Ciudad de Panamá.- Con el predominio del pitcheo y avisos claros de las pretensiones que traen en esta 61 Serie del Caribe de Béisbol, las Estrellas Orientales, de República Dominicana, y los Cardenales de Lara, De Venezuela, arrancaron con victorias (3-1 y 5-1, respectivamente) en una jornada donde el estadio Rod Carew apenas cubrió un tercio de su capacidad.
A primera hora, en el turno vespertino, el zurdo Néstor Cortés cumplió el papel que le tocaba, al tirar cinco impecables entradas, y solo tuvo un desliz en el cuarto, cuando los boricuas de los Cangrejeros de Santurce aprovecharon un boleto y un pelotazo, más el único hit que pudieron dar en el partido —salido del cuarto madero: David Vidal— para marcar la carrera que les evitó la lechada e igualó el marcador en ese momento, pues los quisqueyanos habían sido los primeros en cortar el celofán del home en segundo al ligar cuatro sencillos en línea.
La diferencia decisiva de los monarcas de la liga Dominicana llegaría en el quinto tras repletar las bases y el relevista Nicholás Padilla salir descontrolado. En el noveno inning, clavaron la clásica puntilla por tubey de Junio Lake y otro wild pitch, esta vez de Fernando Cruz.
Ya en la noche y tras la inauguración con presencia del ídolo local, Mariano Rivera —tiró la primera bola—, el choque encontró definición y ánimo para el segundo tercio de juego, donde se anotaron todas las carreras del cotejo, las dos últimas para los ganadores por intermedio del primer jonrón del torneo, gracias al poder del antesalista venezolano Carlos Rivero.
Los Charros del Jalisco serán los rivales de Cuba este martes y una derrota más los pondría contra la pared en las aspiraciones de avanzar a la final. Su mentor, Roberto Vizcarra, ratificó en la conferencia de prensa al derecho Will Oliver y se mostró herido, “pero nunca muerto en un evento tan competitivo como este”.
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