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Presencia necesaria

Fidel Castro Ruz, junto a su hijo Fidelito y Temis. Foto tomada en México, en septiembre de 1956.
Fidel Castro Ruz, junto a su hijo Fidelito y Temis. Foto tomada en México, en septiembre
de 1956.

Por Temis Tasende Dubois*

Fidel regresó a Santiago por el mismo recorrido de la Caravana de la Libertad. Vino a La Habana victorioso, con el pueblo aclamándolo. Se fue con el pueblo enlutado, pero comprometido a continuar su obra y sus ideas, y eso también es victoria.

Se la ganó con su vida, que dedicó a servir al prójimo, nunca a sí mismo. Él convirtió a Cuba en un referente de dignidad, altruismo y resistencia. Así nos toca conservarla a nosotros y a quienes vengan después. Siendo cada cual un poquito de Fidel, entre todas y todos, unidos, lo mantendremos entero, y con él a Cuba.

Pero hoy prefiero pensar en su primera Caravana, la que llevó a los muchachos que iban a los asaltos del 26 de Julio. Con los que murieron entonces se va a reunir ahora, al lado de Martí, donde están ellos, como él lo prometió en otros días tristes, en La historia me absolverá.

Y me conmueve que haya elegido ese lugar, no solo porque allí está mi papá, sino porque lo interpreto como un reconocimiento a los primeros que creyeron en él. Ellos no dejaron que Martí muriera en el año de su centenario, y Fidel hizo posible que ellos no murieran en vano. Estarán juntos de nuevo, esta vez con muchos de los sueños ya cumplidos.

Pero también prefiero pensar que, como dijo Chávez, “cuando a uno le toca irse, uno se va pero se queda circundando”. Porque para mí Fidel será siempre una presencia necesaria.

 

*Hija del mártir del Moncada José Luis Tasende de las Muñecas

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