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La fundición donde se bate el coraje

Este taller es decisivo para la eficiencia de las reparaciones de los centrales, pero es imprescindible mejorar las condiciones de trabajo del colectivo.
Este taller es decisivo para la eficiencia de las reparaciones de los centrales, pero es imprescindible mejorar las condiciones de trabajo del colectivo.

 

Tal parece que después de un período de deterioro se ha oxigenado la unidad empresarial de base Fábrica 9 de Abril, de Sagua la Grande, en Villa Clara, perteneciente a la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (Zeti) de AzCuba, decisiva en la preparación de la zafra azucarera, pues produce mazas y otros elementos para la reparación de los centrales del occidente y centro de Cuba.

Ojalá que los incumplimientos y las pérdidas económicas reportadas al cierre del 2015 junto con la inestabilidad del primer semestre del presente calendario, queden como un mal recuerdo para la centenaria fundición sagüera, circunscribiéndose este colectivo en el movimiento productivo Por la senda del Triunfo.

“Vamos pa’lante, este mes fundiremos 20 toneladas de elementos ligeros”, expresó Ricardo Luis Estrada, uno de los hombres que cuando los inconvenientes se acumularon siempre estuvo dispuesto a no congelar las coladas.

También se han terminado las mazas concebidas en el plan que tienen como destino los ingenios de las provincias de Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y por supuesto Villa Clara. Se recupera asimismo el 80 % de los guijos —ejes que sostienen las mazas de los centrales— a partir de la inclusión de una máquina de soldar para la recuperación de estas.

Pero los obstáculos han sido múltiples; desde el peso que entraña la tecnología obsoleta y en particular el horno de cubilote que estuvo dos meses de reparación y que al arrancarlo hubo que volver a realizarle ajustes, hasta la necesidad de buscar soluciones a los cuellos de botellas en la producción por roturas de la maquinaria, en especial los rodamientos que se adquieren en el mercado exterior y que no se cuenta con ellos, en gran medida por la mala planificación para su adquisición; igualmente están las dificultades al emprender el proceso inversionista y otras con los sistemas de pagos.

A lo anterior se suma que, a pesar de tener cubierta la plantilla, existen serios problemas con la fuerza de trabajo al no lograr calificar el personal para el reemplazo de oficios prioritarios y especiales tales como fundidores y torneros, por ello se ha tenido que acudir al apoyo de operarios de Las Tunas y Santiago de Cuba.

“No obstante, la fábrica se levantó y los obreros han ‘batido el cobre’, han hecho un esfuerzo encomiable”, aseveró el ingeniero Guillermo Martín Abreu, jefe de mantenimiento del grupo AzCuba en el país.

Los hombres de Filiberto

Filiberto Artiles es el jefe de mantenimiento de una brigada integrada por Aldo, Ricardo, Ruano, Juan Carlos, Cesar, Orelvis y Pablo, y que apoya el resto de los trabajadores.

Ellos tienen un proceso de atención continua a estos hierros, los hacen funcionar día a día y los “remiendan” con mucho orgullo, porque la fundición y esas máquinas que les doblan en tamaño son para Sagua la Grande como la cuenca del río que la atraviesa.

Estos operarios han puesto en marcha varios equipos paralizados durante años, cambiando los sistemas del motor por uno de más potencia y construyéndoles piñones. De esta forma se logra eficiencia y productividad pues se adiciona esta máquina, la que se dedica únicamente a trozar los tambores que se incorporan a la producción de las mazas y se eliminan así las acumulaciones al no tener que desarmar el equipo primario para hacer esta operación.

La Aurora de la fundición

Lo primero que hizo Aurora González Sánchez, directora desde hace seis meses de la Fundición 9 de Abril, al dársele la tarea de dirigir hombres fue saber que en la dulzura de la mujer está la savia que amolda brusquedades.

“Todo ha sido paso a paso. Estoy optimista, la situación era muy complicada, pero se va saliendo con el concurso de todos. Se han reajustado los sistemas de pagos para que sean más estimulantes, se creó un espacio para reconocer a los mejores trabajadores de las áreas, estamos contactando con Educación la posibilidad de incluir la fábrica como un centro donde los estudiantes de la enseñanza politécnica realicen sus prácticas, se pidió el apoyo de los jubilados los cuales respondieron con entusiasmo y fundamentalmente se reorganizó el proceso productivo para hacerlo viable. También fue reestructurado el buró sindical de la entidad para lograr mayor protagonismo y representatividad”, explicó convencida de que aunar fuerzas, motivar y confiar en la inteligencia conjunta es la clave del éxito.

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