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Empresa Ómnibus Nacionales: Largo camino sobre ruedas

Por Gabino Manguela Díaz y Leydis Luisa Hernández Mitjans

El transporte público es de los grandes problemas que se arrastran en el país desde hace décadas y que siempre ha requerido, en aras de una mejoría sustancial, inversiones millonarias, control,  disciplina, mucho esfuerzo  e inteligencia. Y es la Empresa Ómnibus Nacionales (EON) un referente obligado para valorar la situación del transporte masivo  en el país.

Su director general, Alberto Ramos Miranda, explicó a Trabajadores que para la empresa cumplir  hoy con todos sus encargos deben trabajar cerca de  580 ómnibus diariamente, y  “dado el desgaste de los medios, la renovación es fundamental”, lo que pasa por  el sensible tamiz del financiamiento.

A partir del 2015 (EON) intensificó la reposición de su parque y, desde entonces, su dotación creció en  260 nuevos carros, cantidad significativa, pero  insuficiente, pues actualmente no pocos presentan  evidente deterioro por el  paso de los años y la sobreexplotación.

Sin embargo, más allá de las cifras, la estancia en diferentes terminales y el recorrido por determinados itinerarios destapan fisuras de un servicio que invariablemente debe continuar  perfeccionándose.

Los retrasos en las salidas; las demoras en los trasbordos; las grandes indisciplinas de algunos choferes,  entre ellas las paradas indebidas  y la transportación  de pasajeros de pie, son de  las insatisfacciones más frecuentes.

“Hoy tenemos 132 rutas que interconectan las  cabeceras provinciales y no pocos municipios. Determinamos que los itinerarios muy distantes sean  realizados por los carros  en mejores condiciones, y  comenzaremos a aplicar en  fin de año un novedoso sistema para esos trayectos,  lo que nos asegurará una  mejor explotación del parque”, subrayó el directivo.

No obstante, la experiencia de algunos pasajeros parece contradecir la  normativa de utilización  de los mejores vehículos. Mary Ortega García viajó  este mes por la ruta Habana-Pilón y viceversa. “El  viaje de ida fue muy bueno,  pero del retorno no puedo  decir lo mismo. La guagua  era muy vieja, no tenía televisor, el frío resultaba  insoportable, el chofer paraba cada cinco minutos  sin previo aviso; a lo que se  suma la terminal de Pilón,  que estaba cerrada por los  carnavales”.

A todas luces las fiestas locales eran más importantes que ofrecer un  servicio de calidad a los  clientes. Y, para colmo de  males, el tormento fue aún  mayor, porque era una noche de lluvia.

Lo que debiera ser, lo que es y otros demonios

Según Ramos Miranda, un ómnibus puede prestar servicio siempre que cuente con  el portaequipaje, los asientos  reclinables y el aire acondicionado. Precisó que “algunos tienen baño o televisor,  pero esos no son requisitos  imprescindibles para que  circulen”.

Sobre la climatización dijo que está normado que la temperatura oscile entre los 20 y 24 grados, aunque reconoció que muchas veces los choferes no cumplen con esta y otras regulaciones, lo que perjudica grandemente al pasajero.

Con claridad el directivo sentenció: “El principal  problema que tiene por resolver Ómnibus Nacionales  es la disciplina, recuperar  los valores que se han perdido entre todos los que aquí  trabajamos”.

Al respecto, Reinel Sánchez, del secretariado del  Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte  y Puertos, manifestó que  los choferes de esa empresa  son la cara del transporte  en el país, y reconoció que  en franca proporción con  los desórdenes que prevalecen, esa entidad ha realizado múltiples procesos para  fortalecer el orden. “Pero el  servicio todavía genera insatisfacciones, pues, entre  otras razones, el aparato de  inspectores pudiera ser mejor”.

Resulta evidente que contra las acciones indebidas se deberá anteponer  un sistema disciplinario  equilibrado y armonizado  con una esmerada atención  a las condiciones de  labor  y al ingreso salarial de los  trabajadores. Tal análisis  deberá ser continuo, permanente.

