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Conectando paisajes: proyecto por la biodiversidad

Foto: Agustín Borrego Torres

 

El proyecto denominado Un enfoque paisajístico para conectar ecosistemas montañosos amenazados se extiende por cuatro importantes zonas montañosas de Cuba, y tiene como objetivo central conservar la diversidad biológica.

Según informó a Trabajadores, Lázara Sotolongo Molina, directora del proyecto, los tres componentes del mismo integran al sector productivo con el entorno natural para tratar de crear corredores de conectividad entre estos.

Está financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, que ha destinado 7 millones de dólares, y por el presupuesto de Estado cubano, que aporta unos 62 millones de pesos. Se implementa en Cuba a través del PNUD y la entidad responsable de su exitoso cumplimiento es el Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.

La trascendencia de esta programa, según dijo Lázara, es preservar o rescatar numerosas especies biológicas de importancia mundial (muchas de ellas endémicas) que habitan en montañas y lomas de la geografía nacional. En estas regiones también se desarrollan actividades económicas que dependen de la biodiversidad como son la producción de café, forestal, cultivos varios y la ganadería.

En las áreas escogidas: Guaniguanico, en el occidente del país; Guamuhaya y Bamburanao, en el centro y la Sierra Nipe-Sagua-Baracoa la diversidad biológica está amenazada por los incendios incontrolados, la contaminación, las prácticas agrícolas y ganaderas inadecuadas, la minería a cielo abierto y el cambio climático, dijo la directiva.

Por esas razones, el proyecto conocido también por Conectando paisajes propone un cambio de paradigma para la salvaguarda de esa diversidad, conservando los principales refugios en las mencionadas regiones.

Busca integrar intereses económicos y conservacionistas, de manera armónica y compatible, aumentar la capacidad de generar bienes y servicios ambientales y con ello mejorar el bienestar social y la capacidad de adaptación al cambio climático.

Hasta el momento, relata Lázara Sotolongo, se ha logrado hacer un  levantamiento de información, un diagnóstico, se han identificado las fincas forestales integrales que pueden incluirse, y se les ha dado capacitación a los finqueros de cómo manejar los recursos que poseen.

Actualmente se cuenta con 10 fincas por cada macizos montañosos escogido, y es un referente la labor que desarrollan en la zona de Bamburanao (norte de Villa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila) con el tratamiento a los contaminantes porcinos, por la alta incidencia de criadores de cerdo. Las excretas de los cerdos son de las más agresivas que existen contra el medio ambiente, advirtió.

En el resto de las zonas se trabaja en las producciones de café, cultivos varios, la ganadería menor, así como la reforestación de las áreas que pueden servir para ello.

La Conferencia Internacional Agro-forestal también debate hoy sobre los resultados de la apicultura, y desarrollo un encuentro entre jóvenes investigadores agro-forestales. El evento concluye este viernes.

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