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El signo alentador de la poesía

 

Por Homero Laché

“Ha sido un encuentro más que valioso, un encuentro donde uno sale con ideas, para seguir creando, y esto es lo más valioso: el diálogo, la posibilidad de establecer un vínculo con proyectos personales y encontrarnos. Al final somos personas que producimos pensamiento, que producimos cultura y que estas cosas sucedan en un tiempo desdichado, marcado por la desdicha, me parece un signo muy alentador”.

Tales palabras fueron dichas por el crítico, narrador y ensayista cubano Alberto Garrandés durante el encuentro literario Desde su voz otras voces: la poesía de Jesús Lara Sotelo, recientemente celebrado en la galería de arte Teodoro Ramos, del Cerro, como colofón de las muestras retrospectivas de su obra visual instaladas en esa institución y en el Centro de Desarrollo de las  Artes Visuales y Diseños, de La Habana Vieja, bajo los respectivos tituos de Fuego y Meditaciones y Poemas Capitales.

En la jornada de conversaciones sobre la obra poética, ensayística y narrativa de Jesús Lara —entre el 25 y el 27 de septiembre—participaron, entre otras distinguidas personalidades de la intelectualidad cubana relevantes escritores y críticos como Cira Romero, Francisco López Sacha, Alberto Garrandés, Marilyn Bobes, Alberto Marrero, María Elena Llana y Jesús David Curbelo, quienes igualmente establecieron paralelos entre la creación visual del artista con su universo escrito.

“Los que aquí participamos —enfatizó Garrandés— dimos un panorama realmente exhaustivo de la obra de Lara de la que incluso yo desconocía algunos libros. Las cosas son como son: cuando hay un artista de su categoría, inevitablemente estamos hablando, cuando uno lo lee, cuando uno ve lo que está aquí en esta galería, hablamos de un hombre profundamente humano, y ocupándose constantemente en todos los libros, de advertir cosas, no solo porque las mire o las detecte sino porque constantemente lo está haciendo”.

El programa de Desde su voz otras voces… incluyó la presentación de la Compilación y Valoración Crítica de Cira Romero titulada Jesús Lara Sotelo, el artista de las posibilidades, donde la investigadora literaria reúne una diversidad de criterios y ensayos sobre la obra literaria de Lara, la publicada y la inédita, así como textos de entrevistas y declaraciones de distintas personalidades de la cultura sobre sus libros.

En el texto escrito a modo de prólogo, Cira expresa: “Entregamos hoy un libro incompleto, como incompleta, para suerte de todos, está la obra escrita de Jesús Lara Sotelo. Para quien cuenta hoy con solo cuarenta y cinco años mostrar, mediante las voces de otros, lo que vale su creación literaria, es un modo de ayudar a encontrar su respiración artística, la sobreabundancia de su discurso, la selva de una producción que, a modo de tableaux, brinda la esencia de un artista múltiple e imprevisible. Jesús Lara Sotelo, urgido por el dictum latino «la poesía es como la pintura» nos regala en ambas disciplinas una familia artística inseparable, casi a modo de aventura donde es posible establecer paralelos y disidencias, saborear una comprensión múltiple y a la vez unilateral (…) Aceptar el carácter cósmico de su arte significa acariciar, de un golpe, la constatación de un temperamento súbito e inesperado, calzado, como el gigante, con las botas de las siete leguas”.

Asimismo, el propio Alberto Garrandés dio a conocer el volumen Tiempo de revelaciones, la obra visual de Jesús Lara Sotelo, escrito por la historiadora del arte y crítica Elisa Álvarez Delgado quien ubica en este volumen un recorrido crítico por algunas de las series más importantes realizados por el multifacético artifice durante su carrera artística en diversas manifestaciones, así como una compilación de críticas anteriores provenientes de voces como Rufo Caballero, Pedro de Oraá, David Mateo, y Rafael Acosta de Arriba, entre otros.

En la introducción del anteriormente mencionado cuaderno de críticas, el reconocido crítico dijo: “Si es un artista verdadero, un cavador de micro-túneles sabrá (o sospechará al menos) que el asunto del sentido y la significación se juntan en un proceso de semiosis que obligaría, a cualquier receptor lúcido, a regresar a las obras con la mirada rejuvenecida. Creo que fue eso lo que descubrió Elisa Álvarez mientras escribía Tiempo de revelación: la obra visual de Jesús Lara Sotelo”.

En las sesiones del segundo día de esta memorable cita intervinieron tres poetas: Marilyn Bobes, Alberto Marrero y Jesús David Curbelo, quien lo hizo mediante una grabación de video. Este último expuso la tesis de que Lara es un artista de vocación renacentista, por la pluralidad de métodos y técnicas que emplea en lo literario y en lo visual que logra reflejar a cabalidad el acontecer del mundo postmoderno.

