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Recuperación en La Habana: No hay sábado sin sol, ni domingo sin aporte voluntario (+ Fotos)

El tornado que se adueñó de la noche del 27 de enero pasado dejó mucha destrucción y un gran reto en varios municipios de la capital del país. Los daños trajeron la ofensiva. Desde el instante mismo en que tocó tierra son muchas las historias de consagración y heroicidad que se han entretejido, unas contadas y otras que están aún por contar.

 

El albañil holguinero Luis Antonio Ricardo Rodríguez, integrante de la brigada de trabajo socialista XXI Congreso, labora en la colocación del piso en uno de los locales de la residencia estudiantil, en el municipio capitalino de Diez de Octubre. Foto: Osvaldo Marrero

Una de ellas, sin duda alguna, la han protagonizado los constructores, esos a los que el Comandante en Jefe Fidel Castro llamó “los dignos hombres de los casos blancos”. Y aunque ahora los usen también de otros colores, como azules, verdes y rojos, siguen siendo merecedores del elogio mayor.

Para los albañiles, ayudantes, pintores… no hay horas ni días de descanso. Comienzan la jornada laboral cuando aparecen en el horizonte los primeros rayos del sol y la finalizan en muchas ocasiones con la luz de lámparas y bombillos, porque “el tiempo es oro para devolverles lo antes posible el techo y las paredes a las familias que perdieron sus viviendas”, como afirmó Luis Osvaldo Marrero Hernández, miembro del buró provincial del Sindicato de Trabajadores de la Construcción (SNTC), en La habana, quien ha permanecido de manera constante junto con los técnicos y operarios de las múltiples entidades del sector que intervienen en la recuperación.

Parafraseando un viejo y arraigado refrán, en las zonas afectadas no hay sábado sin sol, ni domingo sin aporte voluntario. Cada día inicial de la semana se reúnen fuerzas constructoras de diversos colectivos y provincias del país. La solución del problema creado por el meteoro no ha quedado solo en manos de los capitalinos, por

Esas jornadas se han integrado al sistema establecido por el SNTC en todo el país de realizarlas en obras con la máxima prioridad, fundamentalmente la construcción de viviendas, la producción de materiales y la ejecución de inversiones significativas, en saludo al XXI Congreso de la CTC, cuyas sesiones finales se efectuarán a finales del próximo mes.

Constructores afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de la Defensa en una jornada dominical de trabajo voluntario. Foto: Osvaldo Marrero

Es fácil encontrar entremezclados un domingo en la ejecución de las faenas de construir y reparar las casas afectadas por los fuertes vientos del tornado a integrantes de cooperativas no agropecuarias con miembros de los contingentes de sector de la construcción; trabajadores de empresas estatales, como la de Construcción y Montaje de Mariel, por solo citar a una; a Maestros de Oficios y a operarios de otros territorios del país.

Trabajadores de la Empresa de Construcción y Montaje (ECM) de Mariel en plena faena de construcción de viviendas. Foto: Cortesía ECM Mariel

Buena nueva

Una nueva y muy buena noticia conocimos a través de Carlos Antonio de Dios Oquendo, secretario general del SNTC: acaba de constituirse la brigada de trabajo socialista XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), formada por 100 constructores, fundamentalmente albañiles y ayudantes, procedentes de todas las provincias del país.

Al frente de ella está Ramón Morales Fuentes, máximo dirigente del Comité Provincial del SNTC en Santiago de Cuba. Lo encontramos en el municipio de Regla y allí afirmó: “Estaremos aquí hasta que haga falta, con el espíritu que siempre ha caracterizado a los constructores cubanos, el de vencer las dificultades y avanzar. No hay ni habrá descanso. Trabajamos duro cada día para contribuir a que todo vuelva a la normalidad lo más pronto posible. Realmente, nos sentimos orgullosos de estar aquí, en este importante frente de batalla. Dejamos a nuestra familia detrás, pero aquí otras que nos necesitan en este momento”.

Carmen Rosa Bernardo Guerra es la directora de Capital Humano de la Empresa Constructora de Obras e Arquitectura e Ingeniería (ECOAING) número 2, radicada en el municipio capitalino de Playa. Ella encabeza un colectivo de 32 trabajadores de las provincias de Artemisa y Holguín, quienes laboran en la reparación de una residencia estudiantil en Diez de Octubre. “Llegaremos a ser 50 operarios cuando se incorporen los de Granma y Villa Clara. Siempre estoy con ellos, atenta a lo que necesiten. Voy temprano todos los días hasta el lugar donde se hospedan, los acompaño hasta la obra y retorno con ellos. Son muy consagrados, ejemplo de buenos constructores. Es un honor para todos estar aquí. Pensamos terminar las labores lo antes posible. Por eso las jornadas son largas todos los días, incluyendo los domingos cuando hacemos trabajo voluntario”.

En Regla hay en estos momentos 14 trabajadores de Guantánamo, cinco de Santiago de Cuba y 20 de Pinar del Río que forman parte de la brigada de trabajo socialista. Josué Fidel Robinson Sánchez, es director de Capital Humano del contingente Ñico López y dirige ese grupo. “La respuesta a la convocatoria que hizo el Sindicato fue inmediata. Estamos trabajando fuerte en la construcción y reparación de viviendas. Es muy estimulante apreciar cómo se avanza y con qué voluntad laboran, sin descanso, los brigadistas. El contingente mantiene también 200 trabajadores en este municipio, quienes dan una fuerte ofensiva a la recuperación, sin tiempo para el descanso, ni siquiera los domingos. La unidad y el esfuerzo permitirá alcanzar la victoria propuesta”.

Agustín Ramos llegó a La Habana desde Santiago de Cuba. Él forma parte de la Empresa de Restauración y Conservación de esa ciudad heroica. “Soy albañil, pintor…, hago lo que sea necesario, porque aprendí a ser versátil en el trabajo de la construcción. Tenemos el espíritu, la fuerza y la voluntad para ejecutar lo que se nos asigne por el tiempo que sea necesario. Todos somos cubanos y tenemos que ayudarnos, principalmente en momentos difíciles como este. Trabajamos de ‘campana a campana’”, señaló mientras hizo un breve alto en sus labores, sin soltar la cuchara de “tirar” mezcla.

Otras historias serán contadas a través de los días, hasta que llegue el momento en que todo quede restablecido y, como se ha insistido, mucho más bello que antes. Cuando se haga el resumen, habrá que resaltar una vez más a los constructores, esos abnegados trabajadores de duras faenas y manos curtidas.

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