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Día de Héroes

Todo indica que el 14 de junio es un buen día para parir héroes, y no porque el zodíaco asegure que por esta fecha nacen seres ingeniosos y poseedores de una inteligencia muy desarrollada. Puede ser que Mariana Grajales y Celia de la Serna tuvieran la respuesta. O quizá no, y los embarazos de Antonio y Ernesto resultaran como tantos otros, sin atisbos de que se avecinaban “bebés” de talla extra.

Ellas no planearon nada. 83 años les impidieron ponerse de acuerdo. Pero el destino siempre saca sus cartas, y en este caso concibió una jugada perfecta. Che llegó segundo, pero al abrir los ojos lloró por las mismas razones que Maceo. Al primer vistazo, el mundo debió parecerles extremadamente grande e inconcebiblemente injusto, pero perfectamente conquistable.

Ambos decidieron que no importarían ni heridas ni asma, ni pactos maltrechos ni divididos mapas. Con 22 años, Guevara acopló un motor a una bicicleta y el resultado fue un recorrido por el continente que sacudió hasta sus vísceras: “Yo no soy yo; por lo menos no soy el mismo yo interior. Ese vagar sin rumbo por nuestra Mayúscula América me ha cambiado más de lo que creí”.

Décadas antes, igualmente al Titán algo lo había pinchado. Algo más que la bala española que arrojó a su lado el cuerpo de su padre. Y entonces no hubo dios que lo parara y hasta Occidente su machete fue cortando. “(…) si triunfo, la gloria será para ti”, dijo a su esposa casi en el umbral de la muerte. Sin embargo, la fiebre debe haberle jugado una mala pasada, a la frase le faltaba un pronombre. Él sabía que la gloria sería también para nosotros.

América los cambió a ambos y ellos a nosotros. La sed de justicia igualmente se expande como efecto dominó y su impacto nos golpeó fuerte, tan fuerte como solo estremece un “encontronazo” de frente con la Libertad.

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