Su diseño permite que la gente tenga una cercanía mucho mayor al terreno, sin salirse de las medidas que impone la Federación Internacional. Además, se puede circular alrededor del inmueble sin perder de vista el espectáculo. Cuenta con una capacidad para 20 mil personas y un estacionamiento en el que caben 860 vehículos.
Como detalles adicionales están la pantalla más grande de HD para este tipo de parque (33 x 11 metros), las 38 suites al servicio de quien pueda pagarlas, un vestíbulo de 360 grados, un área de picnic al aire libre y el museo del equipo insignia de Culiacán.
Las dimensiones son las oficiales: 322 pies (97.84 metros) por las líneas de foul de los bosques derecho e izquierdo y 410 pies (124.96 metros) por el center field. El sistema de iluminación ubicado en el borde de la cubierta principal y en dos posiciones sobre los jardines permite la transmisión en alta definición de todos los juegos que allí se efectúan.
Aunque parezca increíble, al momento de decidirse su construcción (diciembre del 2013), la aspiración era acoger la llamada Serie Mundial de Béisbol del Caribe este 2017, con el equipo de casa en competencia, algo que no sucederá ahora pues quedaron en semifinales, lo cual no resta emoción y expectativa por esta nueva fiesta, pero deja insatisfechos a sus seguidores en Sinaloa.
Los constructores y arquitectos cumplieron, en tanto el altísimo presupuesto (entre 300 y 500 millones de pesos mexicanos aportados por Juan Manuel Chino Ley López, dueño y presidente del club, fallecido en enero del 2016) apareció también con no pocos cuestionamientos en la prensa local sobre su procedencia
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