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Irán, bastión del Mnoal

Con una prestigiosa y reconocida labor durante su mandato en el cuatrienio precedente, la República Islámica de Irán entregó a la República Bolivariana de Venezuela la presidencia pro témpore del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en la XVII cumbre de esa organización celebrada en Isla Margarita, para su próximo periodo de regencia 2016-2020.

La conducción iraní se caracterizó por su fidelidad y aporte a los principios y objetivos que rigen al Movimiento,  sustentados en la preservación de la paz mundial, el no alineamiento, la lucha antimperialista y anticolonialista, el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, y la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados y en la búsqueda de un orden económico internacional más justo que se oponga al impuesto por las grandes potencias capitalistas.

En su discurso inaugural en la Cumbre del MNOAL, al hacer el recuento de las acciones de Irán durante el tiempo que se mantuvo al frente de los 120 países que lo integran, el presidente Hassan Rohani, señaló que la Organización de Naciones Unidas y otros organismos internacionales han sido testigos de los avances realizados bajo el mandato de Teherán, pero precisó que esta conferencia de jefes de Estado y de Gobierno toma lugar en momentos en el que la paz “en todas sus dimensiones en el mundo entero, está en riesgo y amenaza”.

En este sentido habría que recordar la contribución persa a la no proliferación de las armas nucleares, al conseguir un acuerdo, en julio del 2015, con el denominado grupo G5 + 1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) que puso fin a una época calificada como de «exclusión y coerción» en las relaciones entre países.
A pesar de permanentes amenazas de Estados Unidos e Israel y las arbitrarias sanciones económicas y políticas por parte de las potencias occidentales, empeñadas en  aislar y retrotraer la nación a los infaustos tiempos de dependencia al poder extranjero, la opresión y miseria populares, la República Islámica de Irán exhibe hoy extraordinarios niveles de desarrollo político, económico, social, educacional, industrial y tecnológico de resonancia mundial, los cuales conforman la solidez de su presente, la consolidación de su futuro y su condición de potencia regional en Asia Central.

Durante cerca de 40 años los iraníes han tenido que sobreponerse a innumerables obstáculos foráneos que no han impedido su progreso, ni evitado que se mantengan como los cuartos en reservas de petróleo y los primero de gas a nivel mundial.

Su papel en el MNOAL se ha distinguido, además, por su permanente e irrestricto apoyo a la lucha de Palestina contra el ocupante israelí y a su inalienable derecho a tener un Estado independiente y soberano, con Jerusalén como su capital.

En cuanto a las crisis en el Oriente Medio, con énfasis en Siria, Irak y Yemen, y las terribles consecuencias del terrorismo, Irán ha denunciado la ignorancia y la irresponsabilidad de algunos países y ha solicitado un nuevo enfoque para acabar con el sufrimiento de los pueblos afectados.

Ante Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales el Gobierno persa ha condenado y demandado el cese del bloqueo norteamericano a Cuba y las acciones contrarrevolucionarias y subversivas contra la República Bolivariana de Venezuela, reclamando la solidaridad con ambos pueblos.

Teherán ha ampliado y fortalecido sus relaciones con América Latina, Asia, África, el Oriente Medio y con diversas naciones occidentales, que marcan hoy la fuerza de la triunfante Revolución islámica del 11 de febrero de 1979 y su autoridad y prestigio en el seno de los MNOAL.

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