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Un reino autónomo

Por: Elaine Caballero

No en vano se celebra el Día Mundial de la Poesía el 21 de marzo. La Unesco en 1999 instituyó esta fecha cuando el sol alcanza el punto más alto del cenit, el comienzo de la primavera. Claro está: es algo más que un género, una savia donde fluye la vida y la existencia humana.

La poeta Nancy Morejón ofreció la conferencia que dio inicio al II Encuentro Nacional de Poesía. Foto: Viviana Fojo

 

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en conjunto con el Instituto Cubano del Libro convocó al II Encuentro Nacional de Poesía, del 20 al 22 de marzo, en la sala Villena de la Uneac y otros sitios de la capital.

La poeta y ensayista Nancy Morejón ofreció una conferencia magistral en la sala Villena de la Uneac que versó sobre la impronta de los vates más significativos de Hispanoamérica en la lírica y la literatura. “Siempre he sentido afición por las palabras, por la sonoridad que emana de ellas como las lluvias torrenciales isleñas. Sería justo hasta reconocer una suerte de encantamiento de su sencilla existencia…”, sentenció.

La también Premio Nacional de Literatura (2001) se refirió a la importancia del lenguaje como baño de identidad personal que califica a los poetas y escritores en general, así como la oralidad de este género, lo cual permite que los versos se defiendan y esparzan por sí solos.

También profundizó en las enseñanzas del bardo galo Dylan Thomas, precursor del compositor e intérprete Bob Dylan o el propio John Lennon quienes, “según George Tremlett, son los poetas de una nueva estética en la que contraen feliz matrimonio el sonido y la palabra”.

En Colombia, Jorge Salamanca coincidía con Thomas, respecto al sentido y concepción de la lírica, ambos la consideraron una amorosa comunión de boca a boca.

Por otra parte, Fina García Marruz al estudiar el Diario de Campaña de José Martí manifestó que el estilo de un escritor son sus defectos, y Virgia Wolf proclamó que detrás de todas las escritoras habita el fantasma de su madre.

“No soy una excepción. De modo que no es mi madre un símbolo de mi poesía solo porque me haya engendrado sino porque, apenas sin recursos, me crió, educó e inculcó el anhelo de la independencia y me enseñó formas de refinamiento que todavía hoy le estoy agradeciendo”, declaró Nancy Morejón.

En su caso, la poeta hizo referencia a su condición de negra y mujer, esenciales para analizar su obra, así como la impronta en ella de Guillén: “los poemas negros, o como quiera llamárseles, no hubieran existido sin los de Nicolás Guillén. No obstante mi condición de mujer les ha dado una dimensión diferente”.

Por último, resaltó la importancia de la poesía y la paz en los tiempos actuales donde la palabra debe ser el instrumento para trascender fronteras. Asimismo destacó la valía de la primera en aras de fortalecer la identidad de etnias, razas y culturas. De la segunda, nada mejor que una frase del más universal de los cubanos para definirla: “También la paz tiene sus ejércitos”.

El segundo momento de la cita estuvo liderado por los bardos Virgilio López Lemus y Jorge Ángel Pérez, además de la Premio Nacional de Edición Neyda Izquierdo, los cuales discursaron sobre dos libros claves: Casa que no existía, de Lina de Feria y Cabeza de zanahoria, de Rogelio, Wichy Nogueras

Primeramente López Lemus comentó la trascendencia de ambos cuadernos, ganadores del primer premio David en 1967, vitales para los jóvenes que se inician en la aventura de acaparar sentimientos.

El autor de Gravitación de la poesía analizó la perspectiva de Nogueras donde contempla el mundo desde lo externo, mientras Lina busca un diálogo más íntimo; sin embargo las dos obras constituyen una suerte de lenguaje que refleja tendencias y sucesos de la época.

Para Jorge Ángel Pérez, Casa que no existía y Cabeza de zanahoria son un torrente de imágenes y proposiciones con alusiones filosóficas e irónicas. Es meritorio destacar el desprejuicio y la inmediatez con que son tratados ciertos temas en los dos poemarios.

Neyda Izquierdo, en simples palabras, disertó sobre sus vivencias, por más de una década con Nogueras, quien amplió su visión de la literatura: “Siempre estaba inventando…, inventado palabras”.

Por último los escritores Caridad Atencio, Basilia Papastamatíu y Geovannis Manso analizaron la poesía cubana en las últimas décadas.

Atencio destacó la impronta de dos vates primordiales: “como crítica, hay dos casos a los que me gustaría referirme, uno es el del poeta y artista plástico Larry J. González, quien con un estilo innovador ha logrado ser un escritor atendido en su proeza; (…) el otro es la publicación de Óbitos, libro de Pedro Marqués que recoge su poesía escrita entre 2003 y 2014, de excelente factura”.

Por su parte, Geovannis Manso comentó que es tarea pendiente de los críticos, ensayistas y demás personas determinar cuáles son los cauces, las perspectivas, temáticas y los puntos más o menos atendibles de la poética nacional producida en los últimos años.

Para el final, Papastamatíu profundizó en la ética de los que “han recibido la confianza, la atribución y la posibilidad de juzgar, premiar, afirmar, declarar y promover públicamente quiénes son los mejores escritores.”

El encuentro de mañana estará dedicado a la décima actual en Cuba con la participación de Pedro Péglez, Virgilio López Lemus y Juan Carlos García Guridi e intervendrán los jóvenes repentistas Alex Díaz Hernández y Rolando Ávalos.

 

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