El neumococo es un tipo de bacteria que puede provocar diferentes infecciones, más o menos graves, entre las que podemos señalar la neumonía. En Cuba se reportan las mayores incidencias en los niños en edad preescolar y por ello —entre otras razones— es en este grupo donde se introducirá la nueva vacuna, desarrollada por el Instituto Finlay, contra este microbio.
“Pensamos que en el año 2019 podamos hacer la solicitud de registro y comenzar a aplicarla. Desde el 2006 estamos trabajando y aunque ha sido un proceso de mucho esfuerzo, ya estamos viendo los resultados”; explicó a Trabajadores la joven licenciada Darelys Santana Medero.
Al decir la especialista, esta primera vacuna neumocócica es muy compleja “porque contiene siete serotipos, lo que significa que es como si estuviéramos desarrollando siete vacunas en una”.
La vacuna ha transitado sus fases de desarrollo preclínico y farmacéutico, y hoy se encuentra en la etapa de ensayos clínicos, inmunizando ya a los lactantes, que es la población diana final donde debe introducirse la vacunación.
“Hemos inmunizado más de 5 mil niños y hemos podido comprobar que la vacuna es segura y sobre todo, que funciona, es decir, que realmente protege contra el neumococo”.
De acuerdo con la explicación de la experta, a diferencia de como se ha enfrentado el desarrollo clínico para otras vacunas, en este caso se desplegó todo un sistema de vigilancia centinela, que permite caracterizar la línea base de la incidencia real de la enfermedad previo a la introducción de la vacuna. Esto propició que, después de la introducción de esta, se pudieran evaluar, con datos científicamente sólidos, su impacto y efectividad.
A partir de los próximos años los niños cubanos podrán acceder a otra vacuna que contribuya a salvaguardar no solo sus vidas, sino también el futuro de Cuba, toda vez que el país enfrenta el complejo fenómeno del envejecimiento poblacional.
