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UEB: Donde se materializa la riqueza

Por Alfredo Vázquez*

Medidas de vital alcance y profundidad como parte de la política económica y social han fortalecido estructuralmente la empresa estatal, creándose entidades potentes económica, productiva y financieramente con la fusión de muchas convertidas en unidades empresariales de base (Ueb).

Estas transformaciones han generado nuevas problemáticas ante el avance gradual de la descentralización de facultades, proceso limitado por la resistencia al cambio que impone un ejercicio humano más autónomo y flexible. Repercute en empresarios que ahora están al frente de una Ueb con la desaparición indefinida de instrumentos necesarios para una gestión eficiente y eficaz.

No pocas, en mi opinión por falta de aptitud empresarial, perdieron herramientas para la toma de decisiones como la contabilidad o facultades para contratar, comercializar e incluso  desatar fuerzas productivas utilizando eficazmente el salario.

De forma irracional, al estar despojadas también las que las usaban eficientemente, se racionalizó fuerza de trabajo especializada necesaria para la inevitable descentralización de facultades ya en marcha; además desaparecieron de la estadística empresas con pérdidas que como Ueb impactan negativamente en la economía y los trabajadores, pero ahora diluidas en las insuficiencias de gestión de grandes empresa.

Las normas que contienen la delegación de potestades a las Ueb están actualizadas para las empresas en perfeccionamiento empresarial (PE) en el Decreto Ley 281 del 2007 (modificado); para el resto, más restringidas y casi desconocidas (1988), de manera gradual han sido favorecidas con la descentralización de facultades e integración del PE a las políticas económicas en desarollo; trabajándose en la concepción de un sistema de dirección y gestión empresarial único en línea con la conceptualización del modelo económico en consulta.

Sin embargo, el mayor problema está en la insuficiente preparación o  competencia empresarial para dominar, aplicar, delegar o influir con las facultades concedidas, algunas que favorecen directamente la gestión de la UEB como la condicionada en la Resolución No. 6 del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para formar el salario por indicadores que debieron estar desagregados en principio para un mejor ejercicio de dirección y control.

La insuficiente e inoportuna información a los colectivo, para discutir e influir en la elaboración, cumplimiento y control del plan con eficiencia;  manejo inapropiado del salario formado en unas UEB hacia otras; sistemáticos problemas de aseguramiento productivo y financiero que repercuten en el empleo y el salario, bajo una inercia empresarial en asuntos para los que las UEB y sus trabajadores no tiene capacidad de decisión. Estos  son, entre otros, temas que han influido negativamente sobre un principio esencial en la construcción del socialismo: la participación activa y consciente de los trabajadores en la gestión económica.

Ello requiere un papel más activo de las organizaciones sindicales de base y los organismos de dirección de los sindicatos en su prioritaria tarea de impulsar la economía y como garantes de los derechos de los trabajadores ante los consejos de dirección de las empresas municipales, provinciales, extraterritoriales y nacionales creadas; imponiéndose mayor exigencia para concretar las transformaciones funcionales dispuestas.

Ambos, empresarios y sindicalistas, necesitan mayor preparación, en lo cual tanto el Gobierno como la central sindical concretarán importantes acciones, pero se necesita un mayor ejercicio de responsabilidad y convicción de lo vital que resulta para el socialismo en Cuba, potenciar la estructura que materializa la riqueza de la sociedad.

*Jefe del Departamento de Eficiencia Económica de la CTC

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