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Out 27: Y las Águilas cazaron Alazanes

Roel Santos (D) es out en segunda base, en cierre del noveno inning, durante el juego semifinal entre Alazanes de Granma, de Cuba, y Águilas Cibaeñas, de República Dominicana, en la 60 Serie del Caribe de béisbol, en el Estadio Panamericano de Jalisco, Guadalajara, México, el 7 febrero de 2018. Roberto Morejon/Periodico JIT INDER/rmr

Guadalajara.- A las puertas otra vez de la final de una Serie del Caribe quedaron los Alazanes de Granma, al ceder 7-4 contra las Águilas Cibaeñas, de Dominicana, que supieron remontar un marcador adverso a partir de aprovechar todos las bondades que les dio nuestro pitcheo relevista, indefenso e inefectivo en extremo.

La segunda semifinal de la jornada presentó un duelo entre cubanos desde la lomita: Lázaro Blanco vs. Yunieski Maya, en el cual salió mejor parado el granmense, pues en 5.2 tercios solo permitió dos carreras limpias, mientras el pinareño (lanzando por los quisqueyanos) apenas duró 1.1 con tres carreras permitidas, facturadas por triple de Frederich Cepeda, doble de Carlos Benítez y hit remolcador de Raúl González

Sin embargo, el partido cambió de rumbo desde el sexto inning, cuando tras el jonrón de Ronny Rodríguez con Junior Lake en base, el ánimo de los merengueros subió al punto de explotar a Miguel Lahera y Raidel Martínez en el séptimo con un racimo de tres que comenzó a pesar en los hombros, en el cual fueron determinantes un error en tiro de Martínez y cañonazo de oro de Edwin Espinal.

Como si no les bastara, en octavo clavaron las dos rayas de la sentencia en la pizarra después de dos outs. Apelaron a la velocidad en función de la ofensiva con par de robos de bases y dos metrallazos de los coleros de la alineación: Héctor Gómez y Juan Carlos Pérez.

Para levantar otra vez reverencia y salvar la honrilla, Cepeda desapareció la esférica por el izquierdo en el octavo, pero de ahogar las esperanzas completas se encargaron los últimos relevistas dominicanos: Wifrin Obispo y Josh Judy, así como un inexplicable robo de base de Roel Santos abriendo el noveno episodio.

Concluyó así la segunda actuación de los Alazanes de Granma en el certamen, con similar balance de tres éxitos y par de fracasos al pasado año, con la diferencia que ahora terminaron terceros y no cuartos. No obstante, las lecciones de lo sucedido vuelven a ser similares a las que vimos, escribimos y sentimos hace 12 mesess.

Yefri Pérez (D) se roba la segunda base, ante Carlos Benítez (I) durante el juego semifinal entre Alazanes de Granma, de Cuba, y Águilas Cibaeñas, de República Dominicana, en la 60 Serie del Caribe de béisbol, en el Estadio Panamericano de Jalisco, Guadalajara, México, el 7 febrero de 2018. Roberto Morejon/Periodico JIT INDER/rmr

Por su parte Las Águilas Cibaeñas clasificaron a su oncena final de Serie del Caribe en busca de su sexto título, para el cual tendrán que vencer a los Criollos de Caguas, de Puerto Rico, conjunto que aspira a ser el tercero en 60 años que repite un cetro, y su manager Luis Matos el segundo que lo festeja detrás del cubano Napoleón Reyes, que lo festejó en 1957-1958 con los Tigres de Marianao.

Moralejas del partido:

-La carta abridora del partido por Cuba, Lázaro Blanco cumplió su papel y tenía una recta poderosa y una slider dominante. Dio un escón de ponche estimulante en el primer capítulo con bases llenas y solo se fue de pitcheo tras el cuadrangular de Ronny Rodríguez en el sexto. ¿Bien sacado? Correcto, solo que luego nadie pudo imitarlo.

