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La mentira anda descalza

No nos cansaremos de reconocer que, hasta tanto las investigaciones y respuestas demuestren lo contrario, las cartas de los lectores a esta sección son tomadas como legítimas.

Ilustración: Elsy Frómeta

Sin embargo, no es la primera ocasión en que publicamos una contesta en desmentido a los planteamientos denunciados en alguna inconformidad y, más bochornoso aún, con la refutación del nombre utilizado para firmarla.

Ese es el caso recogido en el escrito Pies descalzos, publicado hace varios meses con la queja de quien se identificó como trabajador del taller de maquinado de la unidad empresarial de base (UEB) del central Cristino Naranjo, en Cacocum, Holguín.

Jorge Alejandro Infante Verdecía manifestaba su disgusto por las consecuencias en salario y entrega de calzado que, según él, les había ocasionado el cambio de nombre en la plaza.

Pero la réplica de Mario González Gómez, director general de la Empresa Azucarera Holguín nos deja en una pieza. Los resultados de la investigación realizada —dice— arrojan en primer término que en el registro del personal de la UEB “no consta como evidencia que el promovente haya sido trabajador en algún momento de esta unidad ni del taller de maquinado”.

Segundo strike

Tampoco el colectivo del taller fue afectado en el salario, pues está acogido a la forma de pago por rendimiento, “lo que implica que sus ingresos estuvieron en función de su producción”, expone el directivo y a continuación refleja el promedio mensual de lo percibido en los últimos tres años:

• Ingreso medio año 2015 1 457 pesos

• Ingreso medio año 2016 1 497 pesos

• Ingreso medio año 2017 1 835 pesos

Y esto se comporta así a pesar de que en el 2016 se estandarizaron los cargos de las plantillas de los centrales azucareros de la provincia, abunda.

En aquel momento —subraya— quienes fungían como mecánicos de taller realmente se desempeñaban en el puesto de operadores de máquinas y herramientas (torneros), que aunque se asemejan en el nombre tienen diferencias.

Esta última labor es la que realizaban y pertenece a un grupo escala inferior dado que poseen un nivel de complejidad menor, determinado por sus funciones, atribuidas en la Resolución no. 51 del 2009, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, puntualiza González Gómez.

Tercer strike

En ningún momento se les dejó de entregar calzado de protección. Según la respuesta, el colectivo del taller no identificó problemas en cuanto a la distribución de dicho artículo, que reciben independientemente de las botas de trabajo normales.

Aclara que este año hubo demora en el suministro de las primeras debido a atraso en su entrada por parte de la empresa comercializadora, pero al momento de enviar la carta ya se había zanjado esta deuda.

Cuarto strike

Con perdón de las reglas del béisbol, en este caso hay otra bola en zona buena. No voy a calificar el hecho de enviar una carta bajo nombre falso, que a nuestros efectos se considera anónimo y ni siquiera es tramitado, o lo que pudo suceder por falta de comunicación entre empleados y empleador.

No obstante perdonamos ese desliz cuando la denuncia es verídica y con la publicación contribuimos a resolver uno o más problemas. Entonces sentimos que valió la pena dedicar todo el espacio posible en esta sección semanal.

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