Icono del sitio Trabajadores

Descubrir colores en versos: el guajiro que pinta

Cubierta del volumen.

 

Amante del repentismo y la poesía, esa manera tan certera de expresar los anhelos del alma, Rogelio Fundora se adueña de esencias. Como por ósmosis llega la inspiración y el deseo infinito de pintar la Cuba que contempla en sus pupilas. Pero detrás de todo hay un secreto mayor, un ejemplo, el paradigma de un hombre de bien. “El Apóstol fue al motivo por el cual el guajiro empezó a pintar”, manifestó Yuneitsy Oliva Díaz, diseñadora del libro Los colores del verso, presentado en la tarde de ayer en la Sociedad Cultural José Martí.

El volumen recoge una serie de textos sobre la obra de Fundora, publicados en diferentes medios de prensa donde se expresa, de una u otra manera, el sello personal de un creador que prefirió concebir y explicarse mediante colores vivos, tradiciones y costumbres del país que lo vio nacer, antes que abogar por el arte especulativo o con ansias de lucro.

“…La naturaleza es otro elemento que forma parte de su verdad, recurso temático de arraigada predilección de aquellos que sienten dentro una sensibilidad natural para el arte, que no intenta reproducir, sino soñar/fabular. Estos asuntos se interpretan/traducen en imágenes muy variadas, aderezadas de un abundante caudal imaginativo y valores creativos que destacan por su certeza vivencial. Sus visiones son sorprendentes, matizadas con una genuina sensibilidad que apresa sentimientos en un estado natural. Mucho más se podría hablar de estos hombres y mujeres que ven la vida a su forma…”. Con estas palabras lo caracterizó el periodista y crítico Toni Piñera en un artículo publicado en Granma Internacional.

Entonces estamos ante un pintor de realidades, una porción de la vida del cubano está descrita allí, en las obras de Rogelio Fundora. Si observamos sus reproducciones, cobran sentido los detalles más íntimos y baladíes: el trazo fino de las palmas, la tierra como fuente de vida, la lluvia y el inmenso disfrute de un campesino al ver su cosecha florecer. Varias historias son contadas desde el silencio del lienzo, tan impoluto y tentador en ciertas ocasiones.

Hay un mensaje renovador en sus obras y es la tentativa se seguir tus sueños. Si este guajiro halló su razón de ser en la pintura, cada cual está destinado a encontrar su propósito en la vida, ya sea en la medicina, la educación o cualquier proyecto decoroso.

Por otra parte, el título, explicó Oliva Díaz, no tiene fines comerciales. Va a estar disponible en talleres de repentismo, bibliotecas y otras entidades de cultura.

Fundora comentó que próximamente expondrá en Mayabeque cuando se inaugure la Casa de la Décima de esta provincia y después tendrá una obra suya en la Jornada Cucalambeana, a celebrarse en Las Tunas.

“Cada artista agrega al secreto de la creación, su propio misterio”. Con esta frase este creador describe los entresijos de un fenómeno ineludible al hombre.

Compartir...
Salir de la versión móvil