-Jugada importante y que lleva miles de interpretaciones para decidir o no el partido la del quinto ininng con bases llenas y en el cajón de bateo Frank Camilo Morejón. Es cierto que había estado muy bien el día anterior, pero tres carreras en un estadio como este no es ventaja y muchos pensábamos en un emergente que elevara al menos a los jardines. Recordemos que estaban los tres hombres más lentos del equipo en base y que el lanzador había regalado tres boletos. ¿Por qué no dejarlo lanzar y exprimirlo en el conteo?

– Si Alaín Sánchez debió ser traído antes o después que Lahera puede tener mil explicaciones sensatas, pero Raidel desde el séptimo tenía pocas opciones de que terminara bien, incluso aunque no hubiera cometido un error en un toque de bola que parecía más del primera base que del serpentinero.

– El más grande respeto para Frederich Cepeda, el pelotero cubano con más estabilidad, oportunidad y respeto en home en cuanto partido cumbre internacional archiva su hoja de servicio. De 3-3, con par de remolcadas, triple, hit y jonrón, eran suficientes aportes a la escuadra, solo que él solo no puede ganar un desafío y mucho menos un campeonato.

-¿Robo de base de Roel Santos en el noveno? Hay que entender que la espontaneidad tiene un límite en momentos tensos. Sin embargo, más allá de haber sido puesto out en segunda, el partido no se perdió por ese mal corrido, explicado por él con vergüenza, pues solo intentaba levantar el alma de una formación necesitada de jugadas de este tipo.

– En el juego tres bases robadas a nuestros receptores y en todo el evento nueve. ¿Son verdaderamente tan malos Frank Camilo Morejón y Yolexis La Rosa? Nadie lo considera así. El cuidado de los corredores por parte de nuestros pítcheres fue de espanto en toda la justa y al menos la mitad de las veces el estafador feliz anotó.

– Debemos aprender de las tácticas buenas del contrario. Excelente manejo de sus relevos tras explotar Maya, así como cambios importantes en la alineación respecto al primer enfrentamiento con Cuba. A veces es difícil pensar que con cuatro errores un equipo merece ganar, pero los quisqueyanos se burlaron de eso varias veces.

-Carlos Martí fue consecuente hasta el final con su filosofía de juego: alineación estable, pocos emergentes y una rotación de pitcheo encartonada en preservar lanzadores para guardar a los mejores para el cruce y una hipotética final. ¿Sobraron finalmente jugadores de posición o faltaron lanzadores?

– Muchas cosas quedan para análisis posteriores. Cuba se llevó las palmas de la afición, un bronce que sabe más a impotencia que a gloria y una última imagen en la que a la hora de jugar al batazo no estuvo el líder de otros tiempos. Y en el béisbol moderno los protagonistas no nacen ya con titulares, sino que lo hacen a puros batazos. Y eso nos faltó ahora.

Posdata:

Para la próxima edición debemos articular, de una vez y por todas, la experiencia de cinco Series del Caribe, en las cuales salimos para muchos especialistas con etiqueta de favorito para puestos cimeros en el podio y terminamos alejados con una última demostración lejana de las reales posibilidades. Volveremos sobre el tema.

 Alineaciones abridoras

Águilas Cibaeñas (Dominicana)

Abiatal Uvelino (ss), Gustavo Núñez (2b), Junior Lake (lf), Edwin Espinal (1b), Christian Bethancourt ( ) Ronny Rodríguez (  ), Carlos Paulino (c), Héctor Gómez (  ), Juan Carlos Pérez (  ), Yunieski Maya (p)

Alazanes de Granma (Cuba)

Roel Santos (cf), Yordan Manduley (ss), Yurisbel Gracial (rf), Alfredo Despaigne (bd), Guillermo Avilés (1b), Frederich Cepeda (lf), Carlos Benítez (2b), Frank Camilo Morejón (c), Raúl González (3b) y Lázaro Blanco (p)

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