Emocionado, Abelino Castro Vázquez retrocede y busca en sus memorias, cuando conoció a Fidel. Tuvo la dicha de terminar la guerra bajo sus órdenes, en su columna y vino también en la histórica Caravana de la Libertad.
“Acudo a rendirle tributo a mi segundo padre. De él aprendí que se debe sumar y no restar, y la importancia de hablar con la juventud, para que comprendan la verdad de nuestra Revolución. Su gran atractivo era su valor humano. Es el hombre más grande del siglo XX”, afirma con su voz suave, este combatiente nativo de Buey Arriba.
Como él, miles de pinareños acudieron a rendirle tributo al Museo Provincial Historia, desde horas tempranas de la mañana. En su mayoría, portaban flores en sus manos, para depositar en honor al máximo líder de la Revolución Cubana.
Al mismo tiempo, en diversos puntos habilitados de la ciudad, la población acudía a firmar el juramento solemne de cumplir con el concepto de Revolución expresado por el Comandante en Jefe el primero de mayo de 2001.
Varios integrantes del personal de salud vueltabajero, presentes en la avanzada que acudió al Museo, situada en la arteria principal de la ciudad, contaron sus vivencias y encuentros con Fidel, y la atracción por su personalidad magnética.
El parodontólogo Erasmo Echezabal Benítez, era un adolescente cuando coincidió con él, como parte del grupo de artilleros antiaéreos que custodió los tanques que participaron en la épica batalla de Playa Girón. A pesar de su avanzada edad, sigue trabajando, porque “como dijo él, los revolucionarios no tenemos derecho a jubilarnos y por eso estoy y estaré aquí”.
Mientras, otro profesional cubano con cinco misiones internacionalistas entre su historial, el cirujano Aldo Sisto Díaz, recuerda con orgullo las veces que estuvo cerca y estrechó su mano.
El Héroe del Trabajo de la República de Cuba tuvo varios contactos directos con Fidel. Uno de estos, cuando era jefe de misión de la provincia de Benguela, en la República Popular de Angola y el otro, en la salida para Pakistán, como parte de la brigada Henry Reeve.
