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Mar para Bolivia ¿realidad o utopía?

Por: Walter Frieiro, estudiante de Periodismo

Las temperaturas el primer día de octubre del 2018 fueron frías en La Haya, ciudad sede del poder ejecutivo de los Países Bajos y de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), pero en el Palacio de la Paz, lugar donde radica la CIJ, el ajetreo inusual las hizo pasar desapercibidas.

Chile y Bolivia,  países fronterizos, aguardaban la decisión final sobre  un litigio histórico que mantenía a buena parte del mundo a la expectativa. Cientos de periodistas reportaban desde el lugar y redes sociales estaban inundadas con el tema.

¿Conseguirá Bolivia una salida al mar? ¿Abrirá Chile un espacio para el diálogo? ¿Llegará el pueblo boliviano a materializar su anhelo de años?

Cien años atrás, en la llamada Guerra del Pacífico, el Estado Plurinacional perdió su franja costera. Debió conformarse con pequeños espacios que, sin pertenecer al territorio nacional, permitían la importación y exportación de mercancías hacia o desde el Pacífico.

Chile, por su parte, aspira a no ceder, y que se mantengan las fronteras establecidas en el Tratado de Paz de 1904. El presidente Sebastián Piñera sabe que un  veredicto de la CIJ que le  obligara a negociar con el país vecino sería desfavorable para su futuro político.

Finalmente votan. Son 15 magistrados y el juez Abdulqawi Ahmed Yusuf lee el fallo: “La Corte, con 12 votos a favor y 3 en contra, dictamina que la República de Chile no tiene ninguna obligación de negociar un acceso soberano al mar para el Estado Plurinacional de Bolivia”.

La decisión echa por tierra el anhelo del Gobierno y el pueblo boliviano. La nación andina no tendrá mar, por ahora, pero no cesará en su intento. Quizás deban cambiar de estrategia.

S/T: ¿Cómo pierde Bolivia su acceso al Pacífico?

A finales del siglo XIX, en América Latina, la dominación colonial española sigue latente. La herencia ibérica de caudillismos y regionalismos ocasiona tensiones en los territorios de la región.

La Guerra del Pacífico fue un ejemplo. Entre sus causas se señala el aumento del impuesto del salitre que Bolivia cobraba a Chile y otros conflictos económicos y políticos que una escalada bélica entre los países vecinos con injerencia de potencias extranjeras.

El conflicto se desarrolló entre los años 1879-1883 y enfrentó a la alianza de Perú y Bolivia contra Chile. Este último resultó triunfante y se anexó, en primera instancia, a la entonces región boliviana de Antofagasta.

Las fronteras definitivas solo se definieron en el Tratado de Paz de 1904, en el que Bolivia pierde oficialmente todo su litoral y se convierte,  junto a Paraguay, en las dos únicas naciones latinoamericanas sin costa marítima.

¿Cuál es el origen de la querella ante el CIJ?

Durante muchos años hubo negociaciones en secreto entre los Gobiernos de Bolivia y Chile. Algunos intentos llegaron a hacerse públicos, pero al final todos quedaban frustrados, sin una solución satisfactoria para la demanda de La Paz.

Precisamente uno de los argumentos ante la CIJ del actual Estado Plurinacional es que “Chile históricamente estuvo dispuesto a negociar la salida soberana al mar para Bolivia” y que “en el derecho internacional la palabras importan”.

La contraparte chilena mantiene que aunque hayan establecido conversaciones en el pasado, no están obligados a negociar oficialmente. Plantean además que siempre han respetado lo pactado en 1904 (tratado de paz), y por ello concedieron libre acceso a Bolivia para el tránsito comercial en los puertos del Pacífico.

En 2013, ante la inflexibilidad de las partes, el presidente de Bolivia,  Evo Morales, decide presentar la querella ante la CIJ. Desde entonces el diferendo se ha mantenido en lo más alto de las prioridades de la agenda internacional del país boliviano.

¿Qué representaría para Bolivia tener acceso al mar?

Un acceso soberano al Océano Pacífico es trascendental para el desarrollo del país. Según analistas entrevistados por la BBC, la economía boliviana pierde un potencial de crecimiento estimado entre el 1 % y el 3 % de su producto interno bruto (PIB).Tal cifra, en  monto monetario,  equivaldría a una cifra que ronda  entre los 400 y los mil millones de dólares.

Al contar con puertos propios, los bolivianos se verían beneficiados con la creación de miles de puestos de trabajo, la eliminación de aranceles, la disminución de los costos logísticos, y el aumento la competitividad de las empresas al disponer de puertos propios para  importar materias primas y exportar las producciones nacionales.

¿Qué opciones tiene Bolivia?

Luego de perder la disputa marítima ante la CIJ, Bolivia deberá  seguir proyectando su economía a partir de opciones pactadas con anterioridad con países vecinos.

Una de ellas es el puerto de Ilo, ubicado en una franja costera peruana de aproximadamente 5 kilómetros. El territorio fue cedido por en 1992 para explotarlo por un plazo de 99 años. Se esperaba  que esta concesión ayudara a disminuir los lazos comerciales con las regiones chilenas de Iquique y Arica, pero no fue así, la zona no ha alcanzado el potencial esperado debido a los costos económicos que implica su desarrollo.

Argentina, Brasil y Uruguay pactaron con Bolivia varias zonas libres de impuestos y otorgaron facilidades en determinadas puertos, que permiten el intercambio de mercancías sin pagar aranceles, pero la distancia geográfica encarece las operaciones.

Otra alternativa sería el puerto Busch, que admite la salida de mercancías al océano Atlántico a través del navegable rio Paraguay. El convenio data de 1937 pero no ha sido viable por su alto costo.

No obstante, el Gobierno boliviano no ceja en su demanda de negociar una salida soberana al Pacífico.

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