El Aula Magna de la Universidad de La Habana fue el escenario este martes de una velada dedicada a la recientemente fallecida profesora Adelaida de Juan.
Ese fue el homenaje de los familiares, los amigos, los compañeros de trabajo, los discípulos y colegas a una mujer que consagró buena parte de su vida a la enseñanza.
Porque Adelaida de Juan fue crítica de arte, ensayista, investigadora… pero primero que todo fue maestra. De hecho, algunos de los más importantes intelectuales cubanos del momento fueron sus discípulos.
La doctora Adelaida de Juan fue uno de los puntales del departamento de Historia del Arte de la Facultad de Artes y Letras. Sigue siéndolo, pues su legado está vivo.
Al Aula Magna, un lugar estrechamente ligado a su devenir en la Universidad de La Habana, llegaron también sus alumnos más jóvenes, porque Adelaida nunca abandonó las aulas.
De su magisterio se habló en la velada, en evocaciones que destacaron su sapiencia, sus valores, su compromiso. Y también se habló de su presencia, sus aportes al entramado cultural de la nación. Marcia Leiseca, Miguel Barnet y Yolanda Wood fueron los oradores de la tarde.
Debajo de su retrato muchos de los asistentes pusieron flores. Adelaida de Juan era una mujer querida y respetada. Su magisterio fue particularmente fructífero.
