Icono del sitio Trabajadores

Si me preguntan por la pelota…

El 7 de agosto comienza la 56 Serie Nacional de Béisbol. Foto: José R. Rodríguez Robleda
El 7 de agosto comienza la 56 Serie Nacional de Béisbol. Foto: José R. Rodríguez Robleda

 

No acaban nunca los temas relacionados con el béisbol. Algunos todavía sobredimensionan  la derrota cubana en el tradicional tope frente a Estados Unidos, mientras otros comienzan a vaticinar una 56 Serie Nacional más discreta en cuanto a espectáculo, dado el nuevo escenario en que se celebrará.

Lo sucedido contra los norteños, con ánimo de polemizar, es poco más de una película conocida. Son jóvenes que dominan el concepto de juego a partir no solo del aprendizaje técnico, sino de más de 200 encuentros en sus bisoñas carreras, algo que a esa edad no tienen nuestros jugadores.

El pitcheo fue lo mejor de ambos conjuntos y para quienes olvidan la historia, desde el inicio de estos topes, allá por 1987, con elencos universitarios, ha sido, en sentido general, la misma melodía en cuanto a lanzadores con control, ofensiva oportuna —no desmedida ni abundante—, defensa aceptable y una correcta dirección para extraerle a cada jugador el mayor rendimiento.

¿Preocupaciones para nuestros técnicos? Sí, sobre todo cuando ya no dependemos de grandes jonroneros y producir carreras se convierte en algo tortuoso cuando salen al robo quienes no tienen que salir; no empujan anotaciones los de más responsabilidad en la alineación; cometen box o se descontrolan lanzadores estelares en momentos cumbres; o simplemente se hacen antónimos triunfo y diversión, lo cual no sucede en las escuadras visitantes.

En medio de estos lunares hay aspectos positivos y futuristas. El matancero Jefferson Delgado ratificó que puede aspirar a más oportunidades como esta —es un ejemplo fiel del talento existente en cualquier lugar del país—; William Saavedra está apuntando con su ofensiva a la custodia de la inicial en el IV Clásico Mundial de Béisbol (marzo del 2017); mientras se mostraron, por fin, los roles de abridor-intermedio y cerrador con más soltura.

Una última propuesta, a riesgo de parecer soñadora. Para el próximo tope hagamos una preselección nacional con jugadores hasta 23 años (lo hicimos casi en el 2014 con Urquiola al mando) y motivémoslos para que, con sus virtudes y defectos, enfrenten un tope para aprender y ganar. ¿Lo aprobará la Comisión Nacional?

Una cara distinta y ¿mejor?

Con un calendario que se lastimará por la lógica coincidencia con los Juegos Olímpicos, la 56 Serie Nacional tendrá vida desde este domingo 7 de agosto y levantará varias realidades como un templo. A la segunda etapa solo avanzarán seis y no ocho formaciones. Unos 15 jugadores contratados no tendrán acción con sus respectivos equipos hasta el necesario descanso una vez que retornen a Cuba.

A lo anterior agregaríamos la motivación de que el campeón acudirá directo a la Serie del Caribe de febrero en México; una deseada  resurrección de Santiago de Cuba tras su victoria en la tercera lid sub 23; así como mayor castigo a quienes bloquean las bases cuando baste con solo tocar al corredor con la pelota en la mano.

Conocidas todas las nóminas, Ciego de Ávila, Pinar del Río y Matanzas salen, en teoría, con las mayores credenciales de encabezar la fase eliminatoria; sin descartar, por este orden, a Villa Clara, Industriales, Holguín, Las Tunas  y los ya mencionados santiagueros.

El tan llevado tema de las contrataciones enseñará ahora una cara que se vislumbraba. Los peloteros no estarán desde el principio, algunos incluso formarán parte directa de la bolsa de refuerzos si su conjunto no avanza a la segunda parte; y constituye un “crimen” ponerlo a jugar apenas regresen, pues el cansancio será mucho. Por otro lado, para volver a ser contratados tienen que intervenir en nuestra temporada —según el reglamento—, aunque importe bien poco el rendimiento final que tengan. Para varios mentores será un dolor de cabeza esas ausencias, como también volver a motivarlos en función de un resultado cuando la mentalidad puede estar pensando en esos circuitos foráneos.

Por fortuna para el espectáculo, han regresado algunos estelares y otros que se alejaron por diversas razones y han pedido volver a jugar: Osvaldo Arias con Cienfuegos, Vicyohandri Odelín y Alexander Ayala en Camagüey, Giorvis Duvergel con Guantánamo, Luis Abel Castro en Pinar del Río, Lázaro Herrera por Artemisa, David Mena y Antonio Baró con Industriales, por citar varios ejemplos.

Esta nueva campaña será, con total justicia, la que podemos armar hoy, no la que quisiéramos a partir de la cantidad de peloteros que no están de un año a otro y el discreto aspecto técnico que veremos en muchos elencos. No obstante, bienvenida la fiesta, esa que llena estadios y nos hace sentir más cubanos, que nadie lo dude.

Compartir...
Salir de la versión móvil