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Todos al Frente

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Esa imagen de las calles desiertas me resulta conocida. Las he vivido en La Habana en muchos momentos de celebraciones y conmemoraciones de fechas significativas.

En la tarde de este 19 de julio casi todos los residentes de Managua, junto a los de otras provincias, se fueron a la Plaza de la Fe hasta desbordar sus límites. Desde días atrás sucede una fiesta popular por el aniversario 38 del triunfo de la Revolución sandinista, pero hoy es puntualmente el día.

Banderas de Nicaragua y del Frente Sandinista para la Liberación Nacional en alto dominan el inmenso espacio. La probabilidad de lluvia no preocupa. Es más la motivación, el disfrute. Las coplas patrióticas enriquecen la efervescencia revolucionaria. Y como debe ser, los jóvenes llevan la voz cantante.

El anuncio por la amplificación local de que el Estado nicaragüense ha decidido otorgar la Orden Augusto César Sandino al luchador independentista puertorriqueño Oscar López Rivera genera una ovación. El boricua la recibe con esa sencillez que lo hace gigante.

Toca el turno a los jefes de delegaciones para transmitir mensajes de saludo al pueblo nicaraguense. Inicia el primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

Dice que la Revolución sandinista camina triunfante. Son visibles sus éxitos en ámbito económico y social. Llama a la solidaridad con Venezuela y su Revolución bolivariana; agradece el apoyo de Nicaragua y en reciprocidad ratifica la solidaridad del gobierno y pueblo cubanos.

Le sigue como oradora María Fernanda Espinosa, canciller de Ecuador, quien llama a los revolucionarios latinoamericanos y caribeños a mantenernos unidos y renovar constantemente el optimismo.

El presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén valora en los nicaragüenses la capacidad de un pueblo de construir la victoria. Recuerda la necesidad de unidad y de que la lucha sea permanente.

Le deja el escenario a Evo. Lo recibe un cerrado aplauso que encierra admiración. Toma la palabra para criticar el militarismo de Estados Unidos y la OTAN presente en el mundo. Denuncia las nuevas amenazas del imperio a Cuba y Venezuela, pero recuerda que no están solas. Los tiempos han cambiado para bien de las fuerzas progresistas.

Sabe de la importancia del Foro de Sao Paulo, y llama a fortalecerlo cada día.

El cierre del acto corresponde al presidente comandante Daniel Ortega Saavedra. Las banderas se agitan. Pide unidad en dos escenarios: el nacional, para que trabajadores, campesinos, empresarios, intelectuales… aporten hasta enterrar la pobreza, y en el campo internacional para dar la batalla por la unidad de América Latina y el Caribe. “No hay más alternativa que la integración de nuestros pueblos”, subraya.

Y añade: “Cada pueblo decide su camino, su modelo, su futuro. Estados Unidos tiene que entender que la amenaza y los ataques no son el camino, sino el respeto y el diálogo”.

Al referirse a Cuba la calificó como país heroico e indoblegable. “Gracias a Cuba por dar la batalla de la dignidad por más de 50 años”, afirmó justo cuando la lluvia no quiso perderse la fiesta y apareció en la Plaza de la Fe. La multitud se mantuvo. Entonces el Presidente aceleró los agradecimientos a todos los visitantes, dio la bienvenida a la recién llegada, y dijo: Bendita agua.

Para los que vivimos esta intensa jornada no queda duda de que esta tarde noche los nicaragüenses una vez más fueron al Frente.

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