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Impronta de Fidel en la construcción

Cuando el Ministerio de la Construcción (Micons) en Cuba cumple 55 años de constituido es imposible desligarlo de la inmensa obra que le ha tocado liderar en pos del desarrollo económico y social del país, elementos que siempre tuvo bien claros Fidel Castro Ruz.

Mucha historia para contar por el Dr.C. Armando Galgueras Rodríguez ante un auditorio que repletó la sala Granma del Micons. Fotos: Heriberto González Brito

La impronta indeleble del líder histórico en ese sector, su relación directa y permanente con dirigentes y, sobre todo, con los trabajadores a cualquier hora del día o de la noche, fueron recordados este miércoles, durante el acto para celebrar la efeméride en la sede del organismo.

Allí se dieron cita fundadores y continuadores, quienes reafirmaron su compromiso como miembros de una rama estratégica para el avance de cualquier nación.

Fundadores.

El encuentro transcurrió sin formalidades. No hubo palabras en el podio. En un veterano y reconocido profesional, el doctor arquitecto Armando Galgueras Rodríguez, recayó la responsabilidad de hacer un recuento breve, pero con sobrados elementos, de los 55 años transcurridos para un ministerio que rectora tan importante actividad.

Y lo hizo de forma interactiva, recordando nombres y lugares dentro y fuera de Cuba, porque los constructores  de este archipiélago también han ayudado a edificar historias en todas las latitudes.

Obligado entonces evocar los inicios del triunfo revolucionario cuando Osmany Cienfuegos Gorriarán recibió la misión de dirigir el Micons y Fidel encomendó la tarea de darles trabajo a los constructores, porque la mayoría de las obras eran particulares y los dueños las estaban cerrando y echando a la gente para la calle.

A ello se unió el gran éxodo de profesionales. “Nos quedamos pocos  pero con muchas ganas de trabajar” reafirmó Galgueras, lo cual fue acogido con aplausos.

Con su sencilla y lineal oratoria llevó al auditorio en un imaginario viaje por la isla. Y todos vimos nacer a la heladería Coppelia, al Pabellón Cuba en la Rampa habanera, a decenas y decenas de obras industriales e hidráulicas, a cientos de vaquerías, escuelas, hospitales y kilómetros de carreteras, a  miles de viviendas, en fin, a todo el patrimonio construido que tiene que continuar creciendo con eficiencia y calidad, el permanente reto.

La arquitecta Josefina Rebellón exhibe uno de los diplomas de reconocimiento entregados a los precursores del Micons.
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