Icono del sitio Trabajadores

Techos para sosiego de los damnificados

Las tejas de zinc galvanizado es un elemento vital en la recuperación. Fotos: Ángel Chimeno Pérez

Los 510 trabajadores de la Unidad Empresarial de Base Comandante Paco Cabrera, Metunas, están brindando una importante contribución a la recuperación de los daños causados por el huracán Irma en casi todas las provincias cubanas.

El ingeniero Karel Peiso Miranda, director de esta Unidad perteneciente a la Empresa Mecánica de Transformadores de Acero, refiere que tras el paso del meteoro, la primera tarea fue el levantamiento e identificación de los perjuicios en las zonas afectadas con un grupo de 10 ingenieros que se encargaron de ese diagnóstico.

Dice el directivo que, a partir de ahí se comenzó la fabricación de sistemas de cubierta, fundamentalmente de purlings y techos, de los cuales se produjeron alrededor de 75 mil metros cuadrados para las instalaciones turísticas de la cayería norte, incluyendo los cayos Santa María, Coco y Cruz.

Refiere que, además, recibieron tres mil toneladas de bovinas metálicas procedentes de China para la elaboración de módulos de techos para siete mil 500 viviendas, de las cuales ya han entregado dos mil 900.

El joven ingeniero explica que cada módulo está compuesto por 18 tejas de zinc galvanizado y ocho purlings, y que el compromiso lo asume el colectivo del taller de conformado, donde laboran 31 trabajadores, distribuidos en dos turnos de trabajo –uno habilitado para enfrentar la contingencia-  y lo hacen de manera ininterrumpida   todos los días del mes.

Al propio tiempo, trabajadores de esta entidad brindan asesoramiento técnico en el montaje de estas cubiertas, para garantizar su correcta colocación, durabilidad y resistencia a los vientos.

Abunda que estas producciones se venden a Acinox-Comercial, entidad encargada de su distribución en todas las provincias dañadas, en correspondencia con las decisiones que adopta el país.

Enfatiza que disponen de una cobertura de materia prima para 30 días de labor y que, aunque estas producciones constituyen prioridad, el colectivo continúa enfrascado en atender las demandas de techos para naves, hechas por el grupo Almest, la zona de desarrollo del Mariel y Tabacuba.

Todo a paesar del bloqueo, que impide la adquisición de materias primas en países más próximos geográficamente y a precios menos onerosos, lo que encarece los costos. Y obstaculiza la adquisición y renovación tecnológica de la planta.

El sindicato y los trabajadores

Roberto Viltres García, supervisor y miembro del buró sindical de la unidad, encomió la alta disposición de los afiliados comprometidos con la importante tarea de restaurar los daños ocasionados por el huracán.

“Nuestros trabajadores, remarca, siempre se han caracterizado por el arrojo y  espíritu de eficiencia, pero en esta etapa, como somos partícipes directos de la recuperación del país hay un nivel de sacrificio y de trabajo todavía mayor, conscientes de que tributamos un producto altamente demandado  e imprescindible en la rehabilitación de las viviendas y objetivos económicos de mucha importancia en la normalización del país.”

Aduce que los trabajadores tienen atenciones garantizadas, que se corresponden con los ingentes esfuerzos que brindan, “almuerzos, comidas y meriendas de calidad, variadas y con los requerimientos nutricionales establecidos; y otros reconocimientos en correspondencia con sus aportes.

En tanto, Rubén Requená, operador reparador de máquinas de conformar metales, resalta “nos sentimos muy comprometidos por el impacto de nuestros aportes, porque ayudan a restaurar los daños, tanto en las viviendas como en naves y otros centros de importancia económica y social para el país”.

Epílogo

Y esas palabras tienen respaldo material en los talleres y otras áreas de la fábrica, donde el ajetreo es grande y el entusiasmo distingue el quehacer, que, también, rompe los obstáculos que supone el bloqueo económico y comercial de Estados Unidos contra Cuba.

“Ese cerco injusto y cruel encarece nuestras producciones, porque nos obliga a buscar materias primas en países muy lejanos geográficamente y frena la obtención de tecnologías de punta y otros equipamientos que nos obligan a adquirir a través de terceros”, sostiene Karel.

Compartir...
Salir de la versión móvil