El anuncio de los 50 nombres inscritos por Cuba para el IV Clásico Mundial de Béisbol es nuestra primera letra hacia un evento que volverá a tener en vilo a los amantes de este deporte en marzo del 2017, pero como siempre sucede, más de un comentario ha levantado en la afición, a pocos días de concluir la segunda fase de la 56 Serie Nacional.
En esencia, dentro del medio centenar de peloteros dados a conocer estará la base del equipo cubano, pero ningún jugador debe sentirse seguro en una selección que, por reglamento, contará con dos receptores y
13 lanzadores como mínimo; al tiempo que, para esta edición se aprobó además la posibilidad de inscribir otros 10 serpentineros como reserva o designados, quienes podrán ser llamados en cualquiera de las etapas, incluso para enfrentarse a solo un bateador, como seguramente sucederá con los staff de Estados Unidos, República Dominicana, Venezuela, México, Puerto Rico y Japón.
A diferencia de otros años, cuando resultaron “secretos de Estado” estas inscripciones, la Federación Cubana acertó en informarlo tal y como corresponde e hicieron otros países, aunque la decisión del director del elenco sigue siendo una incógnita, más allá de los dos candidatos con más fuerza: Víctor Mesa y Roger Machado, quienes indistintamente han comandado las formaciones nacionales en este ciclo (2013-2016) a varias lides internacionales.
Dentro de los escogidos, sobresalen ocho con experiencia en Clásicos Mundiales y el promedio de edad pudiera ser al final por encima de los 30 años, lo cual habla de un equipo que no tendrá en la velocidad su principal virtud, como tampoco una alta producción de jonrones ni en ese pítcher de cabecera, al estilo Vinent, Huelga, Rogelio, Valdés, Lazo o Vera.
Sin embargo, ese es el que nos representará y las preocupaciones de todos naufragarán si patinamos en la primera fase (contra China, Australia y Japón). Por supuesto, no olvidamos que nuestro elenco al Primer Clásico no fue el mejor presentado por Cuba en estos torneos, aunque regresaron con una medalla de plata que todavía inmortaliza a esos hombres en el pueblo. Para muchos la escuadra más completa logramos armarla en la segunda versión, en el 2009.
Es cierto que todos los preseleccionados reúnen calidad y notable rendimiento en el campeonato de casa, pero ¡seis primeras bases! suenan exageradas, a partir de que al menos dos se han desempeñado casi al 50 % en los jardines y uno de ellos apenas se ha puesto un guante en esa almohadilla esta campaña.
Salta a la vista la ausencia de nombres que, lejos del juego diario hoy por lesiones o no ser tomados como refuerzos cabrían en esa lista, dado que sus experiencias pudieran marcar diferencia frente a los profesionales: Frederich Cepeda y Michel Enríquez. Asimismo, en el box, llamó la atención la convocatoria a hombres que no han aportado mejores rendimientos que los de Noelvis Entenza, Frank Monthiet o Carlos Santiesteban, por solo citar tres ausentes.
También, por momentos, muchos anhelamos que el receptor tunero Yosvani Alarcón hubiera aparecido entre los inscritos, pues es posible levantarle la sanción disciplinaria a los seis meses (febrero) por la buena conducta mantenida y valorar, a partir de su forma física, la incorporación o no, dada su integralidad ofensiva.
Sin duda, las primeras letras de Cuba al IV Clásico llegaron con menos misterio y una confianza infinita en que, sean cuales sean los elegidos en febrero del 2017, saldrán en Tokio a buscar el primer paso: dos victorias para avanzar. Del resto, hablaremos muy pronto. Resultados del domingo: MTZ-CAV 6-5; VCL- CMG 7-2; VCL- CMG 4-0, GRA- HOL 9-2; GRA- HOL 11-2.
