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Gratuita, pero cuesta

Por Luis Fernando Navarro Martínez, Viceministro de Salud Pública

Los servicios de la salud pública en Cuba son gratuitos, pero tienen un alto costo para el Estado, que los respalda con el 28 % del presupuesto anual (incluye la seguridad social), garantizando su sostenibilidad a partir de las actividades planificadas, los programas que se aplican y la salud de la población.

Los servicios de Salud en Cuba son gratuitos, pero Cuestan

Una de las prioridades del Ministerio de Salud Pública es lograr la eficiencia en la utilización de su patrimonio con el perfeccionamiento del Programa por el empleo racional y uso eficiente de los recursos, que se implementa en las estructuras de dirección.

Este instrumento permite controlar objetivamente el comportamiento de 24 indicadores seleccionados, que se vinculan a los gastos y respaldan los índices de la salud, entre ellos las plantillas, empleo de medios diagnósticos, consumo de medicamentos, pérdidas y faltantes, inventarios, así como acciones de promoción de salud y las dirigidas a elevar la cultura económica de los trabajadores.

Los resultados hasta el momento son insuficientes. No siempre se consigue el empleo adecuado de los recursos, ni ejercer su control, por lo que las reservas son incalculables.

El Ministerio de Salud Pública, unido al sindicato nacional de sus trabajadores, intensifica las acciones para que en cada colectivo laboral se analicen las potencialidades que tienen para desarrollar las tareas con mayor conciencia de que los servicios que brindamos son gratuitos, pero cuestan.

Es imprescindible que se incorporen sistemas de costos que permitan estudiar los gastos en que se incurren para alcanzar con calidad los diferentes servicios, además de que se incremente el reuso de materiales gastables; esta práctica, revitalizada en los últimos años, proporciona ahorros considerables en la compra de los mismos, la mayoría procedentes del exterior.

La evaluación sistemática de los resultados permite medir la eficacia del método clínico epidemiológico, que tiene aparejado un menor empleo de medios diagnósticos; también se ponen en vigor normas de consumo para las diferentes actividades.

Otra arista del programa consiste en la recuperación de equipos y mobiliarios médicos y no médicos existentes en las unidades, así como el control de la ejecución mensual del presupuesto previendo que cada monto de dinero asignado se emplee adecuadamente.

En nuestro organismo se analiza mensualmente la ejecución del presupuesto por cada concepto de gasto según lo planificado y se recuperan los sobregiros con ahorros en otras partidas; disminuyen los inventarios ociosos y de lento movimiento, un acápite que aún constituye reserva para la reducción de la compra de repuestos, equipos y medios vitales para brindar servicios.

Es válido reconocer que, independientemente de la implementación de este programa, hay limitaciones en las labores diarias relacionadas con el ahorro y las potencialidades del sector, que se reflejan en la no participación consciente de los cuadros, funcionarios y trabajadores en las observaciones que se realizan sobre estos temas y en la no aplicación de medidas oportunas en correspondencia con las desviaciones de los gastos identificados, lo que demuestra la necesidad de continuar perfeccionándolo.

El enfrentamiento a los hechos delictivos, las indisciplinas y el incumplimiento de lo establecido, que originan pérdidas y mala utilización de los recursos materiales, constituye una de las principales tareas que se realizan en el sector para continuar la batalla por estimular el ahorro, lo cual tendrá mayor efectividad si logramos incorporar conscientemente a los colectivos en todos los centros laborales.

 

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