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La familia, la primera puerta de protección (+ Fotos)

Las adicciones son causa de sufrimiento y traen consigo múltiples  derivaciones negativas. La actividad preventiva resulta esencial en los  ámbitos individual, familiar y social    

El espectro de las adicciones  contempla hoy,  principalmente, el consumo  de tabaco, alcohol,  drogas ilegales (marihuana, cocaína,  crack, entre otras), y la tendencia  al mal uso de las tecnologías  puede derivar también en una enfermedad  adictiva.

La doctora Carmen Beatriz  Borrego Calzadilla, jefa de sección  de Salud Mental, del Ministerio de  Salud Pública (MINSAP), subrayó  que las adicciones causan sufrimiento  y múltiples consecuencias  negativas para el individuo, la familia  y la sociedad. De ahí que la  política del Estado cubano al respecto  se caracterice, sobre todo,  por un enfoque preventivo, dirigido  esencialmente a la familia,  para lo cual cuenta con el apoyo  de organismos e instituciones con  responsabilidades formativas y  educativas.

Nuestro sistema de salud pública  —manifestó— es privilegiado  y tiene organizado una red de servicios  a partir del nivel primario  para la atención a la salud mental  y a las adicciones.

La política del Estado cubano respecto a las adicciones se caracteriza, sobre todo, por un enfoque preventivo, dirigido esencialmente a la familia, resaltó la doctora Carmen Beatriz Borrego Calzadilla, jefa de sección de Salud Mental, del MINSAP. | fotos: Agustín Borrego

Esta red tiene el escenario fundamental  en el consultorio del médico  y la enfermera de la familia, y  dentro de este sistema desde la década  de los años noventa se cuenta  con centros comunitarios de salud  mental, los cuales son una tendencia  de avanzada de la psiquiatría.

En algunos casos la gente los  llama como la “casita” y en otros  el servicio se brinda en los policlínicos.  “Sabemos que la población  necesita de esta atención especializada  y, su vez, puede conocer más  sobre las bondades que ofrece ese  departamento de salud mental”.

Alcohol y tabaquismo, drogas porteras 

Ante la interrogante de la situación  actual en el país, la doctora explicó  que se han reportado casos de consumo,  por supuesto, con una baja  incidencia, de drogas ilegales tales  como marihuana y cocaína, sobre  todo en determinados segmentos de  la población y comunidades.

Precisó que no es un fenómeno  generalizado, porque se ha estado  trabajando en el llamado policonsumo,  “es decir, en el uso de varias  sustancias donde generalmente el  vehículo fundamental es el alcohol.  A veces las personas mezclan  cualquier cosa, incluso medicamentos,  y esto puede llevar a intoxicaciones  agudas.

“Por esta razón hacemos un  llamado a la familia, a los padres,  a limitar el acceso a los medicamentos,  en ocasiones al alcance de  los menores, por lo que se han reportado  incidentes que han puesto  en peligro la vida de los adolescentes,  muchos de ellos por las propias  características de la edad comparten  ese consumo. Cuando hacemos  un análisis vemos que no son enfermos  a causa de las drogas, pero  sí corren un riesgo importante”.

Exhortó al consumo responsable  de bebidas alcohólicas, cuya  venta está prohibida —al igual que  en el caso de los cigarros, en los establecimientos  de Comercio y Gastronomía—  para los menores de 18  años, pues en ellos siempre habrá  una implicación para la salud.

“Realmente como sistema sanitario  tenemos la alta responsabilidad  de trabajar con ese enfoque  preventivo y de educar a la sociedad  sobre la nocividad del consumo  de sustancias, que en la actualidad  constituye una tendencia  mundial. Ahí están presentes el alcohol,  el tabaco, las drogas ilegales  como la marihuana, despenalizada  hoy en algunas naciones, y sobre lo  cual hay una polémica internacional  y las Organización Mundial y  Panamericana de la Salud están  subrayando su nocividad, y los daños  que ocasiona al individuo, a la  familia y a la sociedad”.

Al respecto, la doctora Carmen  insistió sobre la firme posición de  nuestro país. “Nosotros nos basamos  en evidencias, en investigaciones  y la experiencia que existe  es, precisamente, en la situación de  quienes han caído en el consumo  de estas drogas ilegales.

“Por tanto, en nuestra sociedad  hay una política bien centrada en  cuanto a No despenalizar la marihuana,  y un fuerte combate para  evitar su cultivo, el tráfico, y con  ello evitar que elementos inescrupulosos  puedan llegar al grupo  más vulnerable que son los adolescentes  y jóvenes.

“En estos casos los números no  son lo más importante. Lo esencial  es prevenir porque eso logra  un gran impacto en ese muchacho  que puede tener una dependencia a  drogas ilegales y legales, incluso al  uso indebido de las nuevas tecnologías,  que en otro momento podremos  abordar”, enfatizó.

103 Línea Confidencial Antidrogas 

Aleida María Núñez Tamayo, Máster en Psiquiatría Social y asesora del Departamento de Salud Mental, del MINSAP.
Foto: Agustín Borrego Torres.

Dentro de los servicios que el sistema de salud pública  en el país ofrece con un enfoque preventivo está la Línea  Confidencial Antidrogas —el número es el 103 y siempre  desde donde se marque es gratuito—. Es un servicio  que funciona las 24 horas y los 365 días del año, explicó  la doctora Aleida María Núñez Tamayo, Máster en Psiquiatría  Social y funcionaria del Departamento de Salud  Mental, del MINSAP.

“En la actualidad la mayor parte de las llamadas que  se reciben son para ubicar servicios de cesación tabáquica  (para dejar de fumar), y también para pedir ayuda con  respecto al tratamiento de deshabituación alcohólica y de  drogas.

“Los especialistas se apoyan, para el trabajo, en un  directorio telefónico, entonces cuando las personas necesitan  informarse sobre la dirección de estos departamentos  o centros comunitarios de salud mental se les indica el  más próximo a su localidad, aunque cuentan con la opción  de acudir al que se desee en otro municipio, por la confidencialidad  del asunto”.

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