Icono del sitio Trabajadores

Apurados que se visten despacio

Hidroplast
El proceso productivo comienza por el equipo de extrusión, donde se vierte la materia prima. Fotos: Eddy Martin

 

Era viernes 26 de mayo y, como estaba previsto, un grupo de trabajadores de la Empresa Hidroplast celebraban su foro de Ciencia y Técnica, pero esta vez no disfrutarían el momento de los diplomas. La directora llegó con una comunicación que los obligó a cambiar los planes de ese día y los siguientes, incluidas las noches.

Una avería en la conductora Cuenca Sur privaba de agua a parte de los habitantes de la capital, y del esfuerzo productivo en esa fábrica de tuberías de alta densidad dependería mantener el ritmo en la obra y devolver cuanto antes la normalidad en el servicio.

La respuesta no se hizo esperar. Se dispuso todo para que salieran rumbo al punto cercano al poblado de La Salud, en el municipio de Quivicán, los tres kilómetros de conductos en existencia en la fábrica, así como para preparar las condiciones fabriles con destino al kilómetro que completaría la cuarta línea.

Los últimos tubos para esa misión fueron transportados el 7 de junio antes del mediodía. Mientras, la producción no se detenía, porque ahora el compromiso es fabricar para las dos líneas alternativas previstas por proyecto, con vistas a dar mayor seguridad al sistema.

Por eso es aparente la calma en las naves que se divisan desde la autopista que conduce a la terminal tres del Aeropuerto Internacional José Martí. Basta con recorrerlas para constatar lo que puede catalogarse como una proeza productiva.

Dentro de la planta el incesante y acompasado ruido de las máquinas denotan que allí hay hombres trabajando, cinco por turnos, pues la desarrollada tecnología no requiere más operarios.

Una gran tarea

A la entrada nos espera Alberto del Sol Viera, jefe de esa área y tecnólogo de la empresa, quien al contarnos la faena de los 14 días anteriores parece estarla viviendo nuevamente. “Estábamos exponiendo en el foro de Ciencia y Técnica y la directora nos dijo que había una gran tarea que cumplir. Enseguida salimos para acá, nos reunimos con el colectivo y asumimos el primer y decisivo paso: hacer los cambios en la línea para poder fabricar tubos de 900 milímetros (mm).

“Eso significa parar el proceso productivo completo y fíjese si anduvimos rápido que tal transformación necesita de unos cinco días y la hicimos en 48 horas, sin parar”, subraya.

La magnitud de dicha operación la comprendo mejor con la explicación de Yoandy Ramos, jefe de brigada en el turno, quien, como el resto, reconoce el esfuerzo pero no se vanagloria de que en la noche del domingo ya arrancaran los motores con vistas a producir la tubería solicitada, y así asegurar la continuidad de las entregas.

“Hay que sacar parte del cabezal para poner distintas piezas hasta llegar al diámetro necesario. Pesan toneladas por eso se realiza con grúas. Se hace en caliente, lo cual significa operar con temperaturas entre 290 y 250 grados Celsius”, puntualiza el joven.

Es la segunda vez que tienen que adoptar tal medida. La primera fue cuando la construcción del acueducto en Santiago de Cuba, donde hubo cooperación de empresas de varias provincias, señala la ingeniera Wannis Matos Frómeta, directora general de Hidroplast, entidad inaugurada a principios del 2007.

Aquí funcionan dos líneas en las que producen tuberías lisas desde diámetros pequeños como 16 mm, conocidas popularmente como 3/8 hasta 1000 mm; y una de tubos corrugados para las obras de saneamiento, la única del país.

Sus manufacturas van destinadas fundamentalmente para inversiones en occidente, pues, por estrategia del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), existen otras dos plantas: en Ciego de Ávila y en Holguín.

De no ser así, para la rotura en Cuenca Sur tendrían que haber traído las tuberías de 900 mm PN10 desde esa provincia oriental, donde también se fabrican conductos de tal dimensión, con el consiguiente gasto de combustible, agregados, salario y tiempo; variable esta última decisora en todo cuanto se realiza para solucionar los efectos de la avería.

El traslado en rastra desde Hidroplast hasta Cuenca Sur solo consume unos 40 minutos, precisa José Cuza Pérez, especialista principal de la Empresa de Logística del INRH, quien nos facilita algunos datos importantes: hasta ese momento habían proporcionado para Cuenca Sur 4 mil 872 metros de tuberías y solo les faltaban mil 500 metros para completar las dos líneas adicionales planificadas por proyecto, lo cual debe ocurrir el próximo día 21.

Medidas excepcionales

Situaciones excepcionales conllevan medidas de igual magnitud, que no solo vinculan a los obreros y técnicos, sino a todo el personal porque es decisivo funcionar como un reloj suizo. Por eso valoran el papel del sindicato, que junto a la administración vela porque el proceso productivo no esté reñido con el cumplimiento de las medidas de protección, y por garantizar la retaguardia.

Nada queda al azar y no obstante la premura escucho a la directora general referir que desde el punto de vista termoenergético la fábrica es eficiente, pues están por debajo en cuatro puntos en el indicador de energía consumida respecto a la materia prima transformada. Allí se visten despacio, porque están apurados.

Hace bien celebrar una primera victoria.
La visita a Hidroplast coincidió con la descarga, bajo lluvia, de contenedores de materia prima, garantía para actuales y futuras inversiones del programa hidráulico, sobre todo del occidente cubano.
Para trasladar los 4 mil 872 metros de tubos se requirieron 135 viajes-rastras.
Compartir...
Salir de la versión móvil