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El sindicato y la zafra

Los trabajadores del sector azucarero en Cuba desarrollan actualmente el proceso orgánico previo a la Segunda Conferencia Nacional del Sindicato, prevista para el venidero mes de octubre en La Habana, que adquiere singular trascendencia porque tiene lugar en el año de preparación del XXI Congreso de la CTC.

En Las Tunas ya concluyeron las asambleas en las 211 secciones sindicales y en seis de los siete burós de centros, dejando expedito el camino hacia el nivel municipal, que inicia el 16 de este mes por “Jesús Menéndez”, asegura Carmen Tamayo Pérez, secretaria general del Buró Provincial.

La dirigente sindical enfatiza en la trascendencia del trabajo sindical en la compleja situación que presenta la zafra, en este territorio oriental, como consecuencia del inusual comportamiento del clima, que provocó la parada de los ingenios en operaciones y retrasó el inicio en los demás.

Y fue consenso en la conferencia del Buró de la Unidad Empresarial de Base Central Majibacoa que enfrentar ese desafío exige de una organización fortalecida, más cercana a sus afiliados.

Para Maritza Ricardo Tamayo, emuladora del Buró Sindical de esa industria, en este empeño es imprescindible celebrar las asambleas de trabajadores en las brigadas, y que los secretarios recojan todos los planteamientos que deben plasmar explícitos en las actas que van al Buró, para darles el seguimiento que ameritan.

También Ricardo Tamayo insistió en la importancia de esas reuniones, y de la asistencia de los secretarios generales a los activos, en los cuales se dan las orientaciones fundamentales, se atienden planteamientos y diseñan las estrategias de trabajo.

En similar dirección estuvo el pronunciamiento de Esmilda Rodríguez Batista, trabajadora del laboratorio en la industria, quien abogó por una organización en constante intercambio con los trabajadores, afiliados o no, más allá del encuentro en las reuniones para que se sientan bien representados.

Por su parte, René Barea Pérez, jefe de centros de Acopio, insistió en la necesidad de imprimirle nuevos bríos al desempeño del movimiento sindical aprovechando una gestión administrativa dispuesta al acompañamiento y lo ilustró con el hecho de que cerca del 90% de los trabajadores fueron estimulados en la pasada campaña.

De manera general, los asistentes manifestaron su confianza en que de este proceso la organización va fortaleciendo sus estructuras de dirección, pero solicitaron no descuidar la preparación de los dirigentes electos, en su capacitación para que estén a la altura del esfuerzo y la entrega de sus colectivos laborales.

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