Otro punto de vista

Al cierre de septiembre EON contaba con mil 475 choferes, cuyo salario medio fluctúa alrededor de los mil pesos, detalló el director general, quien especificó, además, que la empresa tiene  contratadas más de 100 habitaciones de la cadena Isla  Azul en casi todas las provincias para el descanso de  los choferes.

En ciertos destinos la situación se torna complicada,  aseguran algunas tripulaciones. Juan Carlos Ramos,  conductor de EON hace 13  años, es enfático: “En Baracoa me quedo en una casa de  renta. Me dan 140 pesos de  dieta por dos días de estancia allí, pero el alquiler es  de 200, por lo que tengo que  poner 60 de mi bolsillo”.

Para Claudio Pérez Suárez, quien realiza los viajes a Chambas y Caibarién, la alimentación es un  difícil escollo. “No dormimos en esos destinos, pero  debemos almorzar en uno  de los Conejitos, y ahí las  ofertas no son de calidad;  en Caibarién tenemos que  agenciarnos dónde comer,  pues no hay un espacio  asignado”.

Otra es la historia para Boris Lazo, chofer de Transtur desde hace 14 años. Brinda su servicio en moneda libremente convertible y cuando realiza el  viaje de retorno, si no tiene  pasaje, va a las terminales  para transportar personal  a un mismo costo que los  ómnibus nacionales, pero  su principal preocupación  gira en torno a los autos  privados que ofrecen servicio a los extranjeros y  literalmente les roban el  cliente.

“Considero que el trato que brindan no es el mejor y ni siquiera les garantizan una seguridad adecuada. Sugiero limitar el uso de esos carros y crear los mecanismos para que el turista compre el pasaje en la  agencia; así nuestro transporte circularía siempre  lleno”.

Por cada chofer hay múltiples vivencias, unas más entendibles que otras, pero es obvio que cualquier esfuerzo por optimizar las condiciones de los trabaja- dores nunca será suficiente, como tampoco aquel  que se realice para un mayor confort del viajero.

Las terminales…

En estos momentos la Terminal Central, ubicada en  La Habana, se encuentra en  un proceso de reparación  que debe finalizar en el año  2019, como parte de los festejos por el aniversario 500  de la ciudad.

Sin embargo, fuera de las fronteras capitalinas se oscurece un tanto el panorama, especialmente en  Pinar del Río, Cienfuegos,  Matanzas y Bayamo, las  unidades empresariales de  base (UEB) más deprimidas.

De hecho, el director de la UEB Ómnibus Nacionales Granma,   Alberto Ferral  Reina, explicó a Lianet Suárez, corresponsal de Trabajadores allí, que “el mayor  inconveniente del inmueble  es su dimensión, que limita  el número de clientes dentro  de este”. A ello se une, además, el calor reinante en el  lugar.

Por otra parte, aún con la estabilidad del sistema de transporte nacional por ómnibus en Cienfuegos, hoy esa  provincia cuenta con equipos envejecidos y carece de  los accesorios indispensables para mantener una alta  disponibilidad técnica de  las guaguas Yutong, según  comprobó Ramón Barreras,  nuestro reportero en el territorio.

Aún muchas expectativas insatisfechas

Alrededor de 10 millones de  pasajeros viajan  anualmente  por la EON,  una alta cifra que no creemos se deba a la calidad o  no del servicio, pues bajo  cualquier condición prevalece en las personas la necesidad de viajar.

Hoy resulta imposible negar las mejoras del servicio en EON, pero incluso con medidas favorables,  como traer a la Terminal  Central los servicios de listas de espera que antes se  brindaban en lugares distantes, la digitalización de  la venta de boletines y los  diversos trabajos organizativos y constructivos para  mejorar la infraestructura  del local, todavía muchas  expectativas están insatisfechas y el transporte interprovincial provoca más  de un dolor de cabeza, sobre  todo en fechas señaladas,  cuando crece sensiblemente  la demanda.

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