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Continuar profundizando en el estudio del Código de Trabajo

Foto: Agustín Borrego Torres
Foto: Agustín Borrego Torres

 

Unos 4,8 millones de personas están ocupadas en la economía cubana y de ese total,  el 32 % son jóvenes y el 37 % son mujeres ─ de acuerdo con los datos ofrecidos por la Oficina Nacional de Estadística e Información al cierre del 2015─  lo cual ratifica el papel que estos segmentos de población tienen dentro de la sociedad.

En ese sentido, Marta Elena Feitó, viceministra primera del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, al intervenir en la comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer, destacó la importancia de que se continúe profundizando en cómo se aplican los dos capítulos que de manera especial destina la Ley 116, Código de Trabajo, a la Protección de los jóvenes y las mujeres.

Durante la sesión matutina, diputados de la comisión que preside Arelys Santana, segunda secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas, analizaron los resultados de las visitas de control y fiscalización a la aplicación del Código de Trabajo en los capítulos IV y V dedicados a la protección a la mujer trabajadora y a los jóvenes de 15 a 18 años.

Yoerky Sánchez Cuellar, su presidente, al presentar el informe, dijo que fueron visitados siete territorios del país y 18 municipios, asimismo  consideró como muy significativo el intercambio que se pudo lograr directamente con 703 trabajadoras y 11 directivos en 51 centros.

Según expresó, constaron  que son pocos los jóvenes que entre 15 y 16 años acceden a esta opción excepcional para incorporarse al trabajo y en todos los casos se exige la autorización de los padres, tal como está establecido.

Muchos reconocieron que son esos sus primeros vínculos laborales y en su mayoría conocen poco sus derechos y deberes, más allá de lo que les exigen en el trabajo.

Los jóvenes entrevistados manifestaron su deseo y aspiración de efectuar cursos de capacitación, de continuidad de estudios y de aprovechar la posibilidad del Código de Trabajo le ha brindado una vez culminado sus estudios de obreros calificados u en otras enseñanzas.

Al abundar sobre el tema, Marta Elena Feitó, explicó que la protección de los jóvenes entre 15 y 16 años que aparece en el Código no es nueva, pues el Código anterior, aprobado en la década del 80  lo contenía.  “En Cuba excepcionalmente y ante determinadas circunstancias que están previstas en la Ley, a esos jóvenes, previa autorización del padre o tutor, se les autoriza a acceder al empleo, que no puede ser cualquiera”, refirió.

Dijo que las direcciones de trabajo municipales tienen la obligación de controlar, no en cifras, sino con nombres y apellidos dónde están esos jóvenes,  porque están ahí, y verificar si las condiciones para ellos se mantienen. “No pueden  trabajar en alturas, bajo  tierra, más de siete horas o en lugares que sean de alta peligrosidad”.

Aseguró que actualmente se garantiza el 100 % de la ubicación a todos los graduados universitarios que está en correspondencia con la demanda de la economía; y desde el año pasado también tienen una demanda para todos los técnicos de nivel medio, no así para los obreros calificados.

Agregó que  hay una política de asegurar la continuidad de estudio para todos que egresan de noveno grado. “En el caso de los obreros calificados hay una parte que tiene como destino el  sector estatal y otro el  sector no estatal”, alegó.

En relación con ello, aseveró, el ministerio de Educación adecuó los planes de estudio, de forma tal que cuando un joven esté estudiando como obrero calificado se le dé  un grupo de asignaturas y de conferencias que estén vinculadas  con su preparación para insertarse en el sector no estatal.

Por su parte, Gisela Duarte, miembro del secretariado nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, manifestó que los temas abordados por los diputados son medulares y reiteró que el escenario laboral cubano se ha ido complejizando en los últimos años.

Aseveró que estos asuntos se controlan en los convenios colectivos de trabajo, que tienen que estar adecuados a las condiciones de cada lugar y en ese sentido debe incrementarse la exigencia.

Reiteró la necesidad de se siga estudiando el Código de Trabajo, pues es la forma de defender los deberes y derechos de los trabajadores. Destacó los vínculos creados entre la FMC y la CTC en aras de dar seguimiento y atención a los temas relacionados con la mujer trabajadora y alegó que siguen estrechando las relaciones con la UJC en relación con el sector juvenil.

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