“En la obra de Lara —apuntó Curbelo— cuando uno la va leyendo de conjunto puede irse dando cuenta de una gran paradoja que es una de las cosas que me llama mucho la atención de como un artista con una clara filiación renacentista puede sobrevivir a la velocidad, a la fragmentación, a la falta de disciplina y método, que en apariencia entraña el mundo postmoderno en que vivimos. Y creo que la paradoja se resuelve porque Lara ha entendido perfectamente las características de ese mundo postmoderno.

“Creo que de cierta manera la piedra angular sobre la que descansa la poética de Lara es la búsqueda de las fisuras que puede tener el todo de la civilización contemporánea e irse posicionando ante ella de una manera filosófica, de una manera gnoseológica y definitivamente de una manera lingüística, de una manera estilística”

Esa idea fue reafirmada por Marilyn Bobes, quien enunció lo que ella denomina el sistema poético de Lara Sotelo, y por Alberto Marrero quien ofreció su conferencia El elevado precio de la poesía.

Según la Bobes este evento alcanza una trascendencia múltiple, en especial con la obra de Jesús Lara, quien “escribe desde los 19 años y ha llegado a los cuarenta con una cantidad de libros publicados que casi se corresponden con su edad. Y esta labor prolífica no es resultado de una manía grafológica sino de la creación de todo un sistema poético que, me atrevería a afirmar, él es el único escritor contemporáneo cubano que lo posee, como antes José Lezama Lima o José Martí en otros momentos de la historia de la literatura de la Isla. Quiero que se me entienda bien: no se trata de comparaciones estéticas ni de jerarquías. Lo que me asombra en Lara es esa capacidad para desdoblarse en múltiples sujetos líricos, a la manera de un actor, sin perder las características formales y conceptuales de un inconforme que crea una tropología basada en las asociaciones más insólitas, provenientes de todas las disciplinas artísticas, filosóficas y hasta científicas para operar con una madurez que se muestra desde los primeros libros hasta los más recientes”.

Alberto Marrero intervino además desde el punto de vista de quien ha editado parte de los libros de Jesús Lara Sotelo, y advirtió: “Los más recientes libros del poeta y artista de la plástica Jesús Lara Sotelo tienen la impronta de un oficio cada vez más acendrado. Desde la publicación de su excelente cuaderno Lebensraum, sobre el cual escribí un breve prólogo traducido al inglés por el poeta Omar Pérez, y la antología personal que recoge más de veinte años de su quehacer poético, no ha llovido mucho; y ya parece haber tomado un segundo aire que le ha permitido engendrar otras ocho colecciones de poemas. (…) estamos en presencia de un poeta prolífico y, ser prolífico con eficacia es sinónimo de talento y constancia, dos atributos que no siempre van de la mano”.

Para el cierre de este espacio de diálogos y encuentro de intelectuales acudieron la prestigiosa narradora María Elena Llana y el narrador, crítico y ensayista cubano Francisco López Sacha, bajo cuya presidencia se trataron los temas La poesía de Lara desde Lebensraum hasta sus más recientes títulos Poemas de Berlín, Theatro Mundi, Todo se va y Poemas Capitales.

En tal sentido Llana apuntó: “Su real presencia en un lugar u otro es el mismo: su esencia creadora, raigal e indivisible, por eso resulta totalmente lógico que en medio de tan lejanas vivencias surja un propósito como el de describir una guanábana. Además de que Lara siempre invita a reflexionar, hay un atinado manejo de un humor nunca exento de cierta dosis de reto, estos nuevos libros brindan algunos de sus más logrados acercamientos a la más pura esencia lírica”.    

Por su parte, López Sacha dio continuidad a la tesis de la presencia de sistemas poéticos en la escritura de Lara, como lo habían enunciado Curbelo, Marilyn Bobes, Alberto Marrero y Alberto Garrandés.

Esto es lo que ha hecho Lara, en lugar de construir pequeñas unidades a través del tiempo, ha construido una explosión. Creo descubrir un sistema de composición hacia el final de su obra. Algo de esto había visto en Lebensraum, lo había visto sobre todo en El escarabajo de Namibia, pero ahora va extendiéndose mucho más allá, hasta un límite difícil de concebir dentro de la lírica contemporánea en Cuba (…) En primer término hay un sujeto lírico que opina que crea un discurso donde fricciona varios términos antitéticos; un segundo sistema en el que el sujeto lírico se acerca a un suceso al parecer autobiográfico y refleja un hecho; y un tercer sistema en el que el sujeto lírico objetiva acontecimientos y discute argumentos políticos del mundo”, subrayó López Sacha.

Este evento estaba programado entre los días del 12 al 17 del mes de septiembre, pero debido al paso del huracán Irma y sus afectaciones en la capital cubana, fue trasladado para la última semana de septiembre bajo los auspicios de la Sección de Poesía de la UNEAC y su presidente Alberto Marrero, el Instituto cubano del Libro, así como de la dirección municipal de cultura del Cerro y su Galería Teodoro Ramos Blanco.

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