El happy end que no todos consiguen

El happy end que no todos consiguen

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...
La subdirectora económica asocia los resultados del hotel a la efectividad de acciones sindicales como las asambleas de afiliados. Foto: Norys
La subdirectora económica asocia los resultados del hotel a la efectividad de acciones sindicales como las asambleas de afiliados. Foto: Noryis

 

Por Juanita Perdomo Larezada  y Betty Beatón Ruiz

 

Cuando en el 2014 empresas cubanas se lanzaban a aplicar la extinta Resolución 17  de sistemas de pago  sin un estudio previo de organización del trabajo,  el  hotel Meliá Las Antillas,  en Varadero, se lo tomó con  la calma de los sabios.

Entonces, concluyeron allá, los aseguramientos deberían conducir a consumar  planes y a salvaguardar salarios. El planteamiento parecía complicado para la instalación que en los dos últimos años quedaba distante de satisfacer sus metas.

Mientras la administración y el sindicato coincidían en el camino de tantear  variantes, llegó el 28 de enero del 2015, la histórica fecha que forjó el formal compromiso: “Seremos vanguardias nacionales”. Así comenzaba  la historia que acabó, ya lo adelantamos, con el clásico happy end, el final  feliz que no todos consiguen.

La preservación de los ingresos  como tácito respeto a los creadores de las riquezas fue brújula y estímulo capital. “No creo que en Cuba haya  otro hotel, donde nunca se penalizó   el salario mínimo de los 225 pesos”,   dice orgulloso el subdirector general,  Jorge Luis Rodríguez.

“Se trató de cuidar cada partida, de velar centavo a centavo.  Incluso, tuvimos que retener dinero para contingencias”,  explica Lidia Irene Boza  Santana, subdirectora económica.

Sin embargo, no habría éxito posible sin la respuesta protagónica de los  hombres y mujeres de un colectivo que  en el buró sindical representa Estrella  Sánchez Berrío, una convencida de que  “la principal fortaleza del Meliá Las Antillas radica en la unidad, en la alianza  que los factores hemos conseguido”.

A la voluntad colectiva lo apuestan todo

Con una ocupación de tres puntos por encima del 82 % previsto, casi 6 mil turistas más que lo planificado, el centro  excedió los ingresos en el año precedente, y al obtenerlo registró una de las mejores gestiones económico-financieras  en sus  tres lustros y algo de fundado.

El juego se define con un buen  desempeño laboral y una acertada dirección administrativa. La rotunda  afirmación del subdirector general  se apuntala en la postura a la que son  fieles. Sostiene Jorge Rodríguez que al  igual que sucedió con la 17, con la actual Resolución 6 realizaron seminarios  con el propósito de que cada cual conociera cómo influye en los  ingresos, costos, gastos, utilidades. “Analizamos los  aspectos medulares, el Abc”.

Como el más auténtico de los rituales, viernes por viernes  y en cada  área se repasa  el plan. “La gente tie-ne que saber cuán determinante es en ese resultado global construido desde el puesto de trabajo”, razona la subdirectora económica.

Boza Santana pondera el papel de las asambleas de afiliados y de representantes, espacios que el sindicato ha  sabido aprovechar para promover debates a partir de la exigencia de presentar  informes despojados de tecnicismos y  ajustados al departamento donde acontecen dichas reuniones mensuales.

Algo imprescindible y que nos trajo a este saldo, detalla, es el manejo de los contratos, lo que facilitó sobrecumplir los planes anteriores y alcanzar lo fijado al cierre del primer trimestre, comportamiento al que también tributa el hecho  de  poseer la totalidad de sus 350 habitaciones aptas para la comercialización.

El dominio de más de cinco idiomas facilita la comunicación entre los turistas y el Líder de Calidad Juan Carlos Mesa Alfonso. Foto: Noyis
El dominio de más de cinco idiomas facilita la comunicación entre los turistas y el Líder de Calidad Juan Carlos Mesa Alfonso. Foto: Noryis

 

El sindicato por dentro

Con una alegría que no esconde, la secretaria general del buró sindical reconoce la disposición con la que el colectivo responde a lo que se le pida. “No es  casualidad que ya hayamos cumplido  con el Aporte a la Patria, que el año pasado completáramos las 61 donaciones  de sangre o aportáramos más propinas  para los programas de la salud”.

