Copa del Mundo de canotaje
Sin el pelo largo de quienes hicieron historia en estos eventos (Ibrahim Rojas y Ledi Frank Balceiro), pero con la misma cinta de triunfos sobre sus frentes, Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge escribieron otra página brillante en su carrera deportiva al terminar con dos títulos y un quinto lugar en la primera Copa del Mundo de canotaje del 2018, disputada en la ciudad húngara de Szeged.
Este domingo, el espirituano Torres repitió su dorada de hace un año en el C-1 a 5 mil metros con crono de 21:57.994 minutos, 19 segundos por delante del ruso Kirill Shamshurin (22:16.166), en tanto el español Diego Romero (22:36.133) ganó bronce. Para el joven Fernando Dayán quedó reservado el quinto puesto (22:51.394) y aunque no pudo igualar su plata del 2017 volvió a demostrar su calidad en una prueba que no es olímpica, pero reunió ahora a 21 concursantes.
Vía Internet, Serguey declaró sentirse muy complacido con estos dos oros porque “sabíamos que había posibilidades de lograrlo a partir del entrenamiento realizado. Este año queremos superar lo hecho en el 2017 (quedamos subcampeones del mundo) y por supuesto, ayudar también a la delegación cubana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe”.
Durante la primera jornada en Szeged, el binomio antillano se impuso en el C-2 a mil metros (3:35.734), escoltado por la dupla china de Liu Hao y Wang Hao (3:36.712) y la rusa Ilya Pervukhin Kirill Shamshurin (3:36.823). “Ese era el primer objetivo y vamos por ese mismo resultado el próximo fin de semana en la segunda parada de estas Copas en Alemania”, comentó también Serguey.
La espina mayor de estos canoístas sigue siendo que con premios similares a los que está logrando ahora, no fueron seleccionados entre los 10 mejores deportistas de Cuba el pasado año. “Dolió, pero vamos hacia delante, nuestra meta está en una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio”, comentó el líder de esta dupla, sexta en la pasada edición de los cinco aros en Río de Janeiro.
La tabla de posiciones en esta primera Copa del Mundo dejó a España como puntero (4-2-2), seguido por Nueva Zelanda (4-1-0), Hungría (3-7-12). Nuestra pequeña delegación terminó oncena (dos oros y un quinto), por encima incluso de potencias como Ucrania, Polonia, Uzbekistán, Brasil, entre otros.
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