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Messi, astro con luz propia

Por: Jorge Luis Coll Untoria, estudiante de Periodismo

El desarrollo de los medios de comunicación en el siglo XXI ha creado una manera diferente de ver la vida y el deporte no escapa de estas nuevas visiones e influencias. Muchas veces nos preguntamos si la fama o los premios alcanzados por un jugador son merecidos por lo hecho en la duela o son secuelas de la construcción mediática existente alrededor de su figura.

Seguramente algunos consideran que el futbolista del Barcelona, Lionel Messi, lleva parte y parte en esta cuestión. Ser uno de los dos mejores del mundo no se logra solo gracias a lo que los medios puedan crear, pues sus títulos y la manera única de jugar y entender el fútbol han hecho del argentino un ícono.

Para muchos ha recibido premios que otros merecían por encima de él, pero hasta el 3 de diciembre de este año —cuando Luka Modric conquistó el Balón de Oro— nadie podía mirar fuera del universo Cristiano-Messi, obviando las buenas temporadas de jugadores como Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Wesley Sneijder y Frank Ribéry.

Quizás en los últimos años la persecución de la que ha sido víctima por parte de diarios y canales de televisión influyó de modo negativo en su carrera, pues fuera de la prensa de la ciudad condal, es juzgado duramente por sus actuaciones con la selección nacional. Se ha creado un patrón: “Messi que desaparece en los llamados partidos calientes”, y si bien en varias ocasiones su desempeño dejó mucho que desear, siempre no ha resultado así, pero importa bien poco que otros lleven más culpa.

A la hora del juicio, la sentencia de “pecho frío” cae como cadena perpetua y se olvidan los goles en finales de Champions o la forma en que llevó a su equipo al Mundial del 2018, ni tampoco que sin sus anotaciones en 2014 tal vez Argentina hubiera quedado fuera en la fase de grupos. Eso, dicen, son partidos intrascendentes. Los medios establecen que tratándose del mejor jugador del orbe el desenlace no puede ser distinto al triunfo.

El más universal de los deportes es extraño, lo que cuenta para unos casos es insuficiente en otros, aunque lo cierto es que en este siglo no hay quien se mantenga en un nivel ni siquiera parecido al de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

El sudamericano, tras ganarlo casi todo y jugar al fútbol como nadie, es capaz de hacer goles y también brindarlos. No es perfecto, sobre todo con Argentina, sin embargo su trayectoria, construcción mediática aparte, alcanza para ser considerado como uno de los hitos deportivos del siglo XXI.

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