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Béisbol cubano: Apariencias que engañan

Por José Manuel Cortina, entrenador de pitcheo

Yousimar Cousi. Foto: Osvaldo Gutiérrez-ACN

Hace unos años a una pregunta de un periodista sobre la salud de la Serie Nacional le respondí que andaba mal. Hoy quiero rectificar esa respuesta. Los que estamos mal somos nosotros, los técnicos.

Cuba es un manantial de producir peloteros. Días atrás, oyendo la transmisión  de Tele Rebelde, se comentaba mucho respecto a la ofensiva que hay en nuestro campeonato. Me atreví a mandarle un mensaje a ese campeón de las estadísticas Arnelio Álvarez.

Le decía entonces que la ofensiva que hoy vemos es una inflación y lamentablemente es una muestra del mal comportamiento de los lanzadores. Y aquí están las apariencias que nos engañan.

Cuando salimos a torneos internacionales, nuestros bateadores lo hacen mal y hay que esperar dos o tres juegos para que se adapten. Sin embargo, los lanzadores lucen mejor, aunque claro está, a la selección nacional van los mejores 10 o 12 con que contamos.

La realidad es que nuestros bateadores están todo el año enfrentando a serpentineros con problemas de control y escaso comando de pitcheo porque no saben batear y la mayoría de las veces tiran por debajo de 90 millas. De ahí que sea normal que los que empuñan el madero sufran esa diferencia al encontrarse lanzadores con mayor oficio y velocidades sostenidas de más de 90 millas.

Pero lo más preocupante es que, por ejemplo, a nombres como Yosimar Cousín (un gran talento) les pasen los años y todavía estén en el mismo lugar, con las deficiencias idénticas a cuando empezaron, es decir, no han pasado de grado.

La culpa, sin justificación, es de nosotros los técnicos, quienes no hallamos un momento en el año para que estos jóvenes mejoren y puedan dar el salto de calidad esperado. Me pregunto: ¿dónde está la academia proyectada para ese trabajo?

El béisbol es la única disciplina que no tiene una. ¿Es tan difícil crearla? Al menos reunamos esos talentos en algún lugar del país aunque sean dos meses al año. Para hacer mejor la pelota cubana y que regresen los resultados y premios internacionales debemos empezar por nuestros lanzadores. Que a nadie le quepa dudas.

Hoy hacemos lanzadores sin antes hacerlos peloteros y debe ser a la inversa. Es ahí donde está una de las grandes lagunas que tenemos en el área del pitcheo: no saben batear.

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