Un rayo de luz en tantos días de oscuridad -no solo por la falta de energía eléctrica, sino también en el alma de muchas personas abrumadas por las pérdidas provocadas por el huracán Irma- constituyó la iniciativa del colectivo de trabajadores del Servicentro (espacio diseñado para venta de combustible) de la localidad de Mayajigua en el municipio de Yaguajay.
Durante estos días de contingencia, los trabajadores de esa entidad, organizaron una alternativa para aliviar las necesidades de los moradores tras la carencia, durante varios días, de la electricidad. Desde el grupo electrógeno del conocido Cupet, se conectó una línea de alimentación con cinco tomas hasta la vecina tienda destinada a la venta de insumos y productos agrícolas. Así los moradores de la comunidad pudieron cargar celulares, tablets, laptops de manera gratuita- aclaro.
Israel Pis Morales, administrador del Servicentro, asegura que la iniciativa primero fue inconsulta, pero luego fue aprobada con beneplácito por la entidad rectora, Cimex. “La capacidad de la planta eléctrica, posibilitó esta acción sin perjudicar al Cupet. Tampoco representó un costo adicional para la empresa”, apuntó el encuestado.
Audel Aguado, un joven de 21 años, expresa su agradecimiento y el de miles de personas beneficiadas. “Hemos mantenido cargadas las lámparas y linternas para la iluminación nocturna, los bakups de los computadores”.
“La iniciativa favoreció principalmente a los niños y las niñas que no comprenden bien por qué no tienen corriente y quieren muñequitos”, explicó Maidelin Rodríguez en el momento que conectaba la Tablet de su pequeña.
Pis comentó que también se colocaron tres neveras para guardar medicamentos destinados a niños pequeños, y se aprovecharon para tomar agua fría también.
Una vez más se prueba y se demuestra que la solidaridad es una cualidad distintiva de los cubanos —casi adherida al cordón umbilical— y constituye un valor esencial para sobrellevar las situaciones de desastres. El paso de Irma no ha sido la excepción.
