si no demoran en llegar los recursos. Trabajamos con los moradores dentro”, señaló el experimentado dirigente sindical.

Esta vivienda quedó casi totalmente destruida. En ella han laborado constructores de Guantánamo, Matanzas y Santiago de Cuba, junto con miembros del contingente Ñico López. Foto: Ramón Barreras Ferrán

“Las jornadas son largas. Las iniciamos bien temprano y casi siempre nos vamos de noche. No descansamos. Los fines de semana hacemos trabajo voluntario. Compartimos el esfuerzo con compañeros de la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería (Ecoing) número 12, formada por el contingente Ñico López. Los damnificados nos dicen que nos quedemos y así se lo han hecho saber a los jefes. Nosotros estaremos hasta que sea necesario. Los cubanos somos solidarios y los orientales sabemos bien lo que significa la ayuda después del paso de un fenómeno meteorológico”, agregó.

“Cuando se ve que la vivienda que quedó destruida se levanta de nuevo y que los integrantes de la familia expresan su agradecimiento y alegría, se siente gran satisfacción y uno comprueba que vale la pena venir desde tan lejos. Además, todas las casas están quedando en mejores condiciones. Fíjense en el piso que se coloca, en el baño… La terminación es excelente”.

Con solo recorrer el municipio de Regla es fácil apreciar aún las notables afectaciones ocasionadas por el tornado. El empuje mancomunado, la unidad y la labor constante van borrando paulatinamente las heridas que dejó el tornado en ese sitio tan emblemático de la geografía capitalina.

Las manos de los constructores del país se unen una vez más para que la pesadilla de aquella noche de enero, aunque no se olvide jamás, deje de pesar tanto en la mente de quienes sintieron y vieron cómo el viento destruía a su paso sin poder hacer nada para detenerlo.

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