Según Sánchez Berrío, actitudes como esas se premian en los chequeos de emulación, donde hasta los asesores españoles Víctor Manuel Rodríguez y José María López han recibido  el agradecimiento por donar sangre o apoyar en cualquier actividad.

Regla Delgado Herrera,  secretaria  general de la sección sindical de gastronomía, subraya que en el activismo  han encontrado una vía para afianzar  el funcionamiento orgánico, útil en la  transmisión de los aspectos a aquellos  que por las características del régimen  laboral les es imposible asistir a los inaplazables matutinos, a contactos breves  o a las propias asambleas de afiliados.

Tanto respeto se ha granjeado el sindicato que antes de aplicar cualquier medida disciplinaria o de decidir cuestiones vinculadas con las operaciones del hotel, se consulta a los  representantes de la estructura.  “Es que no podemos funcionar solos ni la administración ni el Partido ni el sindicato”, estima Jorge Rodríguez.

 La calidad hay que asegurarla

La reparación de los baños, instalación de ceniceros en áreas para fumar o las mejorías en el comedor de los trabajadores, entre otras acciones futuras, definen  la manera en la que el hotel atiende a sus  empleados. A juicio del subdirector general, es imprescindible crear condiciones para que se labore con gusto,  y se  responda de acuerdo con los estándares  de la Meliá.

“Hace poco promovimos un seminario de análisis del reglamento disciplinario, porque si no se dominan los  deberes y los derechos, el orden pudiera  resquebrajarse. Imagínese que notamos  una peligrosa tendencia de incremento  de certificados médicos y licencias sin  sueldos en la llamada temporada de baja  turística. De inmediato sindicato y administración adoptamos medidas para  que nadie nos pase gatos por liebres”.

Jorge Rodríguez luce rotundo des- de la certeza de que la calidad en el servicio depende de los cuadros y del proceder de los trabajadores.  “El mal servicio se paga caro en una industria tan competitiva como la turística”.

Con la idea concuerda el dependiente Juan Carlos Mesa Alfonso. “La  cara de Cuba somos los empleados,  responsabilidad que cada cual debe  asimilar consciente de que casi nunca hay segundas oportunidades para  una primera impresión”.

Reverenciado con el sello Líder de la Calidad, premio a una alta ejecu-toria en el desempeño laboral,  es fiel exponente de la  elevada calificación que distingue al capital humano del Meliá Las Antillas. El dominio de los idiomas inglés, francés, italiano, alemán, ruso y  portugués lo convierten  en auténtico políglota.

La secretaria general del buró sindical pondera la actitud de estos dos asesores españoles, que apoyan tareas tan altruistas como las donaciones de sangre. Foto: Noyis
La secretaria general del buró sindical pondera la actitud de estos dos asesores españoles, que apoyan tareas tan altruistas como las donaciones de sangre. Foto: Noryis

 

“La gente se siente mejor atendida en su propia lengua.  Expresarnos  como ellos facilita la comunicación  y favorece lo cualitativo del servicio,  sobre todo en este hotel, donde recibimos clientes multinacionales”.

Con 36 años vinculado al sector turístico, Mesa Alfonso manifiesta que  la superación idiomática es un asunto  pendiente y que habrá que resolver si se  pretende llegar a la excelencia.

Valora como muy positivo la posibilidad que tuvieron de implementar  manuales de calidad en los inicios de  la instalación,  requisitos que ellos convierten en herramientas para crear entre los clientes un ambiente familiar, el  visitante se sienta como en su casa y  regrese a repetir la experiencia.

Si alguien tuviera dudas de la evolución experimentada por el Meliá Las  Antillas puede consultar lo que refleja  TrypAdvisor, la opinativa web mundial de viajes. Entre el medio centenar  de instalaciones de Varadero ocupaban  el 21, pasaron al 15, y la pretensión es  seguir escalando posiciones cimeras,  meta que alcanzarán desde la misma  alianza que lo convirtió en colectivo  vanguardia nacional.

Compartir...

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu