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Palabras del Vicepresidente de Estados Unidos

Secretario General Almagro,

Presidente Vizcarra,

Presidentes, Primeros Ministros y líderes de todo el hemisferio occidental.

Para mí es un gran honor unirme a ustedes hoy como Vicepresidente de los Estados Unidos de América en la VIII Cumbre de las Américas.  Traigo saludos y el gran respeto para cada uno de ustedes del cuadragésimo quinto Presidente de los Estados Unidos de América, el Presidente Donald Trump.

Como ustedes bien saben, anoche, por orden del Presidente Trump, los Estados Unidos junto a sus aliados, Francia y el Reino Unido, lanzaron ataques de precisión para paralizar el programa de armas químicas del dictador sirio Bashar al-Ásad.  Actuamos en respuesta al horrendo uso de armas químicas por Ásad sobre sus propios ciudadanos hace una semana; un ataque que horrorizó e indignó la consciencia del mundo.

Los Estados Unidos consideran que el régimen sirio es responsable de este ataque y que se utilizó cloro y posiblemente agentes neurotóxicos.  Como dijo el Presidente Trump: ¨Estos son crímenes de un monstruo¨ y conjuntamente con nuestros aliados adoptamos medidas tras el barbarismo y esa brutalidad.  Y me complace informar que los ataques realizados por las fuerzas de los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia fueron efectivos, abrumadores y exitosos.  Anoche enviamos al régimen sirio un mensaje claro y sin ambigüedad: los Estados Unidos y sus aliados no tolerarán el uso de armas químicas contra hombres, mujeres y niños inocentes y estamos preparados para disuadir cualquier uso posterior de estas por el régimen de Ásad.

Los Estados Unidos y sus aliados continuaremos integrando todos los instrumentos de nuestro poderío nacional.  Y como dejó bien claro el Presidente Trump, ¨nuestra nación está preparada para sostener esta respuesta hasta que el régimen sirio suspenda el uso de agentes químicos prohibidos.¨

Ásad y sus patrocinadores no deberían poner a prueba nuestra determinación o la capacidad de las fuerzas armadas de los Estados Unidos.  Asimismo, el Presidente envió un mensaje a las dos naciones que tienen más responsabilidad al apoyar, equipar y financiar el régimen criminal de Ásad: Rusia e Irán.

Incluso ahora, Rusia deliberadamente está difundiendo información errónea sobre las acciones atroces de Ásad y sobre su propia complicidad en este crimen.  Pero las escenas espantosas de niños muertos y los videos de personas en sufrimiento son prueba de lo que sucedió.  Las mentiras de Rusia se desmoronaron ante la verdad.  Como dijo el Presidente sobre Rusia e Irán: “Podemos juzgar a las naciones por su amistades”.

Permítanme tomar un momento para agradecer a las naciones que expresaron su apoyo por las acciones militares de ayer en la noche.  El Primer Ministro Trudeau de Canadá, el Presidente Santos de Colombia y otros.  ¡Estamos agradecidos por su apoyo!  Como expresó hoy en la mañana el Presidente Santos: ¨apoyamos las acciones¨ -en sus palabras- ¨para castigar el uso de armas químicas y buscar su total eliminación¨.  Estamos agradecidos por esa claridad moral.

Pero hoy, insto a todas las naciones en este hemisferio de libertad a que apoyen las acciones militares tomadas por los Estados Unidos y sus aliados, y que lo hagan de forma pública, y añadir a esto la condena expresada por la mayoría de los aquí presentes por el uso de armas químicas por parte del régimen Ásad.  El mundo civilizado debe enviar un mensaje de resolución y unidad, de que no aceptaremos esos ataques brutales, ni ahora ni nunca.

Con esto, quiero expresarle señor Presidente que es un gran placer estar en Lima y es un gran privilegio para mi dirigirme a esta Cumbre histórica.  Presidente Vizcarra, déjeme agradecerle y felicitar a Perú por acoger la VIII Cumbre de las Américas.  Perú ha realizado un gran trabajo en la Cumbre y de hecho ha servido de inspiración a los Estados Unidos que anuncian hoy que presentaremos nuestra propuesta para celebrar la IX Cumbre de las Américas en tres años, en el año 2021.  Esperamos poder hacerlo tan bien como lo ha hecho Perú.

Nos reunimos hoy para continuar una gran obra.  Hace 24 años, las naciones del hemisferio occidental se reunieron en Miami, Florida, para definir una nueva era para nosotros y para la posteridad.  En la Primera Cumbre de las Américas emitimos una declaración de principios en la que este grupo acordó trabajar juntos como nunca antes para promover la prosperidad y los valores democráticos, así como las instituciones y la seguridad en nuestro hemisferio.  Los Estados Unidos tienen el orgullo de apoyar a las naciones libres de este hemisferio que persiguen esta noble meta.  El pasado año el Presidente Trump me envió a Sudamérica para transmitir nuestro mensaje de compromiso con la región.  Es un mensaje que transmitiré nuevamente cuando el mes próximo visite Brasil.  Bajo la presidencia de Donald Trump, los Estados Unidos siempre pondrán la seguridad y la prosperidad de los Estados Unidos primero.  Pero Estados Unidos primero no significa un Estados Unidos solo.  Los Estados Unidos siempre han valorado a sus vecinos y amigos en toda esta región.  A nuestras naciones las une la geografía pero también la historia, y un permanente deseo de libertad.  Nuestro hemisferio siempre estuvo destinado a ser un hemisferio de libertad.  Como versa la Carta de la Organización de los Estados Americanos, la misión histórica de América es ofrecer una tierra de libertad.  Como ha dicho el Presidente Trump: “Los Estados Unidos quieren un futuro para el hemisferio occidental donde las personas en cada país puedan hacer realidad sus sueños.”

Desde el primer día de nuestra administración también hemos tomado medidas contundentes para hacer realidad esta visión.  Al igual que los ciudadanos de sus naciones, los ciudadanos estadounidenses buscan un futuro de oportunidades y prosperidad.  Por eso en los Estados Unidos, me complace informarles a los amigos y aliados presentes, esta administración ha estado reduciendo cargas y regulaciones en números nunca antes vistos, hemos estado desarrollando el balance nuestros recursos naturales, y recientemente el Presidente Trump firmó el recorte fiscal y la reforma fiscal más grande realizada en la historia de los Estados Unidos.  Y los resultados han sido impresionantes.

Los grandes y pequeños negocios en todos los Estados Unidos han creado cerca de 3 millones de empleos.  El desempleo ha disminuido en un 17 por ciento.  Las compañías vuelven a invertir en los Estados Unidos.  Ha regresado la confianza y ha regresado el crecimiento.  Y han regresado unos Estados Unidos fuerte y en crecimiento.

Nuestro Presidente además ha vuelto a prestar especial interés en relaciones comerciales que sean justas y recíprocas.  Si bien los Estados Unidos comercian cerca de tres veces más con nuestros vecinos del hemisferio occidental que con China, reconocemos que aún existen enormes oportunidades para forjar relaciones comerciales aún más fuertes y equilibradas con esta región.  Nuestra administración ya ha adoptado medidas para alcanzar nuevos acuerdos y actualizar convenios existentes, y son alentadores los progresos alcanzados.

El pasado año en Colombia anunciamos que los Estados Unidos permitirían la importación de aguacates Hass colombianos hacia el mercado estadounidense, mientras que Colombia aumentaría la entrada de arroz con cáscara proveniente de los Estados Unidos.  Y en estos momentos, me complace informarles que los Estados Unidos están trabajando estrechamente con Canadá y México para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.  Creemos que estamos a punto de llegar a un acuerdo y estaremos trabajando seriamente para convertir esto en realidad para todas nuestras naciones.

Más allá del comercio, los Estados Unidos continúa compartiendo nuestras tradiciones de emprendedurismo por toda la región.  Tengo el honor de estar acompañado hoy por Ivanka Trump, gran defensora por el empoderamiento económico de la mujer en todo el mundo.  Ella nos ayudó a organizar la nueva iniciativa 2X de la administración a favor de las mujeres, y como Ivanka anunciara en Lima ayer, por conducto de este importante programa, los Estados Unidos invertirán la cifra sin precedente de 150 millones de dólares para apoyar el emprendedurismo en las mujeres en toda América Latina.

Sabemos que estas medidas fortalecerán la prosperidad de los Estados Unidos y la prosperidad de esta región.  Pero en última instancia, mientras estamos reunidos aquí, todos reconocemos, con contadas excepciones, que no podemos olvidar que la seguridad es la base de nuestra prosperidad.  Porque a pesar de nuestro progreso, al reunirnos en esta Cumbre histórica, aún existen retos que enfrenta el hemisferio occidental.  Vemos a bandas y organizaciones delictivas que asolan nuestras ciudades y pueblos.  Vemos las drogas ilícitas que envenenan a nuestros hijos y destruyen familias.  Vemos el flujo de emigrantes que huyen de las dificultades y de la opresión en su tierra natal.  Y vemos la emigración de delincuentes, traficantes de personas, traficantes de drogas, e incluso terroristas que atraviesan nuestras fronteras.  En la categoría de terroristas, los Estados Unidos en la actualidad impiden diariamente la entrada de 7 conocidos o supuestos terroristas, cerca de 2500 al año.  Tenemos muchos retos en temas de seguridad en nuestras fronteras.  Justo ayer nos acordábamos de las amenazas que enfrentamos cuando los narcos terroristas en Ecuador asesinaron brutalmente a dos periodistas y a su chofer.  Le transmito las condolencias y plegarias del pueblo estadounidenses a las víctimas y familiares, y al pueblo de Ecuador.

Bajo el mandato del Presidente Donald Trump los Estados Unidos se esfuerzan intensamente para hacer frente a estos problemas de seguridad.  Estamos asegurando nuestras fronteras, haciendo que se cumplan nuestras leyes, y como nunca antes, estamos eliminando a peligrosos traficantes de drogas y delincuentes violentos de nuestras calles.  Asimismo, hemos adoptado medidas importantes con miras a fortalecer nuestras asociaciones con naciones en toda la región.  Nuestras iniciativas incluyen la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe, detener el flujo de las drogas, expandir la cooperación en materia de seguridad con México, asistencia en temas de seguridad para un gran número de países de Centro América, y ténganlo por seguro, continuaremos ampliando nuestra relación en materia de seguridad con países de la región durante los próximos años.

Presidente Vizcarra, permítame felicitar al Perú por su ambiciosa agenda en esta Cumbre.  Gobiernos democráticos contra la corrupción.  Esta es un cuestión de vital importancia que afecta una prosperidad a largo plazo así como el bienestar de los pueblos de este hemisferio.  Felicito a este grupo por el Compromiso de Lima acordado esta mañana.

La corrupción envalentona a delincuentes depravados y pone en peligro la seguridad pública.  La corrupción también corroe la base de la democracia y menoscaba la confianza en el gobierno.  Sabemos que a medida que crece la corrupción la prosperidad y la libertad desaparecen.  Y como saben todos los países que aman la libertad, la mayor corrupción de los gobiernos sucede cuando los pueblos pierden su voz, su voto, su libertad y sus derechos humanos básicos bajo la mano dura de la dictadura.  Y las naciones libres de esta conferencia tienen razón al enfocarse en nuevas formas de acabar con las dictaduras, aquí en el nuevo mundo.  Mientras estamos hablando, un régimen comunista cansado continúa empobreciendo a su pueblo y les niega sus derechos fundamentales en Cuba.  El régimen de Castro ha socavado sistemáticamente la riqueza de una gran nación y ha robado la vida de su pueblo.  Nuestra administración ha tomado medidas decisivas para apoyar al pueblo cubano y hacer frente a su opresor.  Los Estados Unidos ya no financiarán más los servicios de seguridad militar o de inteligencia cubanos, núcleo de ese régimen despótico.  Y los Estados Unidos continuarán apoyando al pueblo cubano en su lucha por la libertad.  Pero la dictadura de Cuba no acucia solamente a su propio pueblo como todos bien conocemos, con pocas excepciones en esta sala que la aceptan.  La dictadura cubana también ha tratado de exportar su fallida ideología a toda la región y está ayudando y apoyando la dictadura corrupta en Venezuela.

Tanto en Venezuela como en Cuba la tragedia de la tiranía es totalmente evidente.  Como bien conoce este grupo, Venezuela fue una de las naciones más ricas del hemisferio.  No hace mucho tiempo.  Ahora se encuentra entre las más pobres.  Venezuela fue también una próspera democracia y ahora ha colapsado en una dictadura y una tiranía.  Y déjenme dejarlo claro, la responsabilidad del sufrimiento del pueblo venezolano recae sobre un solo hombre: Nicolás Maduro.  Le prometió a su pueblo que restauraría la prosperidad, pero le dio una pobreza más profunda.  Le prometió seguridad y protección, pero ahora en Venezuela reina el caos y el crimen endémico.  Nicolás Maduro le prometió al pueblo que Venezuela recuperaría su grandeza, pero solo puso a la nación de rodillas.

Justo ayer tuve la oportunidad de reunirme con cuatro valientes líderes de la oposición venezolana, grandes defensores de la democracia, que fueron obligados a salir de su país o enfrentarían la furia de Maduro.  Me describieron cómo Maduro había corroído la democracia en Venezuela y corrompido las venideras elecciones.  También me contaron sobre la desgarradora crisis humanitaria que enfrentan amigos, familiares y compatriotas venezolanos.  Es desgarrador pensar en ello.  Lo pude ver de primera mano cuando visité la frontera de Colombia con Venezuela el año pasado.  Pero hoy casi 9 de cada 10 venezolanos viven en absoluta pobreza.  Los mercados venezolanos están vacíos, los alimentos y los productos necesarios para la vida diaria son difíciles de encontrar, los hospitales no poseen los servicios y suministros médicos básicos, poniendo en riego la vida y causando miseria y muerte.  Diariamente 5000 venezolanos huyen de su tierra natal en el mayor éxodo transfronterizo de la historia de este hemisferio.  Bajo el régimen de Maduro, Venezuela es esencialmente un estado fallido.  Los estados fallidos no conocen fronteras.  El continuo colapso económico de Venezuela ya afecta otras economías en la región.  Le está dando a los traficantes de drogas y a las organizaciones delictivas transnacionales nuevas oportunidades para poner en peligro a nuestros pueblos.  El Presidente Trump lo dejo claro, los Estados Unidos de América no se quedarán con los brazos cruzados mientras Venezuela se destruye.  Nuestra administración ya ha impuesto sanciones financieras estrictas a más de 50 altos funcionarios en activo o que ya no están en el sistema.  Tres semanas atrás suspendimos el llamado Petro del Sistema Financiero de los Estados Unidos.  El pasado mes también anunciamos que gracias a la generosidad del pueblo estadounidense daríamos 2,5 millones de dólares para ayudar a satisfacer las necesidades de los venezolanos vulnerables que viven en Colombia.  Ayer, para mí fue un privilegio anunciar que añadiríamos cerca de 16 millones de dólares más como ayuda directa para cooperar en los esfuerzos de Colombia en su apoyo a esos venezolanos.

Para que quede claro, los Estados Unidos, sus aliados y asociados, están listos para hacer más, mucho más.  Apoyar directamente al sufrido pueblo de Venezuela.  Pero el mundo merece conocer que si el pueblo de Venezuela sufre, y no recibe ayuda humanitaria básica, es porque Maduro está interponiéndose.

Maduro se niega hoy a recibir ayuda humanitaria simplemente porque él alega que no existe una crisis humanitaria, mientras su pueblo se muere de hambre, muere y huye.  Nunca olvidaré la visita que realicé junto a mi esposa a la frontera de Venezuela y Colombia el año pasado.  Conocimos a una abuela.  Ella había acabado de hacer el largo viaje con sus cinco nietos desde un pequeño pueblo en Venezuela.  Me dijo con lágrimas en sus ojos que la pobreza era tan extrema que sus nietos tenían que hacer cola desde la 5 de la mañana para obtener un ticket y comprar un pedazo de pan a las 5 de la tarde.  Y esa era la única comida que tenía esa familia.

Hoy instamos al régimen de Maduro a que abra su país para recibir la ayuda que puede salvar vidas y que su pueblo necesita tan desesperadamente.  Permítanme agradecer a las muchas naciones que ya han adoptado medidas para apoyar al pueblo de Venezuela con socorro y ayuda.  Hasta el momento se han desplegados casi 2 millones gracias a la compasión y generosidad de las naciones de toda esta región.  Es estimulante ver esto.

Permítanme agradecer además a aquellos que se nos unieron, utilizando las vías diplomáticas y económicas, para criticar y aislar al dictador Maduro y su brutal régimen.  Costa Rica se rehusó a que el Ministro de Defensa de Venezuela aterrizara en su territorio, y ha sentado un precedente para que otras naciones nieguen a Venezuela los viajes oficiales.  Canadá ha sancionado a más de 40 funcionarios venezolanos, Argentina y Brasil han liderado los esfuerzos para suspender a Venezuela del MERCOSUR.  Panamá ha calificado a más de 50 funcionarios venezolanos como de alto riego de lavado de dinero y retiró a su Embajador de Caracas y Perú retiró la invitación de Venezuela a esta Cumbre.  Señor Presidente, eso envió un poderoso mensaje, que Maduro y la dictadura y su despotismo no son bienvenidos aquí.  Lo felicito.

A todos aquellos países que tomaron medidas, le agradezco su apoyo.  Gracias por su apoyo a la libertad de nuestro hemisferio.  Pero déjenme decirles en nombre del Presidente Donald Trump que los Estados Unidos creen que ahora es el momento de hacer más.  Mucho más.  Cada nación libre aquí presente debe tomar medidas más enérgicas para aislar al régimen de Maduro.  Todos tenemos que apoyar a nuestros hermanos y hermanas que sufren en Venezuela.  Y les puedo prometer que los Estados Unidos no descansarán, no cederán hasta que se restablezca la democracia en Venezuela y el pueblo venezolano reclame su derecho a la libertad.  Y creo con todo mi corazón, señor Presidente -mientras ya termino- que ese día llegará.  Ya que como dijo Simón Bolívar, y cito ¨Un pueblo que ame la libertad al final será libre¨ Y los pueblos del nuevo mundo aman la libertad.  Y han probado, generación tras generación, su capacidad de luchar por ella, alcanzarla y defenderla.

Este mundo desde su nacimiento estaba destinado a ser un hemisferio de libertad.  En los anales de nuestra historia compartida los nombres de Bolívar, San Martín y Martí sobresalen hombro con hombro junto a Washington, Jefferson y Lincoln, como paladines de la libertad y grandes defensores de la libertad.  La libertad a la que debemos cada uno de nosotros por nuestro creador.  Mientras nos reunimos aquí, aún nos queda mucho trabajo por realizar.  Por eso, concentrémonos hoy a esa idea tan apreciada.  Luchemos con todas nuestras fuerzas para alcanzar ese día donde reine la libertad en cada nación del nuevo mundo.  Y mientras continuamos, tengamos Fe.  Fe en la capacidad sin límites de los pueblos del nuevo mundo para promover los principios que siempre han sido la fuente de nuestra grandeza.  Y permitámonos tener ese otro tipo de Fe.  Recuerden orar por las personas que luchan bajo una tiranía.  Recordando lo que dice el buen libro: Donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad.  Con el coraje de nuestros ciudadanos, con la convicción de los líderes reunidos aquí y con Dios.  Sé que este nuevo mundo demostrará una vez más que no hay fuerza en la Tierra que pueda derrotar a la libertad.

Gracias y que Dios bendiga a todos los pueblos y naciones de este gran hemisferio occidental.

Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.

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