Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura, consideró que el evento está rompiendo el mito de que el danzón es cosa de tercera, cuarta y quinta edad, al lograr que la herencia de Faílde se mantenga vital. Ponderó lo hecho por este territorio a favor de la memoria cultural del país, algo muy loable en términos musicales, acotó. “Es interesante tener gente joven comprometida con ese patrimonio”, dijo.
La próxima edición, ya convocada, continuará perfeccionándose para que el danzón conserve sus esencias y no perezca, afirmó Ethiel Fernández Faílde, tataranieto del creador del baile nacional, y director de la orquesta que junto a otras agrupaciones locales y mexicanas amenizaron jornadas, las cuales evocaron también los 150 años del natalicio del músico Aniceto Díaz, inventor del danzonete, y el centenario de Dámaso Pérez Prado, el Rey del mambo.
María Victoria Oliver, investigadora y musicóloga, significó la posibilidad que las sesiones teóricas ofrecieron de apreciar la evolución del ritmo y sus variantes en Cuba, así como las expresiones procedentes de México.
Entre los momentos trascendentales de estos días se inscribe la entrega, por parte de la Dirección Provincial de Cultura, del Premio La Tórtola a las cantantes Omara Portuondo y Beatriz Márquez, y al compositor y arreglista Joaquín Betancourt.
